Los misiles iraqu¨ªes y la aviaci¨®n siria
"Si el general Aoun [cabeza de la fracci¨®n cristiana] utiliza los misiles Frog [supuestamente enviados por Irak], est¨¢ perdido, ser¨¢ el fin. Ya no habr¨¢ m¨¢s l¨ªneas rojas. Los sirios recurrir¨¢n a la aviaci¨®n", asegura convencido A. A., un general de brigada musulm¨¢n que, "de haber sido maron¨ª, hubiera ocupado la jefatura del Ej¨¦rcito".Estamos en la redacci¨®n del diario liban¨¦s An Nahar (El D¨ªa), en el centro de Beirut oeste, y fuera empieza a o¨ªrse el retumbar de los ca?ones.
La queja de este oficial sun¨ª, que prefiere mantener el anonimato, saca a la luz la esencia del problema liban¨¦s, ese malestar que hace 14 a?os y cinco meses hizo estallar, con la mecha de otros factores, la guerra civil.
Una cl¨¢usula en la Constituci¨®n y un acuerdo no escrito denominado el pacto nacional consagran en 1943 un reparto de poder confesional que con el tiempo va perdiendo su base demogr¨¢fica y consagrando elcontrol del poder por una sola comunidad, la maron¨ª, de las 17 que componen el pa¨ªs. Como el presidente, el jefe de las fuerzas armadas debe pertenecer por ley a esa comunidad.
"Aoun entr¨® en el Ej¨¦rcito cinco a?os m¨¢s tarde que yo", asegura en ref¨¦rencia al general Michel Aouri, maron¨ª jefe del Ej¨¦rcito liban¨¦s y desde el pasado 23 de septiembre presidente de un Gobierno provisional que se ha peirpetuado en medio del rechazo de los dirigentes musulmanes. La imposibilidad de elegir en aquella fecha un nuevo presidente de la rep¨²blica para reemplazar al saliente Amin Gemayel. revelaba con toda claridad la urgencia de unas reformas pol¨ªticasque acabaran con la desigualdad consagrada en el pacto nacional. Ante la ausencia de signos de esperanza, se forma, con la:ayuda de Siria, un Gabinete alternativo en el sector musulm¨¢n.
"Nosotros tambi¨¦n respet¨¢bamos a Aouri, y seguimos pensando que es un hombre honesto, pero desde el momento en que se meti¨® en pol¨ªtica, cav¨®su tumba", asegura el general A. A. "Mi opini¨®n personal es que Estados Unidos le meti¨® en la cabeza la idea de que pod¨ªa llegar a ser presidente, y cuando comprendi¨® que esto no era posible, se lanz¨® a esta absurda guerra de liberaci¨®n".
Ahora, el l¨ªder cristiano est¨¢ preso de su lucha", asegura el oficial entrevistado. "A estas alturas no puede volverse atr¨¢s. Creemos que la Liga ?rabe ha sido injusta condenando la presencia siria y no la israel¨ª. Si los soldados sirios se van antes de que aqu¨ª se hayan llevado a cabo las reformas pol¨ªticas, tendremos o el dominio de Aoun, lo que significa continuar como est¨¢bamos en 1975, o el reino de las milicias de nuevo, lo que, no nos enga?emos, equivale al reino de Hezbol¨¢ [Partido de Dios, shi¨ª proiran¨ª], y eso nos interesa a¨²n menos".
El general, que expresa en sus tesis el sentir de los sectores moderados sun¨ªes, recuerda que la presencia siria no es vista por muchos de sus conciudadanos como la de un Ej¨¦rcito extranjero. "Se trata de un pa¨ªs¨¢rabe, y existe un cierto sentimiento de pertenecer a la misma naci¨®n".
A. A. tiene su propia f¨®rmula para romper el bloqueo pol¨ªtico en que se encu-,ntra su pa¨ªs. "La llave est¨¢ en manos de Estados Unidos. Prirnero habr¨¢ que apartar a Aoun y colocar en el Este [sector cristiano] a alguien que est¨¦ dispuesto a acabar con la cl¨¢usula del confesionalismo durante un per¨ªodo de dos legislaturas, manteniendo el reparto de los tres primeros cargos (presidente, primer ministro y presidente del Parlamento), pero no en el resto del funcionariado. La legislatura se -.,educir¨ªa de seis a cuatro a?os, con posibilidad de una reelecci¨®n. Al mismo tiempo se abolir¨ªan los actuales partidos y se promulgar¨ªa una nueva ley que les impidiera tener car¨¢cter confesional".
No quiere o¨ªr hablar de cantones o federaci¨®n. "Tenemos la mejor federaci¨®n del mundo, si sabemos aplicarla, leyes generales para todos y comunitarias para el derecho privado o de familia".
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