El relevo de Woody Allen
Steven Soderbergh y Spike Lee son la nueva generaci¨®n del cine norteamericano
Woody Allen ha dejado de ser el eterno ni?o terrible del cine norteamericano. Dos j¨®venes cineastas de su pa¨ªs le han liberado de esa etiqueta por m¨¦ritos propios. Se trata de Steven Soderbergh, ganador del festival de Cannes, y Spike Lee, un joven de color que ha provocado una tremenda pol¨¦mica social en EE UU con su filme Do the right thing. El pr¨®ximo jueves se estrena en nuestro pa¨ªs Sex, lies and videotape, la pel¨ªculaque ha permitido a Soderbergh, de 26 a?os de edad, pasar a la historia del cine como el director m¨¢s joven que ha logrado la Palma de Oro en Cannes.
El ¨¦xito cosechado en Francia y la expectaci¨®n que se ha creado en Estados Unidos parecen no haber afectado a Steven Soderbergh, que ha decidido retirarse a descansar a su casa de Charlottesville (Virginia, EE UU) en lugar de asistir a la premiere de su pel¨ªcula que se estren¨® la pa sada semana en Westwood. Soderbergh ha dejado Los ?ngeles en el momento en que otros llegan para promocionar y alabar su trabajo. En su apartamento, el contestador autom¨¢tico explica a los que le llaman que ha abandonado la ciudad y que dejen el mensaje despu¨¦s del bip. El director de Sex, lies and videotape, sin embargo, ha tomado buena nota de algunos de esos mensajes. Como ¨¦l mismo reconoce, est¨¢ en contacto con Barry Levinson, Robert Redford y Sydney Pollack, con quienes piensa trabajar a lo largo de este a?o. Pollack le ha encargado la direcci¨®n de una pel¨ªcula para la Universal, The last ship, una historia de hombres y mujeres. Soderbergh ha aceptado estudia esos trabajos con ilusi¨®n, y se alegra de que "de repente las cosas que digo sean tomadas en serio".
Despertar la curiosidad
La pel¨ªcula con que Soderbergh arras¨® en Cannes ha despertado la curiosidad de Hollywood acerca de c¨®mo est¨¢ reaccionando el p¨²blico con pel¨ªculas sencillas y cotidianas. Sex, lies and videotape es una de esas muestras del nuevo cine. El argumento gira en torno a un joven matrimonio que vive en Batton Rouge (Luisiana). John y Ann (Peter Gallagher y Andie Mac Dowell) comienzan a tener problemas cuando ¨¦l inicia una aventura con Cynthia (Laura San Giacomo), la hermana de ella.
El tri¨¢ngulo se rompe cuando aparece Graham (James Spader, que gan¨® el premio al mejor actor en Cannes). Graham es un amigo del colegio de John que se convierte en impotente en presencia de mujeres, y que compensa esa circunstancia filmando v¨ªdeos de chicas hablando sobre sexo.
Pero Soderbergh, a pesar de su juventud, no es un cineasta nacido de la noche a la ma?ana. Su historia comenz¨® hace 14 a?os, cuando su padre le facilit¨® el acceso a las clases de verano de la universidad del Estado de Luisiana. Dos a?os antes hab¨ªa escrito una novela de 150 p¨¢ginas y descubierto su afici¨®n por el cine.
Esa pasi¨®n, a caballo entre la narrativa y lo visual, le llev¨® a escribir numerosos guiones; uno de ellos fue un encargo de la Tristar en 1986 para un musical que nunca lleg¨® a filmarse. Ese mismo a?o intent¨® la aventura de Hollywood, pero no tuvo suerte.
Cuando se cans¨® de dormir en las furgonetas de los amigos regres¨® a su casa, donde decidi¨® en 1987 llevar a cabo el proyecto que le dar¨ªa fama mundial. "Sex, lies and videotape es la historia de los ¨²ltimos 10 a?os de Steven; ahora se abre una nueva etapa mucho m¨¢s extensa para ¨¦l y que estoy seguro sabr¨¢ aprovechar", ha comentado Peter, su padre.
El car¨¢cter so?ador de este joven cineasta contrasta con el empuje ejecutivo de los directores cl¨¢sicos. Soderbergh, al que le encanta pasearse estos d¨ªas con una camiseta publicitaria de la pel¨ªcula de Spike Lee Do the right thing, ha tomado el relevo a Woody Allen y le ha liberado de la etiqueta de ni?o terrible que ha mantenido pese a su edad durante m¨¢s de una d¨¦cada y media.
Soderbergh derrot¨® en Cannes a Spike Lee, pero cree que este cineasta de color "es un hombre muy valiente cuando utiliza la c¨¢rnara". "Nosotros empezamos a hacer cosas diferentes, pero ¨¦l tiene que hacer dinero, porque si eres un director negro que haces pel¨ªculas sobre negros y tus pel¨ªculas no arrasan las taquillas es m¨¢s dificil encontrar un nuevo trabajo que si eres blanco".
Provocar al p¨²blico
Pero eso no sucede con Spike Lee. A sus 32 a?os, Lee gana dinero, y adem¨¢s ha conseguido provocar al p¨²blico con una cinta en la que se ha limitado, intencionadamente, a poner el dedo en la llaga en un tema muy delicado en Estados Unidos: la lucha racial. Lee utiliza estereotipos de los personajes que circulan por este pa¨ªs y los enfrenta a situaciones muy exageradas, pero no exentas de un realismo social que ha levantado ampollas.
Soderbergh y Lee representan claramente la nueva generaci¨®n de cincastas norteamericanos. Su juventud y la forma en que conciben el cine ha sorprendido en Hollywood, donde ni tan siquiera consiguen sujetarles para que se hagan la foto de rigor el d¨ªa del estreno.
Soderbergh est¨¢ m¨¢s ocupado jugando al b¨¦isbol en Virginia, y Lee, jugando al baloncesto con sus amigos de Nueva York, todos ellos entusiastas de Michael Jordan, el ¨ªdolo del Chicago Bulls.
De los otros ¨ªdolos de la intelectualidad se preocupan poco y mantienen tambi¨¦n cierta distancia cr¨ªtica hacia ellos. "Woody Allen ha hecho veinte pel¨ªculas y yo nunca he le¨ªdo por qu¨¦ no ha inclu¨ªdo jam¨¢s a gente de color en sus pel¨ªculas", ha dicho Spike Lee.
El origen noruego de Steven Soderbergh puede ser quiz¨¢ el origen de esa cara de p¨®ker que no cambia ni siquiera con el ¨¦xito. "Lo siento, no tengo otra expresi¨®n", suele comentar. A Soderbergh las comparaciones con Woody Allen suelen parecerle odiosas y cree que termeinar¨¢n "cuando yo haga mi pr¨®xima pel¨ªcula y el p¨²blico se d¨¦ cuenta que somos diferentes".
Babelia
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