El Papa comienza su estancia en Asturias pidiendo la "santificaci¨®n del trabajo"

Juan Pablo II comenz¨® su visita a Asturias, segunda etapa de su viaje a Espa?a, con una misa en el aeroclub de Llanera, concelebrada con todos los obispos de la archidi¨®cesis, que dedic¨® a hablar sobre la "santificaci¨®n del trabajo". Fue un discurso filos¨®fico y teol¨®gico, quiz¨¢ no demasiado f¨¢cil para un p¨²blico de masas, en el que el Papa jug¨® con los elementos de "talento" y de la "fatiga" presentando la obra de la creaci¨®n como el "trabajo" por excelencia.

Unas 150.000 personas siguieron la misa, muchas de ellas procedentes de Astorga, Le¨®n y Santander. El lugar preparado por los obispios para el acto ten¨ªa una capacidad suficiente para medio mill¨®n de asistentes, pero los organizadores aseguraron ayer que, dadas las vacaciones estivales, una cifra de 100.000 personas pod¨ªa considerarse ya un triunfo.El Papa fue recibido por el arzobispo de Oviedo, Gabino D¨ªaz Merch¨¢n, ex presidente de la Conferencia Episcopal espa?ola, que en Roma ha tenido fama de hombre dialogante y ecum¨¦nico. Don Gabino, como se le llama cari?osamente, le dijo al Papa: "Ven¨ªs a encontraros con un pueblo antiguo por su historia y su cultura, pero siempre joven por su coraje, sus inquietudes y la. esperanza con que se proyecta el futuro". Y a?adi¨®: "Hoy d¨ªa cruzan Asturias los dif¨ªciles reajustes de un cambio social y de una transici¨®n econ¨®mica cuya grave amenaza para la industria., la miner¨ªa del carb¨®n y la agricultura habr¨¢ de superarse con la prudente direcci¨®n de las autoridades responsables, por la creativa laboriosidad de las clases trabajadoras y la decidida cooperaci¨®n de todas las instituciones y agentes sociales".En su discurso, el papa Wojtyla manifest¨® que el trabajo "nunca es la aplicaci¨®n de una fuerza an¨®nima, sino una expresi¨®n din¨¢mica de la cultura". Y exclam¨®: "?Que el trabajo sea una experiencia de s¨ªntesis entre la belleza, la verdad y el bien para una vida cada vez m¨¢s humana!".Juan Pablo II cit¨® el libro de los SaIrnos para afirmar que sin la ayuda de Dios el trabajo termina siendo "in¨²til". "Si el Se?or no construye la casa", dijo, recordando el salmo 126, "en vano se cansar¨¢n los alba?iles".El Pont¨ªfice, aunque acept¨® que el progreso cient¨ªfico y tecnol¨®gico modernos "han disminuido las fatigas" en el trabajo humano, fue muy duro sobre lo que llam¨® "la ambivalencia del progreso", ya que "el dominio cada vez mayor sobre las cosas va acompa?ado por la desorientaci¨®n del hombre donde el gran desarrollo t¨¦cnico no consigue realizar los principios esenciales de dignidad y solidaridad, provocando consecuentemente una mayor masificaci¨®n, desinter¨¦s y explotaci¨®n. donde el hombre pasa de ser dominador de la naturaleza a ser su destructor".

Concluy¨® con la condena tanto del "fracaso de las sociedades del materialismo ateo con su organizaci¨®n colectiv¨ªstico-burocr¨¢tica del trabajo humano", como de los problemas "no menos graves" que sufren "las sociedades neocapitalistas afectadas por una creciente cultura materialista".

Los asturianos, que recibieron a Juan Pablo II con evidente entusiasmo, le cantaron antes de empezar la misa Asturias, patria querida. A los asistentes se explic¨® que el Papa conoc¨ªa ya dicha canci¨®n porque en Polonia existe una con la misma m¨²sica.