Randolph Hearst
El heredero del 'Ciudadano Kane', en Mallorca
"La Prensa tiende a ser cada d¨ªa m¨¢s arrogante, y eso no gusta a la gente", afirma Randolph, director ejecutivo de Hearst Consolidate Publications, presidente de Hearst Corporations desde 1965 y uno de los hombres m¨¢s influyentes en Estados Unidos.Desde su empresa maneja uno de los mayores grupos de Prensa regional de todo el mundo. El nacimiento de su imperio fue cruelmente retratado por Orson Welles en la pel¨ªcula Ciudadano Kane. Parece, por su tajante afirmaci¨®n, que el heredero del viejo Hearst reniega de un pasado gracias al cual est¨¢ en la cumbre.
Hearst, casi sin propon¨¦rselo, traslad¨® parte de la influencia que posee a Mallorca, donde se convirti¨® en anfitri¨®n de relevantes personalidades del mund¨® financiero y de la realeza. A bordo del Br¨ªddlewood, un impresionante yate de 43 metros de eslora con nueve tripulantes a bordo, el magnate de la Prensa norteamericana naveg¨® junto a su amigo Robert A. Moshachez, secretario de Comercio Exterior de EE UU, a quien acompa?aba su esposa, Georgette, propietaria de una importante firma de cosm¨¦ticos.
A las fiestas organizadas por Hearst y su joven esposa, Veronica, en el Br¨ªddlewood asistieron los reyes de Espa?a, los reyes de Grecia, el duque de Ari¨®n, el pr¨ªncipe Pablo, la princesa Tatiana y el pr¨ªncipe Tchaotua, entre otras personalidades.
Hearst, al que se ha visto en ocasiones con el abogado Mat¨ªas Cort¨¦s, advirti¨® que no iba a responder a ninguna pregunta relacionada con la pol¨ªtica. "No es el momento ni el lugar apropiado para hablar de temas tan serios como ¨¦se", dijo. No puso reparos, en cambio, para referirse al dram¨¢tico episodio que vivi¨® 14 a?os atr¨¢s, cuando un comando del Ej¨¦rcito Simbi¨®tico de Liberaci¨®n secuestr¨® a su hija Patricia, cuya imagen empu?ando un fusil dio la vuelta al mundo. Patricia se enamor¨® de uno de sus captores y mantuvo en vilo a la opini¨®n p¨²blica mundial en un suceso que tuvo un final feliz, seg¨²n recuerda Hearst.
"Ella est¨¢ muy bien", dice con indisimulado afecto paternal. "Se cas¨®, tiene dos hijos maravillosos, es una feliz ama de casa y vive en Greenwich [Inglaterra]. Creo que su recuperaci¨®n ha sido asombrosa y dudo que le hayan quedado secuelas de esos hechos".
En sus 74 a?os de vida, Randolph Hearst ha acumulado una gran experiencia en el desarrollo de los medios de comunicaci¨®n norteamericanos, ¨®rganos poderosos e influyentes que ¨¦l conoce mejor que nadie.
"Los medios de comunicaci¨®n son determinantes, pero no tanto como ellos mismos creen. Los lectores son cada d¨ªa m¨¢s inteligentes y no se dejan enga?ar por art¨ªculos tendenciosos y escasamente fundamentados", asegura Hearst, que apuesta por un futuro estrechamente ligado a la tecnolog¨ªa. "Los medios audiovisuales ser¨¢n muy poderosos y la Prensa tendr¨¢ que adaptarse a las nuevas exigencias para seguir siendo competitiva. Todo est¨¢ cambiando y no podemos permanecer indiferentes".
Hearst, que decidi¨® amarrar el BridIewood en el sitio de moda en Mallorca -Puerto Portaltras surcar las aguas de Cerde?a las costas italianas y el sur de Francia, dice que est¨¢ muy interesado en invertir en Espa?a: "Es un proyecto que tengo en mi mente, pero que a¨²n no he madurado suficientemente".
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