Las sombras de Quito
Los investigadores no logran desvelar el oscuro origen del secuestro, hace 18 d¨ªas, de Mart¨ªn Berrocal
QuitoUn "comit¨¦ de crisis" compuesto por varios grupos de la polic¨ªa ecuatoriana contin¨²a investigando todas las pistas en el secuestro del empresario espa?ol Pablo Mart¨ªn Berrocal. Sin embargo, la amplia operaci¨®n policial y la colaboraci¨®n de los funcionarios espa?oles enviados a Quito no han conseguido a¨²n despejar la inc¨®gnita sobre el suceso, ejecutado impecablemente. La familia Mart¨ªn Berrocal est¨¢ asustada por el "oscuro y profesional" secuestro realizado el pasado d¨ªa 9 por un comando de seis hombres vestidos de polic¨ªas.
Los supuestos agentes policiales interceptaron el veh¨ªculo del empresario espa?ol, propietario de la plaza de toros de Quito, en la calle Lincoln, muy cerca del hotel Quito, donde ¨¦ste se alojaba habitualmente durante sus estancias en Ecuador. Un grupo se llev¨® en una furgoneta roja al empresario mientras otros reten¨ªan al conductor y hombre de confianza de Berrocal, Crist¨®bal Burbano, quien fue amordazado y abandonado en un barrio en las afueras de la capital.La ¨²nica pista que dejaron los secuestradores fue su aspecto y sus voces. Seg¨²n el conductor, parec¨ªan hombres de la sierra ecuatoriana, su acento tambi¨¦n era propio de esa zona y mencionaron a algunos de los socios de Berrocal en la plaza de toros de Quito. ?sas son todas las pistas que hasta ahora tiene la polic¨ªa ecuatoriana, que una semana despu¨¦s del secuestro ha comenzado a visitar a los socios, amigos y conocidos del empresario para intentar descubrir alg¨²n dato que les lleve hasta el comando.
La familia Berrocal, sorprendida y angustiada por el caso, solicit¨® la presencia en Quito de polic¨ªas espa?oles para que colaboraran en la investigaci¨®n. El Gobierno acept¨® esa ayuda y los funcionarios espa?oles se ocupan diariamente de transmitir a la familia Berrocal el desarrollo de las investigaciones policiales.
El comisario Juan Lamarca L¨®pez y el oficial de la Guardia Civil Jos¨¦ P¨¦rez Navarrete, adscritos a la Secretaria de Estado para la Seguridad, llegaron a Ecuador y se alojaron en el mismo hotel donde se encuentra recluida, a la espera de noticias, la esposa del empresario, Blanca Paradela.
Inmediatamente se pusieron en contacto con los investigadores ecuatorianos la familia, los amigos del secuestrado y la Embajada espa?ola. El pasado 16 de agosto asistieron a una reuni¨®n con los jefes policiales, que presid¨ªa el comandante general de la polic¨ªa, Gilberto Molina. Se analizaron todas las hip¨®tesis, porque se carece de pistas firmes. Los polic¨ªas espa?oles salieron de la reuni¨®n acompa?ados por el mayor Vacas, jefe de los Grupos de Intervenci¨®n y Rescate (GIR), cuyos oficiales han recibido formaci¨®n en Francia y en Espa?a. Los funcionarios espa?oles acuden diariamente al departamento de las unidades de investigaci¨®n especiales en las afueras de Quito, donde son informados de las investigaciones policiales.
Los dos funcionarios "aconsejaron" a la familia Berrocal nada m¨¢s llegar a Ecuador que rompiera su s contactos con los medios de comunicaci¨®n. Sin embargo, el pasado mi¨¦rcoles dieron a conocer un comunicado en el que solicitaban que los secuestradores se pusieran en contacto con ellos.
Los dos miembros de los servicios de informaci¨®n espa?oles negaron a este peri¨®dico ser los enviados del Gobierno espa?ol, pese a haber sido localizados e identificados incluso saliendo del despacho del comandante general de la polic¨ªa, una vez finalizada su reuni¨®n con sus colegas ecuatorianos. "T¨² dices que somos funcionarios espa?oles y nosotros decimos que no. ?Vale!", fue su desairada respuesta al interesarnos por el desarrollo de las investigaciones.
Profundamente dedicados
El comandante general de la polic¨ªa, Gilberto Molina, explic¨® a este peri¨®dico que organiz¨® "un comit¨¦ de crisis" cornpuesto por diferentes grupos policiales que investigan el caso. "Estamos profundamente dedicados a este secuestro; se est¨¢n estudiando todas las hip¨®tesis y se est¨¢ rastreando todo el pa¨ªs", dijo el jefe de la polic¨ªa ecuatoriana.
La familia Berrocal y altas fuentes del Gobierno ecuatoriano sostienen que el secuestro a¨²n no ha sido reivindicado y que nadie ha exigido un rescate. La desorientaci¨®n policial ha llevado a que los agentes realizaran una semana despu¨¦s del secuestro investigaciones con los amigos y socios de Berrocal en Quito que les pudieran facilitar alguna pista.
Las hip¨®tesis son variadas, y se habla de grupos colombianos en busca de blanqueo de dinero, de los grupos terroristas guerrilleros de Ecuador Alfaro Vive y Montoneras Patria Libre, de mafias taurinas y de delincuentes comunes.
Pablo Mart¨ªn Berrocal comenz¨® a frecuentar Ecuador al comprar la plaza de toros de Quito a Luis Miguel Domingu¨ªn a primeros de 1988 por 175 millones de pesetas. Socios y amigos de Berrocal explican que el empresario espa?ol tiene sus negocios importantes en Espa?a y que la plaza de Quito s¨®lo es un hobby que no produce beneficios espectaculares, ya que organiza cinco o seis corridas al a?o. Estos socios tambi¨¦n han precisado que Berrocal era demasiado conocido en Quito desde que organiz¨® las primeras corridas de toros en la capital ecuatoriana.
Los grupos terroristas de este pa¨ªs centran otras sospechas. Alfaro Vive ha iniciado una negociaci¨®n con el Gobierno. Montoneras Patria Libre se ha negado a pactar con el Gobierno aunque ha sufrido duros golpes policiales. Sin embargo, algunos miembros del Gobierno y expertos de la polic¨ªa creen que los guerrilleros hubieran reivindicado ya el secuestro en el caso de que lo hubieran realizado, aunque estos grupos tambi¨¦n podr¨ªan haber tomado serias precauciones, puesto que el ¨²ltimo secuestro fue desbaratado al localizar la polic¨ªa la llamada de los secuestradores para reivindicar el hecho y exigir un rescate.
La Embajada de Espa?a en Quito no se explica bien las r¨¢zones del secuestro. El diplom¨¢tico Ram¨®n Santos, encargado de negocios de la sede diplom¨¢tica -el embajador est¨¢ de vacaciones-, opina que "en este caso hay demasiados misterios; es un secuestro opaco".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.