Jean Cocteau, la verdad de la mentira
Hoy se cumple el centenario del autor de 'Opio' y 'La gran diferencia'
Hoy se cumplen los 100 a?os del nacimiento, en las cercan¨ªas de Par¨ªs, de Cl¨¦ment-Eug¨¨ne-Jean-Maurice Cocteau, llamado Jean, uno de los artistas m¨¢s c¨¦lebres y polifac¨¦ticos de la primera mitad del siglo XX y cuya influencia parece haberse desvanecido en los ¨²ltimos a?os. Poeta, narrador, memorialista, autor teatral de ¨¦xito, cineasta, dibujante y pintor, m¨²sico y animador cultural fuera de serie, amigo de personalidades como Pablo Picasso e Igor Stravinski, Jean Genet le calific¨® de "poeta tr¨¢gico" y Rilke le se?al¨® como "el ¨²nico al que la poes¨ªa descubr¨ªa el mito", aunque tambi¨¦n fue tildado de "gran modista de las letras francesas". "Yo soy una mentira que dice siempre la verdad", dec¨ªa Cocteau de s¨ª mismo en una de sus brillantes paradojas.
Nacido el 5 de julio de 1889 en la propiedad familiar de Maisons-Laffite, cerca de Par¨ªs, Jean Cocteau pertenec¨ªa a una doble estirpe de la alta burgues¨ªa francesa. Fue el tercer y ¨²ltimo hijo de la familia, sensible y nervioso, mucho m¨¢s peque?o que sus hermanos mayores. A la muerte de su padre -que se suicid¨® misteriosamente cuando el ni?o ten¨ªa nueve a?os- pas¨® a cursar con dificultades estudios de segunda ense?anza, hasta que sus fracasos para pasar el examen final de bachillerato le hicieron abandonarlos definitivamente.De hecho, su brillantez, su amplia cultura y sus relaciones familiares le convirtieron pronto en un joven artista admirado antes de que publicase sus primeros libros po¨¦ticos -La l¨¢mpara de Aladino, El pr¨ªncipe fr¨ªvolo y La danza de S¨®focles-, entre los 20 y los 23 a?os. Por aquel entonces tuvo amor¨ªos con algunas actrices y se relaciono con escritores como Cendrars, Proust y Max Jacob, pintores como Picasso y Picabia, m¨²sicos como Satie y Stravinski o el grupo de los Ballets Rusos de Diaghilev y los bailarines y cor¨¦ografos Nijinski y Massine.
Debido a su mala salud no luch¨® en la I Guerra Mundial, pero sigui¨® con una incesante actividad art¨ªstica y social: Nijinski estren¨® su ballet El dios azul, y caus¨® un gran esc¨¢ndalo en 1917 con el ballet Parade, para el que Picasso dise?¨® los decorados y Satie compuso la m¨²sica. Caus¨® sensaci¨®n con su primera novela, El Potomak (1916), y sus primeros grandes poemas de El cabo de Buena Esperanza (1919), dedicados al aviador Roland Garros, con quien recibi¨® el bautismo del aire.
Encuentro con Radiguet
El acontecimiento m¨¢s importante de su vida despu¨¦s de la guerra fue el encuentro con el joven escritor Raymond Radiguet, en 1919, cuando este ¨²ltimo s¨®lo contaba 15 a?os de edad. Radiguet y Cocteau vivir¨ªan una estrecha relaci¨®n hasta la muerte del primero, cuatro a?os despu¨¦s, tras haber publicado El diablo en el cuerpo. A la muerte de Radiguet, con quien colabor¨® en la pieza teatral Los novios de la torre Eiffel y el espect¨¢culo bufo El gendarme incomprendido, Cozteau sufre una gran depresi¨®n, se acerca al catolicismo, de cuya ortodoxia se separar¨ªa despu¨¦s -aun sin dejar su fe- con su Carta a Jacques Maritain, y se da a las drogas, lo que le obliga a algunas curas de desintoxicaci¨®n.
Al mismo tiempo renuncia a sus veleidades vanguardistas y regresa a un clasicismo m¨¢s hondo y sereno, al que le lleva tambi¨¦n la animadversi¨®n que le muestran los surrealistas, encabezados por Andr¨¦ Breton, que le consideran demasiado fr¨ªvolo y mundano.
Durante los a?os de entreguerras, Cocteau triunfa en el teatro, a novela y la poes¨ªa, multiplica sus actividades como pintor, escen¨®grafo y decorador y se acerca finalmente al cine. Poemas como los de Canto llano, El ¨¢ngel Heurtebise y ?pera, novelas como La gran diferencia, Tom¨¢s el impostor, Los hijos terribles o la er¨®tica y an¨®nima El libro blanco, y obras de teatro como Ant¨ªgona, Los padres terribles y Los monstruos sagrados se imponen por su brillantez. Al mismo tiempo, algunos textos autobiogr¨¢ficos, como Opio, van dando raz¨®n de las profundidades de sus experiencias. Su primera pel¨ªcula, La sangre de un poeta, le presenta como un renovador del nuevo arte.
Con el estallido de la II Guerra Mundial, y Cocteau se encierra en una soledad descomprometida, aun trabajando sin descanso. Durante la ocupaci¨®n de Francia vive en Par¨ªs, muere su madre, descubre y defiende a Jean Genet y ve la prisi¨®n y muerte de su amigo el poeta jud¨ªo Max Jacob. En la posguerra, limpio de las acusaciones de colaboracionismo, viaja por Espa?a y trabaja sin descanso.
Obras teatrales, como La voz humana, El ¨¢guila de dos cabezas y Bacchus -que escandalizar¨ªa a Fran?ois Mauriac-; musicales, como Edipo rey (con Stravinski); textos autobiogr¨¢ficos, como Diario de un desconocido o La dificultad de ser; de viajes, como La corrida del 1 de mayo; los grandes poemas de L¨¦one, R¨¦quiem y El ceremonial espa?ol del F¨¦nix, y pel¨ªculas como La bella y la bestia, Orfeo y El testamento de Orfeo le levan a una fama final ya consaIrada.
Doctor honoris causa por la iniversidad de Oxford, acad¨¦mico en B¨¦lgica y miembro tambi¨¦n le la Academia Francesa -donde dijo en su discurso de entrada lue se consideraba como un equilibrista-, muri¨® el Milly el 11 de octubre de 1963.
Su triunfo fue tan sencillo como inconsciente y su obra es sobre todo la de un poeta profundo y la de un excepcional memorialista.
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