Bol¨ªvar: "Me llevaba bien con los presos de ETA"
"Uno de ellos, incluso, me tradujo un canci¨®n de Kortatu [un grupo de rock radical vasco]. Yo hablaba con ellos, me llevaba bien con ellos; otros compa?eros ni les dirig¨ªan la palabra", comentaba, anonadado, el joven funcionario de prisiones Dionisio Bol¨ªvar, de 25 a?os, reci¨¦n llegado a Madrid. Recordaba a los cuatro etarras que conoci¨® en la prisi¨®n de Murcia, donde trabaj¨® durante un a?o.Pasaban pocos minutos de las once de la noche y el vuelo de Iberia 008, procedente de Las Palmas de Gran Canaria, acababa de tomar tierra en el aeropuerto de Barajas. A Bol¨ªvar y a su mujer, Mercedes, de 23 a?os, -ni siquiera un a?o de casados- no les esperaba ning¨²n funcionario o representante del Ministerio de Justicia. Nadie. Salvo dos informadores de este diario, por los que se enteraron de las circunstancias que rodearon la muerte de Conrada Mu?oz. Los reci¨¦n llegados se trasladaron a la Colonia de los ?ngeles, al sur de Madrid, donde unos familiares les llevar¨ªan inmediatamente a Granada por carretera. "Yo pensaba que le hab¨ªa sucedido algo a mi madre, estaba algo delicada", musitaba ¨¦l, los ojos h¨²medos, tras enterarse de lo que pas¨® exactamente en Granada. Mercedes rompi¨® a llorar. Un compa?ero de la prisi¨®n del Salto del Negro, donde Bol¨ªvar llevaba trabajando un a?o, desde que lleg¨® de Murcia, le hab¨ªa dicho, simplemente, que su madre hab¨ªa muerto. Eran las tres de la tarde de ayer. Los intentos de llamar a Granada fueron infructuosos y la pareja sali¨® zumbando hacia el aeropuerto.
"Pero si yo..., al rev¨¦s... pero si trabajaba con ellos, si me llevaba bien con ellos, encima... ", insiste ¨¦l. Lleva un polo granate y unos pantalones beis que le quedan muy grandes. Es muy delgado. Mercedes, pelo rubio y largo, recuerda que Dionisio acaba de aprobar, ya es un funcionario fijo, despu¨¦s de dos a?os de interinidad: "Yo no continuar¨ªa". ?l duda, no sabe qu¨¦ hacer. "Ellos sab¨ªan que yo era de Granada. Ellos lo saben todo, no s¨¦ como, pero lo saben todo". Est¨¢ confuso y fuma. S¨®lo responde a las preguntas y pide detalles: "El paquete, ?iba dirigido a m¨ª?". "S¨ª". Y se calla de nuevo. No sabe de los heridos. "A qu¨¦ hora fu¨¦?"
Est¨¢ afiliado a CC OO. Antes, el a?o que estuvo en Murcia, pertenec¨ªa al CSIF. "Nunca me lo hubiera imaginado", murmura ella. "?Lo han reivindicado?", pregunta incr¨¦dula. Dionisio sab¨ªa del paquete enviado a un compa?ero de Murcia y asiente. Parece entender la relaci¨®n. Y cree que corre peligro. "El Gobierno nos est¨¢ utilizando... pero prefiero no hablar".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.