EE UU amenaz¨® con retirar todas sus tropas de Espa?a ante los obst¨¢culos para firmar el convenio bilateral
Estados Unidos anunci¨® que retirar¨ªa todas sus fuerzas armadas de Espa?a, en el curso de la negociaci¨®n sobre el actual convenio bilateral defensivo entre ambos pa¨ªses. El Gobierno espa?ol ped¨ªa entonces la retirada de los 79 cazahombarderos norteamericanos F-16 con base en Torrej¨®n (Madrid) y de los aparatos cisterna de Zaragoza, a lo que Washington se negaba. "Pues si esto es as¨ª, har¨¦ una propuesta amistosa para la retirada de todas las tropas norteamericanas en Espa?a", declar¨® el entonces secretario de Estado de EE UU, George Shultz, a su hom¨®logo espa?ol, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, seg¨²n recogen las actas del Ministerio de Exteriores
"Pues con mucho gusto la consideraremos", contest¨®, a su vez, el ministro espa?ol a su interlocutor. Con anterioridad, Fern¨¢ndez Ord¨®?ez hab¨ªa recordado a Shultz que su Gobierno ped¨ªa el; desmantelamiento de Torrej¨®n porque, entre otros motivos, dijo, "no queremos otro Gibraltar" al lado de Madrid. "Nosotros queremos un acuerdo, pero podemos vivir sin ¨¦l", a?adi¨® el titular de Exteriores.La conversaci¨®n entre los jefes de la diplomacia espa?ola y estadounidense se desarroll¨® en la sede de la OTAN en Bruselas el 11 de diciembre de 1986, al margen de un Consejo Atl¨¢ntico en el que participaron los ministros de Asuntos Exteriores. Fern¨¢ndez Ord¨®?ez ha comentado en m¨¢s de una ocasi¨®n a sus ¨ªntimos colaboradores que ese encuentro es el "peor recuerdo" que tiene hasta ahora de su etapa al frente del palacio de Santa Cruz, sede de su Ministerio.
Shultz no revel¨® la propuesta que ten¨ªa la intenci¨®n de someter al entoneces presidente Ronald Reagan sobre la retirada unilateral de Espa?a en la conferencia de prensa que dio al t¨¦rmino de la reuni¨®n atl¨¢ntica, pero s¨ª formul¨®, en cambio, una amenaza velada al afirmar que el Gobierno espa?ol "puede adoptar posiciones que puedan crear una situaci¨®n que haga que no nos valga demasiado la pena gastar los recursos necesarios" en mantener las cuatro bases (Torrej¨®n, Rota, Zaragoza y Mor¨®n).
Shultz se mostr¨® tambi¨¦n moderadamente pesimista en p¨²blico sobre el resultado de las conversaciones que llevaba a cabo con Espa?a. "De un modo u otro", dijo, "espero que salga (...) una soluci¨®n positiva de estas negociaciones". "Pero est¨¢ por ver...", concluy¨®.
"Si no hay un acuerdo sobre reducci¨®n", subray¨®, por su parte, aquel d¨ªa ante la Prensa el jefe de la diplomacia espa?ola, "no habr¨¢ un convenio, y entonces es evidente que las bases se extinguen por s¨ª solas". Pero Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, que estaba aparentemente preocupado se tranquiliz¨® a s¨ª mismo al recordar que "el plazo final [para que concluya la negociaci¨®n] era noviembre de 1987 y el plazo de extinci¨®n de las bases mayo de 1988".
Aunque la negociaci¨®n estuvo concluida algo antes, el nuevo convenio se firm¨® en el palacio de Santa Cruz el 1 de diciembre de 1988, con m¨¢s de un a?o de retraso sobre la fecha l¨ªmite inicialmente prevista. El texto rubricado por los embajadores M¨¢ximo Cajal y Reginald Bartholomew prev¨¦ una reducci¨®n del 30% sobre el techo m¨¢ximo autorizado de fuerzas norteamericanas en Espa?a, que se obtendr¨¢ en gran medida gracias al traslado desde Torrej¨®n al sur de Italia del Ala T¨¢ctica 401 de la fuerza a¨¦rea de EE UU.
Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, que se recupera actualmente de la extirpaci¨®n de un p¨®lipo intestinal, repite ahora hasta la saciedad que, tras la conclusi¨®n del convenio, "las relaciones con Estados Unidos tienen que cobrar una dimensi¨®n de normalidad".
Con ese prop¨®sito, el jefe del Gobierno, Felipe Gonz¨¢lez, viajar¨¢ en oto?o a Washington, probablemente el 19 de octubre, aunque hubiese preferido efectuar el desplazamiento durante el primer semestre del a?o, mientras encabezaba la Comunidad Europea.
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