Gu¨ªa para una 'cumbre'

La cumbre de Madrid se presenta cargada de temas, no tanto por el n¨²mero de los mismos como porque los dos debates decisivos, la uni¨®n monetaria y la Carta Social, absorber¨¢n el 90% del tiempo de las discusiones. Sobre los restantes puntos de la agenda apenas existen problemas.UNI?N MONETARIA

La creaci¨®n del mercado ¨²nico a partir de 1993, una vez que las 280 directivas previstas para la Zran reforma plasmada en el Acta ¨²nica hayan entrado en vigor, ha puesto a la Europa comunitaria en la necesidad de dar un nuevo salto adelante. ?C¨®mo conseguir un espacio econ¨®mico unificado y sin barreras comerciales si los 12 pa¨ªses comunitarios pueden adulterar las condiciones unificadas de competencia a traves de las fluctuaciones de cambios de las monedas?

La uni¨®n econ¨®mica y monetaria es, de momento, una simple menci¨®n gen¨¦rica formulada como objetivo en el pr¨®logo del Acta ¨²nica. En la cumbre de Hannover, hace ahora un a?o, los jefes de Estado y de Gobierno de la CE decidieron crear un comit¨¦ de 17 sabios que estudiara el tema. El informe del llamado comit¨¦ Delors fue ultimado el pasado mes de abril. La fuerza de este texto de recomendaciones radica en que fue aprobado por la unanimidad de sus redactores, entre los que se incluyen los gobernadores de los bancos centrales de todos los pa¨ªses comunitarios.

El objetivo de la uni¨®n econ¨®mica y monetaria es un proceso indefinido en el tiempo, pero caracterizado por tres fases progresivas. La primera, de duraci¨®n no concretada, servir¨¢ para acercar las pol¨ªticas econ¨®micas y monetarias de los doce, adem¨¢s de la realizacion total del mercado ¨²nico. El comienzo de la segunda etapa estar¨¢ determinado por la entrada en vigor de un nuevo tratado o de una reforma de los existentes, lo cual la convierte en la etapa m¨¢s decisiva. Precisamente, el Reino Unido justifica su rechazo inicial en tener que conceder a la CE la transferencia de la pol¨ªtica monetaria, una de las dos claves b¨¢sicas de la soberan¨ªa nacional (la otra es la defensa). En la tercera fase se producir¨¢ el encuentro de las pol¨ªticas econ¨®micas y monetarias y una paridad fija entre las monedas. Las bandas de fluctuaci¨®n reducidas que existen dentro del Sistema Monetario Europeo (SME) habr¨¢n pasado al olvido y se podr¨¢ contemplar la creaci¨®n de una moneda ¨²nica. Para Delors, esta larga marcha puede durar de 10 a 15 a?os, un pron¨®stico quiz¨¢ optimista.

Espa?a quiso dar ejemplo de su compromiso con la construcci¨®n de la unidad europea y decidi¨®, una semana antes de la cumbre, el ingreso de la peseta en el SME. Pero las dificultades parael acuerdo estriban en que el objetivo de la uni¨®n econ¨®mica y monetaria est¨¢ descrito como un proceso ¨²nico (apartado 39), en el que la decisi¨®n de aceptar la primera fase implica subirse al tren de esta reforma hasta el final. A ello se niega la primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher. Se apoya en el apartado 63 del informe, donde se dice que cada paso [de una etapa a otra] exigir¨ªa una evaluaci¨®n de la situaci¨®n y una decisi¨®n del Consejo Europeo.Desde el punto de vista jur¨ªdico no existen problemas para que pueda decidirse una Europa monetaria a dos velocidades, en la que los pa¨ªses comunitarios se pudieran integrar voluntariamente, tal como sucede ahora con el SME, que es un mecanismo de cambios decidido en una cumbre, pero no incluido en los tratados. La dificultad de optar por esta Comunidad paralela es a la vez pol¨ªtica y econ¨®mica. El peso de mantener un pa¨ªs aislado dentro de la CE es elevado, y tambi¨¦n es costosa la merma de credibilidad en -la unidad europea. Desde el punto de vista econ¨®mico es dif¨ªcil aceptar que un socio se beneficie de todas las ventajas del mercado ¨²nico, permiti¨¦ndole que pueda contarrestar sus efectos negativos con una pol¨ªtica monetaria y de cambios al margen de la disciplina impuesta al resto.

Para la concreci¨®n de la uni¨®n econ¨®mica y monetaria y el car¨¢cter jur¨ªdico de la misma -reforma de los tratados o uno nuevo a a?adir a los existentes- es necesario convocar una conferencia intergubernamental, igual que se hizo en junio de 1985 en Mil¨¢n con la adopci¨®n del Acta ¨²nica. El dato positivo es que entonces se opusieron el Reino Unido y Dinamarca, aunque luego acabaron dando su s¨ª a la reforma. El negativo, que esa resistencia sirvi¨® para rebajar los objetivos. La decisi¨®n de convocar la conferencia es cuesti¨®n de procedimiento y puede ser adaptada por mayor¨ªa simple, para que sea luego la pr¨®xima presidencia francesa quien fije la fecha.

