Exclusividad

Hace algo m¨¢s de dos a?os, el Insalud proyect¨® ofrecer a los m¨¦dicos de sus hospitales un complemento espec¨ªfico que se les a?adir¨ªa al sueldo si previamente firmaban una renuncia formal, bajo juramento, al ejercicio libre de la profesi¨®n, sin ninguna otra condici¨®n a cambio. Por ello se dio en llamarlo complemento de exclusividad, aunque en realidad la normativa por la que se obten¨ªa base legal dejaba claro que se conceder¨ªa en funci¨®n a la peligrosidad, penosidad y exclusividad del puesto de trabajo, no del m¨¦dico que lo solicitara. Como es l¨®gico, este tema cre¨® un motivo m¨¢s de confusi¨®n ante las medidas procedentes de la Administraci¨®n.Unos meses despu¨¦s, durante el transcurso de la huelga de m¨¦dicos m¨¢s larga de nuestro pa¨ªs, el Insalud, de forma s¨²bita y oportuna para romper la fr¨¢gil unidad de los m¨¦dicos, anuncia la inminente retribuci¨®n del susodicho complemento a aquellos que lo soliciten. Un buen porcentaje de los m¨¦dicos, tras la renuncia expresa al ejercicio libre, se adhiere a su percepci¨®n y la huelga se da por finalizada, no sin la aparici¨®n de un sentimiento del decepci¨®n en otro gran n¨²mero de facultativos que no firmaron la renuncia. Sentimiento este que ha ido en aumento al darse la circunstancia, conocida por todos, de que muchos de los que firmaron no cumplen o no han cumplido nunca lo firmado, siguiendo cobrando el complemento como si as¨ª fuera.

De esta forma llegamos a la triste realidad en la que, al margen de actuar en modo sospechosamente anticonstitucional y alejarse de las normativas por ella

misma creadas, la Administraci¨®n promueve conflictivas diferencias entre los m¨¦dicos al asignarles sueldos sustancialmente diferentes, cumpliendo el mismo horario, la misma actividad y el mismo cargo jer¨¢rquico- G. Garc¨ªa Arranz.