Una exposici¨®n sobre arquitectura sovi¨¦tica en Amsterdam muestra la evoluci¨®n pol¨ªtica de la URSS
ISABEL FERRER, La adecuaci¨®n de estilos y formas art¨ªsticas a los avatares pol¨ªticos y al ideal de la revoluci¨®n y el lento camino hacia la libertad de creaci¨®n, conforman el n¨²cleo de la exposici¨®n Arquitectura sovi¨¦tica, 1917-1987, abierta el pasado viernes al p¨²blico en la sede de la antigua Bolsa de Amsterdam. Unos 180 proyectos y maquetas han sido recogidos en una muestra ¨²nica en la que puede apreciarse c¨®mo las tradiciones arquitect¨®nicas rusas anteriores a la I Guerra Mundial y la actividad de las vanguardias en los a?os veinte dan paso a las creaciones posteriores destinadas a construir el Estado socialista.
Las obras proceden del fondo del Sjussjevmuseum de Mosc¨², y han sido ordenadas y catalogadas por la propia Bolsa y la Fundaci¨®n Proyectos de Arte de Rotterdam. Es adem¨¢s la primera vez que los dibujos de edificios de los a?os ochenta recuperan su verdadera perspectiva hist¨®rica, al aparecer junto a los constructivistas y racionalistas de 1920, los tradicionalistas de los a?os treinta a los cincuenta y las obras "actuales" del per¨ªodo comprendido entre 1960 y 1987.La exposici¨®n es la ¨²ltima cita del verano sovi¨¦tico propuesto por los museos de la capital holandesa. Para aprovecharlo, el visitante podr¨ªa iniciar un recorrido en el Rijkmuseum con una panor¨¢mica de las relaciones entre los Pa¨ªses Bajos y Rusia entre 1600 y 1917, abierta hasta el 10 de septiembre. A continuaci¨®n, deber¨ªa dirigir sus pasos al Museo Hist¨®rico Jud¨ªo, en el que, tambi¨¦n hasta principios de septiembre, puede admirar las creaciones de la vanguardia hebrea en la Rusia de 1912 a 1928. Casi al final, el Museo del Teatro ofrece un toque sobre la direcci¨®n teatral sovi¨¦tica hasta el 13 de agosto.
Como colof¨®n, en la Bolsa de Amsterdam, un edificio singular y hermoso creado por el holand¨¦s Berlage, le esperan casi 200 proyectos que revisan la obra e influencias de los arquitectos famosos en la URSS. En ella el visitante podr¨¢ contemplar, por ejemplo, la maqueta roja y blanca del pabell¨®n sovi¨¦tico creado por Konstantin Malnikov para la Exposici¨®n Universal de Artes Decorativas de Par¨ªs (1923). Sin olvidar un boceto del mismo artista para la Feria de Nueva York en 1962. Entre ambas creaciones aparecen las obras de la vanguardia rusa y el constructivismo, con fantas¨ªas arquitect¨®nicas que a veces no ten¨ªan finalidad concreta.
El llamado realismo socialista ocupa luego las vitrinas con sus edificios convertidos en reflejo del cambio social revolucionario. Una buena muestra de ello es el proyecto para el Palacio de los Soviets de Boris Jofan (1931), toda una apolog¨ªa del poder y grandeza del proletariado.
M¨¢s adelante, la exposici¨®n incluye proyectos de la Segunda Guerra Mundial; y puede observarse la figura del arquitecto como creador de ciudades sobrias y sin ornamentos. As¨ª rezaba el estatuto del Comit¨¦ Central del Partido Comunista y el Congreso de Ministros de la URSS dictado en 1955. La orden dio paso, en los a?os sesenta, al uso del metal y el cristal en los edificios p¨²blicos.
Ya en los a?os ochenta, nombres como J. Bronzova o A. Fedotov recuperan colorido, imaginaci¨®n y libertad creadora en sus dibujos para el edificio del peri¨®dico Izvestia en la plaza de Sjolochov, de Mosc¨². Todo ello hasta el 20 de agosto.
En el viaje de regreso, el visitante puede incluir alg¨²n cartel o incluso cat¨¢logo de la pasada exposici¨®n del Stedelijk Museum sobre Kazimir Malevitch. Todo un acontecimiento hermosamente reproducido y que contin¨²a presente en las librer¨ªas y tiendas de fotos de los museos holandeses.
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