Mezquitas y gasolineras

Entre las muchas cosas que sorprenden al extranjero desde su llegada a Riad, la capital de Arabia Saud¨ª, destaca por su singular simbolismo la abundancia de mezquitas y de estaciones de servicio.

Tanto unas como otras reflejan dos aspectos fundamentales de lo que constituye el pa¨ªs, una mezcla insoluble de tradiciones religiosas y avances tecnol¨®gicos debidos a los beneficios del petr¨®leo.

De noche, las torretas con luces de ne¨®n blancas, que se?alan la localizaci¨®n de los surtidores, se intercalan en franca competencia con las verdes, que desde lo alto de los alminares indican el lugar de culto.La escena se repite, aunque de forma menos obvia, en todo el pa¨ªs. Son en total m¨¢s de 30.000 mezquitas distribuidas por toda la geografia nacional para atender a unos 10 millones de fieles.

El n¨²mero de gasolineras no debe de ser menor, aunque sobre ello el Ministerio de Peregrinaje y Donaciones no facilita estad¨ªsticas.

El citado organismo informaba la pasada semana en la Prensa saud¨ª de los gastos efectuados para la construcci¨®n de los mencionados recintos sagrados entre los a?os 1396 y 1407 de la H¨¦gira (que corresponde a 1976 y 1987 de la era cristiana).

En total, el Estado saud¨ª invirti¨® en tal menester 2.680 millones de riales (unos 95.000 millones de pesetas). Otros 550 millones de riales est¨¢n siendo invertidos a lo largo del presente a?o en obras de restauraci¨®n y mejora de las mezquitas ya existentes.

Las gasolineras, de cuya proliferaci¨®n tiene responsabilidad directa la abundancia de petr¨®leo, distribuyen carburante al envidiable precio de 10 pesetas el litro, menos de lo que cuesta en ese pa¨ªs producir la misma cantidad de agua potable. ?sta, debido a las duras condiciones clim¨¢ticas y morfol¨®gicas de la pen¨ªnsula Ar¨¢biga, tiene que ser desalinizada a partir de agua de mar y transportada durante muchos kil¨®metros hasta el interior del pa¨ªs.