Esta vez, el fuego
La primera parte del concierto estuvo protagonizada por la formaci¨®n madrile?a del pianista Richard Krull. Valioso compositor, Krull es un ejecutante preciso que en esta sesi¨®n hizo valer sus cualidades como instrumentista, del original tratamiento de blues a la aproximaci¨®n sensible sin contacto con lo cursi. En su tr¨ªo est¨¢n el muy capaz Alejandro Vaquerizo, quien a pesar de su buen trabajo no lleg¨® a hacer plenamente admisible la formulaci¨®n el¨¦ctrica de su bajo en un tr¨ªo con piano ac¨²stico; y Luis Abela, nuevo en nuestros medios, joven bater¨ªa con buen pulso y la precisa definici¨®n sonora de cuando los platillos son zildjan. Otro paso adelante en nuestro jazz, pero tambi¨¦n la confirmaci¨®n de que la libertad viene una vez resueltas las necesidades; y aqu¨ª todav¨ªa nos movemos en el territorio de la necesidad.
Richard Krull Tr¨ªo
Albert Mangelsdorff-Wolfgang Dauner and Family of PercussionCentro Cultural de la Villa. Madrid, 22 de junio.
Estallido musical
Luna de mediod¨ªa (Moon at noon) fue el tema con el que entr¨® la banda de Albert Mangelsdorff, y vale utilizar, de nuevo, la imagen del estallido musical. Hoy son muchos los nombres verdaderamente sustantivos en el jazz europeo, pero desde Django Reinhardt y Stephane Grapelli no ha habido alguien que volviera a inventar su instrumento como Mangelsdorff. En sus manos el tromb¨®n se desenvuelve, literalmente, hasta el campo del infinito. Y este expresionista alem¨¢n no es s¨®lo un instrumentista prodigioso, sino tambi¨¦n una rigurosa cabeza musical, un constante provocador de m¨²sica, de frescura. Con ¨¦l est¨¢ un viejo aliado, Wolfgang Dauner, pianista a¨²n insuficientemente reconocido fuera de Alemania. En sus manos hay una concentraci¨®n de energ¨ªa, de vitalidad que se cumplen en el encuentro constante.Mangelsdorff y Dauner son tan macizamente potentes que en su caso no es mala opci¨®n aventurarse con una triple compa?¨ªa de percusiones (Family o Percussion: Michael, K¨¹ttner, Thomas Nicholas y Axel Schrepfer).
A lo largo del concierto el quinteto logr¨® desbordar cualquier previsi¨®n de buena m¨²sica con la que pudi¨¦ramos contar. Un tema de Trilok Gurtu, actual percusionista del grupo Oregon, sirvi¨® para mostrar la intensidad y la movilidad a la que acceden cada uno de los m¨²sicos.
Tras una introducci¨®n cantada por K¨¹ttner, Mangelsdorff y Dauner dieron tal vez sus mejores solos de la noche. La familia percusionista -un engranaje ins¨®litamente perfecto- dedic¨® su espacio en solo a la ciudad visitada -Suite for Madrid-, y se despidieron con Tanz Tanz, composici¨®n que el pasado a?o pudimos escuchar interpretada por el United Jazz and Rock Ensemble. A las doce de la noche en punto la organizaci¨®n se manifestaba dando un fogonazo de luces para que los m¨²sicos dejaran el escenario. Detr¨¢s quedaba tanta m¨²sica como hubi¨¦ramos podido desear seguir escuchando.
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