Un prelado atribuye la plaga de las algas a un castigo divino
El arzobispo de R¨ªmini, Ersilio Tonini, que al atardecer del domingo desparram¨® agua bendita sobre las "muertas aguas de las playas del Adri¨¢tico", lanz¨® al un serm¨®n apocal¨ªptico recordando las ciudades b¨ªblicas de Sodoma y Gomorra, castigadas por sus pecados y por no haber encontrado Dios en ellas ni siquiera 40 hombres justos.
El arzobispo, que pronunci¨® sus palabras desde un altar con uvas, lenguados y calamares frescos, tra¨ªdos por los trabajadores del mar y de la tierra, y frente a un crucifijo de madera atrapado por las cuerdas de una red de pescador, lleg¨® a decir que la desgracia de las algas podr¨ªa acabar siendo "una bendici¨®n" de Dios para que la gente tome conciencia de sus pecados.
Ersilio Tonini mezcl¨® en un mismo cesto los pecados m¨¢s variados: el aborto, por ejemplo, afirmando que quien no respetael fruto del vientre de una madre tendr¨¢ pocos escr¨²pulos en matar el mar Adri¨¢tico, al que llam¨® "pulm¨®n del mundo". Los pecados "sensuales" que se consuman en las playas, como si el mar, subray¨®, fuese s¨®lo "objeto de placer" y no, sobre todo, un bien de Dios.
Pecados pol¨ªticos
No se olvid¨® tampoco de los pecados de los pol¨ªticos, lamentando retrasos en la salvaguardia de un bien p¨²blico, como tambi¨¦n tuvo palabras incendiarias para una "econom¨ªa de muerte", la cual, dijo, vierte las basuras de sus empresas en el mar, s¨®lo por motivos "de consumismo y de lujo". Como otros a?os, durante la fiesta del mar, el arzobispo lanz¨® a las aguas una corona de laurel como s¨ªmbolo de matrimonio con el mar. "Lo hacemos tambi¨¦n este a?o", dijo, "aunque la ¨¦pocaest¨¢ muerta", con la esperanza de que pueda re sucitar. Esto, a?adi¨®, s¨®lo podr¨¢ pasar si los hijos de aquellas playas y de toda Italia "se arrepienten de sus pecados", porque, de lo contrario, "Dios podr¨ªa destruir con el fuego aquellas ciudades apresadas por la vida mundana".
Ha pedido a todos los p¨¢rrocos de su archidi¨®cesis que se unan en oraci¨®n para que Dios salve no s¨®lo al mar de sus f¨¦tidas algas, sino, sobre todo, a los hombres, que "con sus pecados" son los responsables de tal "tragedia b¨ªblica".
Mientras tanto, tambi¨¦n el Ej¨¦rcito est¨¢ trabajando contra la cat¨¢strofe de las algas, que ha alejado de aquellas playas al 50% de los turistas, seg¨²n datos oficiales. Tiene previsto realizar un informe fotogr¨¢fico con la tecnolog¨ªa m¨¢s moderna y a todo color para poder estudiar mejor toda aquella superficie viscosa.
Ayer, el suplemento sat¨ªricode L'Unit¨¢, el diario comunista, publicaba una vi?eta muy graciosa. Un ni?o le dice a su padre en la playa: "Pap¨¢, ah¨ª hay un hombre que no sabe nadar". Y el padre le responde: "No te preocupes, hijo, aqu¨ª basta con saber caminar". En otra vi?eta, el en¨¦simo listo de turno ofrece su receta definitiva para acabar con las algas: "Lo mejor ser¨ªa", dice a los cient¨ªficos, "empedrar todo el mar".
Protesta ecologista
Por su parte, los grupos verdes, como hab¨ªan hecho los alcaldes del Adri¨¢tico a las puertas del Parlamento creando una playa artificial con agua de algas llevada en cubos, se han instalado en el centro de Mil¨¢n con botellas de agua, no del mar, sino de los r¨ªos de Lombard¨ªa, m¨¢s sucia a¨²n que la del mar Adri¨¢tico, a la que consideran responsable de la invasi¨®n de algas.
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