Conflictos m¨¢s o menos encarrilados

Medio en broma, medio en serio, se afirma que el secretario general de la ONU no recibe visitas de dignatarios, sino de problemas. Esta es su opini¨®n sobre algunos de los m¨¢s cruciales.

Democracia latinoamericana. Es un tema que me angustia, pues tengo la impresi¨®n de que la democracia en Am¨¦rica Latina est¨¢ muy amenazada, sobre todo por los problemas econ¨®micos.

Deuda externa. Me voy a reunir con los siete grandes en Par¨ªs, y ello me permitir¨¢ insistir en la necesidad de encauzar dos problemas fundamentales: la deuda y el medio ambiente.

Centroam¨¦rica. Es una tarea un poco a lo S¨ªsifo, ya que cuando creo que he conseguido izar esa piedra enorme que es la soluci¨®n negociada del problema, me vuelvo a caer. Lo que s¨ª es positivo es que hemos conseguido, felizmente, ponernos de acuerdo con Nicaragua para supervisar las elecciones de febrero.

Afganist¨¢n. Se consigui¨® algo muy importante: la retirada de las fuerzas sovi¨¦ticas. Pero, seg¨²n el acuerdo de Ginebra, ¨¦ste es s¨®lo uno de los objetivos. Los otros dos est¨¢n a¨²n pendientes. Uno es la no injerencia de Pakist¨¢n en Afganist¨¢n y viceversa. El otro, el retorno de los refugiados.

Namibia. Creo que estamos bien encaminados. Voy a Namibia el d¨ªa 18, y de ah¨ª a Pretoria. Tengo que asegurarme de que la administraci¨®n surafricana de este territorio no alterar¨¢ de ninguna manera la honestidad del proceso electoral.

Angola. Estoy un poco decepcionado. Sent¨ª una gran felicidad cuando me enter¨¦ del apret¨®n de manos entre el presidente y el l¨ªder guerrillero, pero no creo que se trate de un acuerdo s¨®lido. No estoy en condiciones de afirmar si se est¨¢ honrando el compromiso y ni siquiera si lo hubo.

S¨¢hara occidental. Acabo de visitar Marruecos, Mauritania, Mal¨ª y Argelia. Creo que hay posibilidades de organizar un refer¨¦ndum que sea la aut¨¦ntica expresi¨®n de la voluntad de los saharahuis. Pero primero hay que saber qui¨¦n es qui¨¦n. Espa?a me est¨¢ ayudando mucho.

L¨ªbano. Es para m¨ª una fuente de angustia diaria. Hay que tener la honestidad de admitir que no es un problema confesional ni interno. No habr¨¢ soluci¨®n pol¨ªtica hasta que no se ponga t¨¦rmino a la actividad militar.

Oriente Pr¨®ximo. Hay que persistir en la idea de la conferencia internacional. Los israel¨ªes dicen: .?Pero qu¨¦ barbaridad, esto es internacionalizar el problema!". Pero ?qui¨¦n va a garantizar un acuerdo de paz? ?Ellos mismos? Imposible, se tienen una desconfianza enorme. Y est¨¢ Jerusal¨¦n. S¨¦ que esto no les gusta a los israel¨ªes, pero como secretario general de la ONU tengo que defender el car¨¢cter internacional de esta ciudad, propiedad espiritual de tres grandes religiones.