Los militares potugueses se acogen al secreto de Estado para no declarar en el juicio contra los GAL
El comandante Pedro Serradas Duarte y el teniente coronel Fernando Ramos, ex responsables de los servicios secretos del Ej¨¦rcito portugu¨¦s (DINFO), se acogieron al secreto de Estado para no declarar en el juicio que se celebra en Lisboa contra cinco miembros de los Grupos Antiterroristas de Liberaci¨®n (GAL), acusados de dos atentados contra miembros de ETA en el sur de Francia en febrero de 1986. El juicio contra la trama portuguesa de los GAL se reanud¨® el viernes ante el Tribunal de M¨¢xima Seguridad de Monsanto, en Lisboa.
El tribunal acept¨® en principio los argumentos de los dos militares, pero no descarta la posibilidad de iniciar un tr¨¢mite procesal para conseguir desbloquear la situaci¨®n y lograr la declaraci¨®n de los militares, seg¨²n se ha asegurado en medios jur¨ªdicos.Duarte y Ramos, ex responsables de la DINFO, comparecieron el pasado viernes a ¨²ltima hora de la tarde ante el tribunal de m¨¢xima seguridad de Monsanto, para declarar como testigos en el juicio seguido contra los cinco militantes del GAL. Los dos militares se negaron a responder a las preguntas que les formularon los jueces sobre los supuestos v¨ªnculos entre la DINFO y el GAL, alegando que las cuestiones planteadas eran un secreto de Estado.
Ramos lleg¨® a asegurar ante el tribunal que una declaraci¨®n sobre estos temas constituir¨ªa una falta grave y recalc¨® que alguna de las afirmaciones efectuadas por el ex confidente Mario Correira da Cunha, juzgado en este procedimiento, vulneran el obligado sigilo castrense.
Tolerancia provisional
Los magistrados resolvieron provisionalmente la pol¨¦mica con una providencia, dictada en la misma sala, por la que se aseguraba respetar el silencio de los militares, y que recalca que se trata de una tolerancia provisional -se utiliz¨® la frase "por ahora"-.Con est¨¢ f¨®rmula procesal los magistrados dejaban abierta la posibilidad de plantear un recurso para desbloquear la cuesti¨®n y lograr la declaraci¨®n de los dos militares. La iniciativa judicial se fundamentar¨ªa en el hecho de que en Portugal no existe, desde un punto de vista jur¨ªdico, una ley que ampare el secreto de Estado, por lo que la f¨®rmula puede ser utilizada de forma ambigua.
Con esta actitud los dos ex responsables de la DINFO han logrado bloquear uno de los aspectos m¨¢s complicados y desconocidos de la trama de los GAL en Portugal: sus supuestas vinculaciones con la DINFO. La actitud obstruccionista de los dos militares no es un hecho aislado en esta causa criminal, seg¨²n se desvel¨® el viernes en el transcurso de los interrogatorios.
El propio Estado Mayor portugu¨¦s se hab¨ªa negado en dos ocasiones a responder a determinadas preguntas efectuadas por el juez instructor, alegando tambi¨¦n razones de Estado. En aquella ocasi¨®n, el Ej¨¦rcito devolvi¨® al juez instructor el cuestionario indic¨¢ndole que las preguntas sobre la DINFO y el GAL deb¨ªa efectuarlas al primer ministro.
El viernes no compareci¨® en la vista el ex jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito portugu¨¦s, general Lemos Ferreira, quien deb¨ªa testificar sobre diferentes aspectos de los v¨ªnculos entre la DINFO y los GAL, dado que Jose Gracio Riveiro, defensor de Mario Correia da Curiha, ha renunciado a interrogarle.
Correia, ex confidente y miembro de los GAL, actu¨® como reclutador de mercenarios, dos de los cuales, Rogelio Carvalho da Silva y Antonio Ferreira Cisneiros, cuyo defensor es M. Sanchez Os¨®rio, declararon el viernes que recibieron apoyo log¨ªstico de la polic¨ªa francesa para atentar contra ETA en 1986.
Pol¨ªtica de silencio
Los militares no son los ¨²nicos que han colaborado en la pol¨ªtica de silencio sobre el GAL en Portugal, seg¨²n qued¨® patente durante la declaraci¨®n de los dos polic¨ªas que instruyeron el sumario. El inspector V¨ªctor Alexandre asegur¨® ante los jueces que la investigaci¨®n se hab¨ªa basado en las declaraciones de los inculpados, pero que no se hab¨ªa trabajado en Francia ni en Espa?a porque sus superiores no se lo hab¨ªan pedido.Ante la supuesta fragilidad de esta investigaci¨®n policial y el gran n¨²mero de lagunas e interrogantes pendientes de resoluci¨®n, el abogado Jos¨¦ Gracio Riveiro se permiti¨® aventurar ante el tribunal la posibilidad de que un desconocido, haci¨¦ndose pasar por el subcomisario Jos¨¦ Amedo Fouce, hubiera usurpado la personalidad del polic¨ªa y utilizado fraudulentamente su tarjeta de cr¨¦dito. Habr¨ªa dejado as¨ª una falsa estela de pruebas con el ¨²nico objetivo de comprometer al funcionario.
El inspector reconoci¨® que la investigaci¨®n sobre el GAL hab¨ªa sido "precipitada" e "incompleta", pero a?adi¨® que no afectaba al fondo de la cuesti¨®n. El juicio continuar¨¢ sus sesiones el pr¨®ximo 6 de Julio. El tribunal espera dictar sentencia antes del pr¨®ximo d¨ªa 15, fecha en que empiezan las vacaciones judiciales.
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