La batalla del cubo
El centro cultural de Bilbao proyectado por Oteiza, Sainz de Oiza y Fullaondo provoca fuertes cr¨ªticas
El proyecto de construcci¨®n de un centro cultural en la antigua alh¨®ndiga municipal de Bilbao, encargado por el Ayuntamiento a un equipo formado por los arquitectos Francisco Sainz de Oiza y Daniel Fullaondo y el escultor Jorge Oteiza, ha provocado en la capital vizca¨ªna un aluvi¨®n de cr¨ªticas. Arquitectos, escritores, artistas y profesores han manifestado su oposici¨®n a la ejecuci¨®n de un complejo arquitect¨®nico que vac¨ªa el interior del viejo edificio y levanta tras las fachadas originales un cubo de cristal y acero tres veces m¨¢s alto que los edificios del entorno.
La vieja alh¨®ndiga, dise?ada en 1909 por el arquitecto Ricardo de Bastida, ubicada en el centro de Bilbao, ha encontrado los primeros defensores de su integridad en cerca de 200 personas -artistas pl¨¢sticos, escritores, arquitectos y profesores de Universidad, principalmente-, que han firmado un docu mento exigiendo "un proyecto cultural razonado". "No pode mos estar de acuerdo con el procedimiento irreflexivo, im preciso y autoritario con el que se ha llegado a una conclusi¨®n tan sumamente traum¨¢tica para el contexto urbano de nuestra ciudad". A este docu mento se une el apoyado por casi la mitad de los arquitectos colegiados en Vizcaya, que pi den "un proyecto acabado, viable y definitivo" antes de inter venir en el viejo edificio.Discrepancias
Las objeciones que presentan quienes se oponen al plan pre sentado son m¨²ltiples. Las dis crepancias comienzan en el de rribo del interior de la alh¨®ndiga, el primer edificio de hormi g¨®n armado construido en Bilbao, y en el impacto que el com plejo cultural tendr¨ªa en el tejido urbano. "No s¨®lo atenta contra la construcci¨®n original, una de las mejores obras de Bastida y un edificio singular en Bilbao, sino que es una agre si¨®n al entorno", indica el arquitecto Javier Cenicacelaya, director de la revista Composici¨®n Arquitect¨®nica. "Es una propuesta descabellada, que propone unas estructuras gigantescas y rompe la escala del ensanche bilba¨ªno, una zona donde ni el especulador m¨¢s desalmado ha alterado la regu laridad del trazado".
En el lado opuesto de la po l¨¦mica, otras voces defienden la construcci¨®n de "un edificio de nuestra ¨¦poca". El arquitecto Alberto L¨®pez opina que centrar la discusi¨®n en la escala del edificio proyectado no tiene sentido. "La ruptura es el principio de la creaci¨®n art¨ªstica", afirma, y destaca el vaciado de la alh¨®ndiga a la creaci¨®n de una plaza cubierta como los mayores aciertos del plan. En su opini¨®n, el principal defecto del proyecto radica en la utilizaci¨®n del solar colindante. "El proyecto b¨¢sico no plantea una soluci¨®n para rematar las medianeras de los edificios ya existentes en la manzana".
Detr¨¢s de los problemas est¨¦ticos y arquitect¨®nicos, los detractores del proyecto se?alan importantes deficiencias en el programa esbozado para el centro cultural. "Pretenden que el edificio contenga todos los servicios culturales, pero se desconocen los l¨ªmites y los objetivos.
Falta racionalidad en el dise?o", apunta Cenicacelaya. "La concepci¨®n del centro cultural no parte de unas necesidaddes razonablemente determinadas de antemano, sino solamente de una idea muy discutible, centralizadora, megal¨®mana y en el fondo mim¨¦tica de la imagen de otros complejos culturale-s europeos", dicen quienes exigen "un proyecto cultural razonado". El profesor y cr¨ªtico Kosme de Bara?ano confia en que el proyecto no se lleve a cabo. "Es una irresponsabilidad est¨¦tica y civil", afirma.
Los responsables del plan advierten que el material presentado hasta ahora por el equipo de arquitectos no es m¨¢s que el proyecto b¨¢sico, que actualmente se est¨¢ revisando. "El proyecto de ejecuci¨®n no estar¨¢ disponible hasta que finalicen los estudios de ingenier¨ªa, se adapten los presupuestos y se prevea hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle", explica el coordinador del proyecto, Jon Intxaustegi.
Espacios y superficies
Para rebatir las acusaciones de improvisaci¨®n, Jon Intxaustegi recurre a los documentos enviados por el Gobierno vasco y la Diputaci¨®n de Vizcaya, instituciones involucradas en el centro cultural. "Los t¨¦cnicos de cada departamento han planteado el espacio que requiere cada uno de los servicios culturales. Ya est¨¢n determinadas las superficies de cada secci¨®n del museo, el conservatorio, la casa de cultura, etc¨¦tera. La soluci¨®n arquitect¨®nica est¨¢ condicionada por las caracter¨ªsticas de cada uso".
El coste de ejecuci¨®n del complejo cultural tampoco se considera un escollo insalvable en las oficinas municipales que trabajan el proyecto de la alh¨®ndiga. "El Ayuntamiento ha aprobado la concesi¨®n de 3.000 millones, los departamentos de Cultura y Educaci¨®n del Gobierno vasco aportan 2.000 millones cada uno, y la diputaci¨®n, 2.000 millones m¨¢s. El centro cultural dispondr¨¢ de 40.000 metros cuadrados ¨²tiles, con un coste por metro de 200.000 pesetas".
El almac¨¦n de coches
La vieja alh¨®ndiga municipal de Bilbao qued¨® fuera de servicio hace 16 a?os. La escasez de plazas de aparcamiento en el centro de la ciudad oblig¨® a rescatar al edificio del abandono. El antiguo almac¨¦n de vinos, ubicado en una c¨¦ntrica manzana de la capital, se convirti¨® hace dos a?os en un laber¨ªntico almac¨¦n de coches, donde se levanta una columna cada cuatro metros.La construcci¨®n de un centro cultural en la alh¨®ndiga y el solar colindante fue una de las promesas electorales del alcalde, el peneuvista Jos¨¦ Mar¨ªa Gorordo. El pasado mes de abril el equipo responsable del dise?o, designado directamente por el alcalde, present¨® el proyecto b¨¢sico. Con la colaboraci¨®n inicial de Oteiza, que elabor¨® con tizas unas peque?as maquetas, Sainz de Oiza y Fullaondo ofrecieron un planrupturista para el complejo cultural del viejo almac¨¦n de vinos. El proyecto prev¨¦ la construcci¨®n de un gigantesco cubo de cristal y acero, rodeado por las fachadas del edificio de Bastida, que cubre una plaza p¨²blica. Desde el cubo parte una pasarela suspendida a 25 metros de altura que en el extremo opuesto se apoya sobre otra construcci¨®n c¨²bica levantada en el solar colindante. La pasarela, de 180 metros de longitud, 40 de ancho y 25 de alto, alojar¨ªa en su interior las principales instalaciones del centro cultural: conservatorio, museo de arte contempor¨¢neo, biblioteca, salas de cine y exposiciones, talleres, etc¨¦tera. El presupuesto disponible para ejecutar el proyecto es proporcional a sus dimensiones f¨ªsicas: 8.000 millones de pesetas, que ser¨¢n aportados por el Ayuntamiento de Bilbao, la Diputaci¨®n de Vizcaya y el Gobierno vasco.
Babelia
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