Modelos alternativos para el futuro de la flota congeladora

Un sector tan agresivo y din¨¢mico como es el pesquero, en particular el extractivo congelador, necesita urgentemente despejar la incertidumbre en la que se encuentra inmerso, respecto al futuro que le espera.Nuestro productor, peque?o o grande, de pescado congelado, que desde siempre se ha caracterizado por una gran capacidad para afrontar los riesgos que conllevan las inversiones en este sector, se encuentra en la actualidad con una acumulaci¨®n de problemas de tal magnitud que dif¨ªcilmente permiten establecer un diagn¨®stico eficaz de los mismos que pueda dar lugar a las soluciones m¨¢s id¨®neas para el futuro del sector.

De esta forma, nuestro productor no tiene unos objetivos claros por los que se deber¨¢ orientar en la pr¨®xima d¨¦cada el desarrollo de la flota congeladora.

La progresiva reducci¨®n del acceso de nuestra flota a los caladeros tradicionales se agrava cada d¨ªa m¨¢s con los cambios pol¨ªticos que se avecinan en determinados pa¨ªses ribere?os, como es la independencia de Namibia. Flotas tradicionales, como la bacaladera, est¨¢n a punto de parar dadas las exiguas cuotas a las que les obligan los Acuerdos Internacionales de Pesca, cada vez m¨¢s restrictivos para nuestra flota.

A los problemas de acceso a los recursos se unen los problemas de la ordenaci¨®n del mercado.

La entrada de Espa?a a la CE supuso un giro de 180 grados en cuanto a la concepci¨®n del mercado de los productores pesqueros. De un mercado claramente proteccionista se ha pasado en estos tres ¨²ltimos a?os a un mercado abierto en donde las importaciones de pescado congelado han tenido un incremento espectacular (en algunos casos se han multiplicado por 10), sin que los controles previstos en, el Tratado de Adhesi¨®n y en la normativa comunitaria hayan tenido los efectos esperados. As¨ª, el pescado sujeto a restricciones cuantitativas, en particular la merluza, no se puede controlar eficazmente debido a los problemas t¨¦cnicos existentes para su control efectivo en aduanas. Las cl¨¢usulas de salvaguardia para frenar las importaciones siempre han sido aplicadas con un gran retraso de tiempo, por lo que, en la pr¨¢ctica, no han podido dar los resultados esperados.

Como siempre ocurre en estas situaciones de cambio de un mercado proteccionista a uno liberalizado, los m¨¢s perjudicados han sido el sector productor, que no ha tenido suficiente tiempo para adaptarse al cambio, y el consumidor final, que no ha visto disminuir, sino m¨¢s bien al contrario, el precio del pescado congelado en la cesta de la compra.

Soluciones consensuadas

Ante este c¨²mulo de dificultades, el propio sector y la Administraci¨®n pesquera central y comunitaria deben presentar soluciones consensuadas que clarifiquen desde ya el futuro del sector extractivo congelador.

Entre los distintos modelos posibles, parece que son dos lo que tienen mayor fuerza en estos momentos.

El modelo alem¨¢n se caracteriza por una adaptaci¨®n del sector extractivo al sector transformador. Con la extensi¨®n a las 200 millas de la CE de los Estados ribere?os, aceptada en la III Conferencia del Mar de las Naciones Unidas en 1974, Alemania Occidental tuvo que abandonar sus caladeros tradicionales, desguazando su flota de gran altura.

As¨ª, de 35 grandes buques congeladores existentes en 1978 se pas¨® a cinco en el presente a?o.

A cambio, las empresas armadoras reorientaron sus objetivos hacia el sector transformador, constituyendo hoy en d¨ªa una potente industria transformadora de productos pesqueros.

Los partidarios de este modelo argumentan que las dificultades de acceso a los recursos ser¨¢n cada vez mayores, por lo que es preferible reconvertir la flota extractiva en industrias de transformaci¨®n que tengan garantizada una materia prima barata, procedente de pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, con lo cual el valor a?adido del pescado elaborado genera una mayor rentabilidad que en el sector primario.

