Malos modos en Labacolla

Los 60 periodistas y fot¨®grafos que acompa?aban al papa Wojtyla en su avi¨®n se llevaron un berrinche a la llegada al aeropuerto de Labacolla. El motivo fue la desorganizaci¨®n reinante y los modos bruscos con que fueron tratados por las fuerzas de orden p¨²blico, que intentaron encerrarlos en una especie de corral, lej¨ªsimos del Papa y de los otros periodistas presentes.Los agentes no atendieron las indicaciones de que en m¨¢s de 40 viajes realizados con el Papa nunca hab¨ªa pasado algo igual y que ello nos iba a originar muy mala prensa en el extranjero. "Ustedes obedezcan y callen", fue la ¨²nica respuesta mientras segu¨ªan empujando.

Los fot¨®grafos italianos gritaban enfadad¨ªsimos ante la imposibilidad de poder disparar una sola foto: "Esto nos pasa por tontos. As¨ª deber¨ªamos tratar nosotros a los espa?oles en Italia, donde, al rev¨¦s, no sabemos m¨¢s que darles facilidades en todo".

Tambi¨¦n los fot¨®grafos espa?oles gritaban indignados por el desorden, y los extranjeros preguntaban qu¨¦ significaba aquello de "co?o seco" que se o¨ªa casi como una letan¨ªa. El mismo responsable de prensa del Vaticano que acompa?aba a los periodistas en el avi¨®n se vio empujado hacia el corral y se le impidi¨® que pudiese conducir a los informadores hasta la sala de prensa antes de que acabase la ceremonia en el aeropuerto, como estaba pactado. "Me rindo", afirm¨® desesperado, " no puedo hacer nada", mientras los soldados le pon¨ªan tambi¨¦n a ¨¦l la metralleta a la altura del est¨®mago.

A un extranjero que preguntaba a un espa?ol c¨®mo se explicaba aquel rigor inmotivado y aquellos exabruptos en la nueva Espa?a democr¨¢tica, se le respondi¨® que eran "s¨®lo resabios de tiempos pasados" y que la culpa no era de los agentes, sino de quienes les hab¨ªan dado las ¨®rdenes. Y en efecto, lo m¨¢s grave era que no se vio ni por casualidad un solo interlocutor responsable por aquellos alrededores.

M¨¢s tarde, los fot¨®grafos que viajaron con Juan Pablo II realizaron un plante ante la iglesia de San Mart¨ªn Pinario, donde el Papa celebr¨® un encuentro con minusv¨¢lidos. El plante se produjo porque a estos fot¨®grafos se les prohibi¨® trabajar dentro de la iglesia, mientras que los reporteros gr¨¢ficos que no viajaron con el pont¨ªfice pudieron hacerlas, tanto dentro como fuera de la iglesia.

Por ¨²ltimo, en esta l¨ªnea de peque?os incidentes y a pesar de las medidas adoptadas, una joven logr¨® acercarse hasta el veh¨ªculo del Papa -el Papam¨®vil- cuando ¨¦ste sali¨® del aeropuerto de Labacolla en direcci¨®n a Santiago. La joven salt¨® el cord¨®n de seguridad y lleg¨® a subir al estribo del veh¨ªculo papal, desde donde salud¨® al pont¨ªfice. Juan Pablo Il salud¨® a su entusiasta seguidora con la mano, antes de que el servicio de seguridad la retirase.