Exotismo modernista
La exposici¨®n antol¨®gica de Rafael de Penagos, recorrido por su obra gr¨¢fica
La exposici¨®n antol¨®gica de Rafael de Penagos (Madrid, 1889-1954) que se exhibe en las salas del Centro Cultural del Conde Duque del Ayuntamiento de Madrid, con el patrocinio de la Fundaci¨®n Cultural Mapfre Vida, muestra el trabajo de uno de los mejores artistas gr¨¢ficos de nuestro pa¨ªs en el presente siglo. Notario gr¨¢fico de la sociedad de los a?os veinte y treinta, Penagos fue el creador de un nuevo tipo de mujer -las mujeres Penagos, que glos¨® Julio Camha- y un renovador de la ilustraci¨®n y el cartel.
En este sentido ten¨ªa raz¨®n en a?orarlo J. A. Gaya Nu?o cuando revisaba hist¨®ricamente la situaci¨®n en la que se hallaban el cartel publicitario y la ilustraci¨®n gr¨¢fica durante la d¨¦cada de los cincuenta, pero a¨²n habr¨ªa que echarlo m¨¢s de menos con el paso del tiempo hasta llegar a la actualidad. Y no es que el genio incomprensiblemente se haya volatizado en este campo, sino que, por lo general, ya no es un menester de artistas.Formado en la Escuela Superior de Artes e Industrias y en la de Bellas Artes de San Fernando, Rafael de Penagos perteneci¨® a esa generaci¨®n de intelectuales y artistas de nuestro pa¨ªs que durante el primer tercio de nuestro siglo se debatieron fecundamente entre el regeneracionismo del 98 y el cosmopolitismo vanguardista de los a?os veinte. Atrapados entre estos dos extremos que buscaban apasionadamente soluciones contradictorias, algunos, entre los que se encontraban Penagos, supieron evolucionar de un lado al otro, se?al de inteligencia que, no obstante, fue ignorada por un pa¨ªs fatalmente abocado a la sinraz¨®n.
Pero no se trata s¨®lo de resaltar ese talante humano intelectual que permiti¨® a Penagos ser contertulio y amigo lo mismo de los Baroja que de Rafael Alberti, sino el haber sabido art¨ªsticamente convertirse en emblema de la renovaci¨®n modernizadora. As¨ª, este brillante y refinado dibujante, que plasm¨® en sus ilustraciones las mejores cualidades del exotismo modernista, cuando estaban de moda los temas orientales y las siluetas dieciochescas, acab¨® siendo uno de los representantes m¨¢s felices de esa admirable graf¨ªa sint¨¦tica, dura y precisa del art d¨¦co.
Con Salvador Bartolozzi y Federico Ribas, entre otros Rafael de Penagos revolucion¨® el dise?o gr¨¢fico publicitario espa?ol, pero hay algo m¨¢s que no debe ser pasado por alto: su talento art¨ªstico singular. El modo de manchar de Penagos, as¨ª como su manera de desenvolverse en esa disciplina cl¨¢sica de la anatom¨ªa, con sus construcciones corporales en la que la geometr¨ªa se al¨ªa con la m¨¢s gr¨¢cil expresividad, le convierten en un maestro del g¨¦nero.
Ya s¨¦ que tras el pop, y en general tras el uso de los procedimientos fotomec¨¢nicos, hay pocas ocasiones para saborear el bello virtuosismo de la mano, pero lo que hoy se ha perdido nos lo puede seguir ense?ando la historia, y en ella est¨¢ Rafael de Penagos, cuya muestra, por la propia naturaleza de sus obras, tiene que fascinar a todo tipo de p¨²blico.
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