Este argumento lo complementan con las dificultades de car¨¢cter social (vida de la tripulaci¨®n a bordo de los buques) que tendr¨¢ que afrontar la flota congeladora de gran altura en un futuro no muy lejano.

Espa?a sigui¨® un camino contrario al alem¨¢n. Frente a las dificultades surgidas por la extensi¨®n a las 200 millas, la pol¨ªtica pesquera espa?ola apost¨® por la b¨²squeda de nuevos caladeros y por el desarrollo de la flota congeladora, mediante la construcci¨®n de nuevas unidades pesqueras.

Los partidarios de este modelo argumentan que un sector extractivo congelador fuerte puede garantizar el abastecimiento de la materia prima al mercado comunitario, adapt¨¢ndose a las necesidades reales del mercado.

En este sentido, se hace necesario que la flota congeladora tenga una visi¨®n cada vez m¨¢s empresarial, ofreciendo productos competitivos capaces de hacer frente a las importaciones de pa¨ªses terceros. Para ello es necesario ajustar los costes de explotaci¨®n a las exigencias del mercado, mercado que en la mayor¨ªa de los casos ha dejado de ser nacional para convertirse en internacional.

Las espadas estan en alto. Sabemos que existe una importante corriente de opini¨®n en la Administraci¨®n pesquera de Bruselas, no s¨®lo en la comisi¨®n sino tambi¨¦n en el Parlamento, que ahoga por el modelo alem¨¢n. De hecho, los primeros pasos ya se han dado, al reforzarse notablemente las ayudas al sector transformador, a trav¨¦s de un nuevo reglamento que sustituir¨¢ al reg. 355.

Nosotros apostamos claramente por el modelo espa?ol, dada la importancia de la flota congeladora (m¨¢s de 220 barcos), la experiencia pesquera y el car¨¢cter din¨¢mico y emprendedor de nuestros productores. Adem¨¢s, hay que tener en cuenta la importancia del consumo interno que tiene Espa?a frente al resto de la CE. Reconvertir la flota congeladora traer¨ªa consecuencias econ¨®micas y sociales muy negativas para nuestro sector, que partir¨ªa con una clara desventaja frente a las multinacionales transformadoras.

Por otro lado, dejar la producci¨®n de materia prima en manos de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo traer¨ªa, en un plazo m¨¢s o menos lejano, un encarecimiento de la misma y la posibilidad de que dichos pa¨ªses monten sus propias industrias de transformaci¨®n al tener la materia prima al alcance de la mano.

Modernizaci¨®n

Por todo ello debemos dejar claro que un sector extractivo congelador potente y din¨¢mico es bueno no s¨®lo para Espa?a, sino tambi¨¦n para los dem¨¢s miembros comunitarios. Eso s¨ª, hace falta que el sector se modernice, que mejore las condiciones de vida a bordo, que afronte con realismo las necesidades del mercado, que se acostumbre a competir en un mercado abierto en donde se garantice la libre competencia y se proh¨ªban las pr¨¢cticas dumping. Es evidente que flotas de terceros pa¨ªses, con estructuras de costes muy diferentes a las nuestras, est¨¢n imposibilitando el libre juego de la competencia. S¨®lo en estos casos se deber¨¢n poner trabas a la importaci¨®n de los productos que, de hecho, est¨¢n falseando la competencia.

En definitiva, cualquier decisi¨®n que se adopte sobre los modelos planteados u otros que pudieran tener cabida debe ser, desde ahora, consensuada por ambas partes. El sector y la Administraci¨®n pesquera no pueden esperar m¨¢s tiempo para clarificar de una vez por todas cu¨¢l va a ser el marco en donde va a desarrollarse el futuro de la flota congeladora. De ello va a depender la viabilidad del sector.