Un intento de secuestro, probable origen del asesinato del ch¨®fer de una empresa de Andoa¨ªn

Un trabajador empleado como ch¨®fer en la empresa de fabricaci¨®n de armamento Sociedad An¨®nima Plasencia de las Armas (SAPA), de Ando¨¢in (Guip¨²zcoa), Gregorio Ca?o Garc¨ªa, fue asesinado ayer en San Sebasti¨¢n, presumiblemente a manos de ETA Militar, en un atentado cuyos m¨®viles no han sido establecidos de forma taxativa. La polic¨ªa trabaja preferentemente en la hip¨®tesis de que los autores del atentado pretend¨ªan secuestrar al presidente de SAPA, Joaqu¨ªn Aperribay, vicepresidente de la Real Sociedad de F¨²tbol y amigo personal del dirigente de HB I?aki Esnaola.

De acuerdo con esta hip¨®tesis, Gregorio Ca?o, padre de tres hijos, muri¨® por resistirse a colaborar en la acci¨®n que pretend¨ªa el comando. Tres horas antes de este atentado los terroristas lanzaron contra el cuartel de la Guardia Civil de la poblaci¨®n guipuzcoana de Deba varias granadas de carga hueca, que no alcanzaron su objetivo.Gregorio Ca?o fue asesinado a las 6.45 en la calle Zubieta de San Sebasti¨¢n, a la altura del edificio, lindante con el paseo de la Concha, en el que reside Joaqu¨ªn Aperribay. Como cada ma?ana, Gregorio Ca?o estacion¨® el coche Opel Senator de la empresa junto al portal del n¨²mero 22, y se mantuvo a la espera de que el propietario de SAPA bajara de su casa. No hay testimonios que permitan conocer las secuencias del momento del asesinato, pero una persona afirma que despu¨¦s de escuchar las detonaciones vio alejarse a la carrera a un joven que vest¨ªa prendas deportivas y a un segundo individuo que sin detenerse un momento guard¨® una pistola en un bolsillo de su traje beige.

Cinco impactos de bala

Gregorio Ca?o, de 49 a?os, natural de Villa Ma?¨®n (Le¨®n), qued¨® tendido en la carretera, boca arriba. Ten¨ªa cinco impactos de bala, tres en el abdomen, uno en el pecho, cerca del coraz¨®n, y otro en un muslo. Muri¨® a la puerta del hospital, en la ambulancia que lo trasladaba. En el lugar del asesinato, cerca de una mancha de sangre situada junto a la rueda trasera del coche, la polic¨ªa encontr¨® un casquillo SF, 9 mil¨ªmetros Parabellum.

Un hermano de la v¨ªctima confirm¨® que Gregorio Ca?o llevaba m¨¢s de 20 a?os trabajando de ch¨®fer en SAPA, y dijo que el asesinato de su hermano es un absurdo y que todas las palabras de condena est¨¢n escritas desde hace mucho tiempo. Joaqu¨ªn Aperribay, que se hizo con la presidencia de SAPA hace cuatro o cinco a?os, se neg¨® a hacer comentario alguno y ni siquiera inform¨® del suceso a los trabajadores de su empresa, que ayer secundaron una jornada de paro en protesta por el asesinato. Por una vez, el sindicato LAB, vinculado a Herri Batasuna, se sum¨® al resto de las centrales para condenar en duros t¨¦rminos la muerte de este trabajador. Al parecer, el presidente de SAPA se dispone a abandonar el Pa¨ªs Vasco en compa?¨ªa de su familia. SAPA cuenta en sus factor¨ªas de Andoain y Plasencia con un total de 360 trabajadores y se dedica a la fabricaci¨®n y reparaci¨®n de carcasas de ca?ones y de misiles antia¨¦reos. Buena parte de su producci¨®n va destinada al Ej¨¦rcito espa?ol, y el resto a la exportaci¨®n.

El atentado, primero mortal que se produce en Guip¨²zcoa desde hace siete meses, marca, seg¨²n fuentes policiales, el inicio de una campa?a terrorista en Guip¨²zcoa. Los partidos pol¨ªticos, excepto Herri Batasuna, coincidieron ayer en subrayar el desprecio a la voluntad mayoritaria de los vascos que ETA demuestra con estas acciones.

Joseba Egibar, portavoz del Partido Nacionalista Vasco (PNV), declar¨® que el asesinato es "la tarjeta de verano de aquellos que discurren con el amonal en las manos", y dijo que ETA se est¨¢ convirtiendo en una organizaci¨®n inmovilista y retr¨®gada, cada vez m¨¢s aislada de la sociedad vasca. Rafael Larraina, de la ejecutiva de Eusko Alkartasuna (EA), anim¨® a los ciudadanos a exteriorizar su protesta contra estos atentados.