CARTA SOCIAL

La dimensi¨®n social y el mercado interior tienen un sitio de privilegio reservado en la cumbre. La reflexi¨®n de fondo es que no se puede consentir "una Europa que legisla m¨¢s para las mercanc¨ªas que para las personas% como explic¨® en su d¨ªa el presidente Felipe Gonz¨¢lez. Aunque en los ¨²ltimos d¨ªas ha intentado. variar el rumbo, ha sido la propia presidencia espa?ola la que se ha empecinado en reducir el problema del retraso de la Europa de los trabajadores a un aspecto b¨¢sico del problema, la Carta Social, que recoger¨¢ una serie de derechos fundamentales m¨ªnimos.

Al asumir la presidencia, el Gobierno prometi¨® un "acento social", y ese contraste de su gesti¨®n se convirti¨® en necesidad primaria de la pol¨ªtica interna tras la ruptura del di¨¢logo con los sindicatos. El Ejecutivo necesita cargarse de raz¨®n, y ha elegido para ello la escena europea. El retraso en la redacci¨®n de la Carta Social ha privado a Espa?a de la posibilidad de aprobarla, pero la presi¨®n ejercida ha obtenido como fruto que el tema vaya a la cumbre para decidir si se aprueba una declaraci¨®n pol¨ªtica.

Las dificultades est¨¢n en las diferencias de sistemas de protecci¨®n social entre los pa¨ªses de la CE. Desde el punto de vista de los principios, los pa¨ªses menos desarrollados -entre ellos Espafia- defienden compromisos m¨ªnimos o flexibles para no poner en peligro los menores costes laborales existentes, y con ello ese margen de competitividad de que disfrutan. Pero la pol¨¦mica se ha centrado en la naturaleza jur¨ªdica para hacer del texto un instrumento vinculante, a desarrollar con directivas concretas. El Reino Unido s¨®lo aceptar¨ªa una Carta Social de car¨¢cter meramente declarativo, y rechaza que la legislaci¨®n nacional pueda verse condicionada por la concesi¨®n de competencias a la CE.

DEUDA EXTERNA

La Comunidad Europea no tiene competencias sobre el problema, por eso ser¨¢ discutido fuera de la sesi¨®n de la cumbre, en la charla alrededor de la ch¨²nenea que el presidente de la Comisi¨®n Europea y los jefes de Estado y de Gobierno mantendr¨¢n esta noche en la Moncloa. El objetivo es fijar una posici¨®n com¨²n de la CE para la reuni¨®n de los siete grandes a mediados de julio en Par¨ªs. Espa?a pretende cosechar un gesto hacia Latinoam¨¦rica y pa¨ªses como Marruecos con su propuesta de crear un fondo de garant¨ªa europeo para respaldar la deuda exerior de los pa¨ªses de renta intermedia.

FISCALIDAD SOBRE EL AHORRO

Es el gran fracaso previo a la cumbre. El acuerdo sobre este punto condiciona la directiva de libertad de movimientos de capitales, cuya entrada en vigor est¨¢ prevista a partir de julio de 1990. Espa?a, que cuenta con dos a?os m¨¢s de gracia, no ha podido superar las diferencias sobre la retenci¨®n en la fuente como sistema para evitar la evasi¨®n y el fraude fiscal con el flujo de capitales desde los pa¨ªses con imposici¨®n fuerte a los que ofrecen m¨¢s, ventajas. S¨®lo existe un consenso sobre la cooperaci¨®n entre las administraciones fiscales, siempre que ello no vulnere la noma sagrada del secreto bancario en Luxemburgo.

LIBRE CIRCULACI?N DE PERSONAS

Por encargo de la cumbre de Rodas, en diciembre de 1988,12 altos funcionarios han elaborado un informe que estudiar¨¢ el Consejo Europeo. Las 28 p¨¢ginas del texto hacen un inventario de las medidas para suprimir las fronteras fisicas y proponen un calendario que concluye el 1 de enero de 1993.

MEDIO AMBIENTE

La Comisi¨®n Europea acord¨® el mi¨¦rcoles proponer la creaci¨®n de una Agencia Europea del Medio Ambiente, encargada de proteger y mejorar el medio ambiente y abierta a la participaci¨®n de otros pa¨ªses europeos.

COOPERACI?N POL?TICA

La formulaci¨®n por los doce de posiciones o incluso de iniciativas comunes en materia de pol¨ªtica exterior es la llamada cooperaci¨®n pol¨ªtica, que en la cumbre tendr¨¢ dos vertientes esenciales: China y Oriente Pr¨®ximo.

Los doce han condenado en un comunicado conjunto la represi¨®n llevada a cabo por el r¨¦gimen chino, al tiempo que acordaban suspender las visitas oficiales de alto nivel. El Consejo Europeo puede decidir sanciones contra China. La CE se dispone a brindar un respaldo matizado al plan de paz del primer ministro israel¨ª, Isaac Shamir, para Oriente Pr¨®ximo, con la condici¨®n de elecciones limpias en los territorios ocupados.

EUROPA AUDIOVISUAL

?ste es el objetivo m¨¢s querido por Frangois Mitterrand, que hace seis meses, en Rodas, lanz¨® la idea de un Eureka audiovisual para conquistar la primac¨ªa europea en el gran mercado futuro de la televisi¨®n de alta definici¨®n. La reuni¨®n de Madrid se limitar¨¢ a dar el acuerdo para las Jornadas de lo Audiovisual en Par¨ªs, en septiembre, y a una reflexi¨®n sobre la pol¨ªtica europea de la televisi¨®n.