Bienvenidos, pero menos, a Alemania Occidental

Decenas de ciudadanos de Europa del Este, especialmente de Alemania Oriental, han huido en las ¨²ltimas semanas a Occidente aprovechando las relativas ventajas de una situaci¨®n m¨¢s relajada en la frontera y la destrucci¨®n del tel¨®n de acero entre Austria y Hungr¨ªa. La frontera abierta ya entre estos dos pa¨ªses se ha convertido en un agujero negro que despierta una tentaci¨®n irresistible para los potenciales fugitivos de la Alemania socialista.

A las embajadas de la RFA en Berl¨ªn Este, Praga y Budapest llegan continuamente alerrianes orientales para intentar forzar una emigraci¨®n que a¨²n les ha sido negada. Las autoridades h¨²ngaras y el Gobierno de Bonn han intentado disuadir a los alemanes orientales de utilizar la frontera austro-h¨²ngara para huir, ya que pueden crear graves problemas a Budapest con sus aliados en el Pacto de Varsovia. Budapest ha advertido a quiene s lo vayan a intentar que en los seis primeros meses de 1989 las patrullas fronterizas hab¨ªan detenido a 500 alemanes orientales que intentaban cruzar ilegalmente la frontera con Austria y que se les imprimi¨® un sello en el pasaporte que revela a la polic¨ªa alemana oriental su intento de huir a Occidente.

Parad¨®jicamente, este aumento es paralelo al que se registra en las emigraciones realizadas con el benepl¨¢cito de las autoridades de Berl¨ªn Este. M¨¢s de 37.000 ciudadanos de Alemania Oriental han dado definitivamente la espalda a ese Estado en lo que va de a?o. El Gobierno de Bonn espera que a finales de a?o oscilen entre los 80.000 y los 100.000.

Exodo masivo

La emigraci¨®n masiva a Occidente de ciudadanos de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana ha alcanzado una intensidad desconocida desde la construcci¨®n del muro de Berl¨ªn, en 1961. Desesperanzados por el rechazo de la direcci¨®n comunista de la RDA a emprender reformas liberalizadoras similares a las que protagonizan otros pa¨ªses socialistas, e insatisfechos por las crecientes dificultades en la econom¨ªa y el abastecimiento, nunca fueron tantos los alemanes orientales decididos a emigrar a Occidente. Este fen¨®meno est¨¢ creando graves problemas a ambos lados de la frontera interalemana. En la RFA provoca problemas de alojamiento y nuevas tensiones sociales, ya que cada vez son menos bienvenidos los fugitivos.

Los efectos comienzan a sentirse en la RDA, aquejada de un d¨¦ficit cr¨®nico de mano de obra, con el cierre de peque?os comercios privados, abandonados por estos emigrantes, muchos de ellos destacados en sus comunidades por su iniciativa y laboriosidad.

Este ¨¦xodo de alemanes orientales est¨¢ motivado m¨¢s por la falta de esperanza de cambios pol¨ªticos que por dificultades econ¨®micas, si bien ¨¦stas aumentan continuamente. Varios centenares de miles de familias han presentado la solicitud de emigraci¨®n pese a las represalias de que son objeto tras hacerlo. En algunos hospitales de ciudades del sur de la RDA, la regi¨®n m¨¢s afectada por este fen¨®meno, los cuadros m¨¦dicos han presentado en bloque la demanda de emigraci¨®n.

"No pueden concederlas. Si lo hicieran se desmoronar¨ªa todo el sistema sanitario, del que tan orgulloso est¨¢ el r¨¦gimen y no sin raz¨®n", manifestaba recientemente a este peri¨®dico un m¨¦dico cerca de Leipzig. Muchos de los emigrantes potenciales no son contrarios al sistema socialista ni est¨¢n obcecados por la tentaci¨®n del capitalismo, como es el caso de muchos de los fugitivos j¨®venes.

Presentan la solicitud como acto de protesta contra la obstinaci¨®n ortodoxa y antirreformista de las autoridades y la represi¨®n del derecho de opini¨®n.