"A veces me da la impresi¨®n de estar rodeado de miopes"
Interdependencia y solidaridad, lemas del pol¨ªtico peruano
Pregunta. ?Conf¨ªa en la actual clase dirigente? ?Cree que el mundo est¨¢ en buenas manos?
R. Creo que hay de todo, pero lo que les reprochar¨ªa a muchos l¨ªderes, con algunas excecepciones, por supuesto, es que no tienen una clara visi¨®n de la interdependencia. En algunos momentos es penoso. Toca usted un tema e inmediatamente su enfoque es parroquial. A veces me da la impresi¨®n de estar rodeado de miopes. Muchos son todav¨ªa prisioneros de lo local, de lo nacional, muy respetable, por otra parte. No obstante esta queja, he de reconocer que cada vez encuentro en mis di¨¢logos con los jefes de Estado un mayor inter¨¦s por lo internacional. Pero todav¨ªa no he llegado a percibir que todos ellos coloquen a la humanidad, que es una unidad, como tel¨®n de fondo de sus actos.
P. En su haber como secretario general est¨¢ el encauzamiento de la mayor¨ªa de los conflictos que sacud¨ªan al mundo. ?C¨®mo se ha llegado a este punto?
R. Hay una tendencia a creer que todo lo que ocurre, positivo o negativo, est¨¢ determinado por la actitud de las grandes potencias. He de aclarar que me desagrada, y no acepto, hablar de superpotencias, porque Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica son tan s¨®lo superpotencias en lo militar, pero no en lo econ¨®mico ni en lo pol¨ªtico. Y debo a?adir que no es cierto que la relajaci¨®n del ambiente internacional se haya debido exclusivamente a que Mijail Gorbachov se entrevistara con Ronald Reagan. Creo que no se puede ser tan simplista en 1989. Como secretario general de la ONU lo -que puedo decir es que el hecho de que los distintos pa¨ªses en conflicto hayan optado por buscar soluciones pac¨ªficas tal vez sea el fruto de una antigua siembra y que 1988 ha sido un a?o de cosecha.
Las semillas de la paz
P. ?Qu¨¦ es lo que se sembr¨®?
R. Muy sencillo. Lo que reza la Carta de la ONU: que hay que encontrar soluciones pac¨ªficas, negociadas y justas a los problemas internacionales. Para m¨ª es muy doloroso, frustrante y decepcionante observar que todo se relaciona con el di¨¢logo Este-Oeste. Si esto se aceptara habr¨ªa que echar el cerrojo a la ONU, porque no servir¨ªa para nada si para todo tenemos que mirar hacia el Este y el Oeste en un eterno Wimbledon.
P. Pero tampoco hay que perder de vista este di¨¢logo.
R. Indudablemente, porque ayuda a crear un clima propicio. Pero no olvide que estos pa¨ªses s¨®lo son potencias militares. Jap¨®n es econ¨®micamente m¨¢s potente que la URS S, y EE UU es el pa¨ªs con una mayor deuda extrema. Ustedes, por ejemplo, los doce, si llegan a consolidar su, uni¨®n, ser¨¢n una potencia probablemente tanto o m¨¢s poderosa que EE UU.
P. ?C¨®mo analiza el terremoto que est¨¢ sacudiendo a los pa¨ªses comunistas?
R. Veo con satisfacci¨®n, inter¨¦s y simpat¨ªa la liberalizaci¨®n en Europa oriental. Cuanto m¨¢s se aproximen las posiciones estructurales de todos los pa¨ªses m¨¢s posibilidades hay de que haya grandes afinidades pol¨ªticas. Eso har¨¢ que la ONU sea cada d¨ªa menos un centro de debates amargos para convertirse en un gran foro de consenso.
P. En su an¨¢lisis de riesgos, ?que caracter¨ªsticas piensa que tendr¨¢ la conflictividad futura?
R. A¨²n tenemos pendientes bastantes problemas pol¨ªticos. Lo que hemos conseguido es encarrilarlos, colocar el tren de los conflictos sobre los rieles. Que la locomotora avance y acelere es otro cantar. Pero tambi¨¦n est¨¢n los problemas econ¨®micos, que son grav¨ªsimos, empezando por la deuda y, sobre todo, la ausencia de di¨¢logo Norte-Sur.
P. ?Por qu¨¦ no se ha avanzado en este tema?
R. Creo que una de las razones primordiales es la excesiva audacia del planteamiento original, cuando se habl¨® de un nuevo orden econ¨®mico internacional. Esto espant¨® a los pa¨ªses desarrollados.
P. ?Y los problemas sociales?R. Son de una magnitud enorme. Para m¨ª, no se trata ¨²nicamente de los derechos del hombre. Para m¨ª, la problem¨¢tica social incluye el medio ambiente, la droga, el terrorismo, el SIDA, los desastres naturales. Y aqu¨ª desembocamos en una conclusi¨®n f¨²ndamental: la interdependencia de lo pol¨ªtico, lo econ¨®mico y lo social.Cat¨¢strofes naturalesP. Los a?os noventa han sido proclamados por la ONU como la D¨¦cada Internacional para la Reducci¨®n de las Cat¨¢strofes Naturales. ?Hasta qu¨¦ punto puede ser un prototipo de una cooperaci¨®n internacional de nuevo cu?o?
R. Evidentemente, es un problema que requiere un enfoque multilateral. La ONU no es una organizaci¨®n que hemos creado sus funcionarios, sino los Gobiemos de los pa¨ªses miembros atendiendo a lo que se supone es el deseo de los pueblos.
P. En una reciente reuni¨®n celebrada en la localidad italiana de Trieste, auspiciada por la ONU y el Instituto de Sociolog¨ªa Internacional de Gorizia, los expertos concluyeron que es posible reducir la vulnerabilidad sist¨¦mica de la sociedad ante las desastres naturales y que esta d¨¦cada encierra una alta dosis de operatividad. ?Comulga con este diagn¨®stico?R. Por su propia naturaleza, tienen su origen en fen¨®menos casi inevitables, lo que hay que conseguir es prepararse de la mejor manera para que su efecto sea lo menos catastr¨®fico posible. Se trata de establecer todo un mecanismo preventivo. Conf¨ªo en que el debate en la Asamblea General sobre esta grav¨ªsima cuesti¨®n no concluya s¨®lo con una bell¨ªsima declaraci¨®n l¨ªrica, sino que incluya un mecanismo eficaz para su puesta en marcha.
P. ?Hasta qu¨¦ punto le preocupa la moralidad de las acciones pol¨ªticas?
R. Conviene dar marcha atr¨¢s un poco en la historia y observar que, desgraciadamente, la moralidad no siempre va del brazo con la pol¨ªtica. Para m¨ª, lo importante es la honestidad en la negociaci¨®n. Llamo inmoralidad a sentarse en la mesa con el ¨¢nimo de distraer, de perder tiempo.
P. ?Es esto muy frecuente?
R. Desgraciadamente, es moneda corriente. Para definirlo con tres palabras muy concretas: falta una aut¨¦ntica voluntad pol¨ªtica. Todo el mundo dice amar la paz, pero no todo el mundo trabaja honestamente para resolver pac¨ªficamente los problemas.
P. ?Qu¨¦ siente si en una negociaci¨®n en la que act¨²a de moderador el resultado no concuerda con sus convicciones?
R. ?sa es una de las cruces de este cargo. A veces uno, por conveniencia pol¨ªtica, no puede decir todo lo que quisiera decir. Esto me ocurre especialmente en materia de derechos humanos. A veces padezco un verdadero sufrimiento espiritual.
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