Jack Palance

Jack Palance, el malo de tantas pel¨ªculas de Hollywood, se confiesa un hombre feliz, que "piensa siempre como un c¨®mico". Palance, que asiste en Gij¨®n al Festival Internacional de Cine de esta ciudad acompa?ado por su mujer, Elena, no pierde nunca la sonrisa, bromea continuamente y no se enoja aun cuando Aviaco haya extraviado sus maletas entre Madrid y Asturias.Por esta raz¨®n, Palance, que dedic¨® su primera jornada en Gij¨®n a recorrer Asturias, no ha podido cumplir uno de sus prop¨®sitos: pintar un cuadro cada d¨ªa durante la semana que permanecer¨¢ en el principado. "En la maleta tra¨ªa mis pinceles y seis lienzos. Tengo mi vida en la maleta", asegura con un gesto de complicidad.

Palance fue minero, atleta, boxeador y piloto antes que actor, pero no cree, por ello, haber perdido el tiempo en su vida. "Todo lo que se hace es siempre maravilloso. El ¨²nico problema es que a veces no puedo respirar porque me golpearon en la nariz en mi etapa de boxeador. Pero, mire, yo soy persona y despu¨¦s actor. Hay muchas cosas que me gustan m¨¢s que mi trabajo, aunque reconozco que soy muy afortunado por tener esta profesi¨®n, en la que se cobra mucho por no hacer casi nada. Si me faltase el trabajo estar¨ªa dispuesto a volver de nuevo al ring", concluye simulando un combate de boxeo.

El actor que encarnara personajes despiadados en P¨¢nico en las calles, Ra¨ªces profundas, Atila, El gran cuchillo, etc¨¦tera, no se identifica ni con la maldad que el cine le ha atribuido ni con el western, el g¨¦nero en el que ha desarrollado buena parte de su carrera cinematogr¨¢fica. "Hay muchas pel¨ªculas en las que he hecho de bueno, pero no han tenido tanta notoriedad. Quiz¨¢ por eso parezco tan malo. Yo estoy siempre feliz, y no tengo nada que ver con mis persona jes. Los westerns son muy est¨²pidos. No me gustan, salvo para ganar dinero".

Su reciente ¨¦xito interpretativo en Bagdad Cafe, por el que fue muy elogiado, no ha servido para cambiar su sino: "Desde entonces he hecho tres pel¨ªculas, pero siempre de malo. Para eso me ha servido Bagdad Cafe".