Con flores a Mar¨ªa
La roca de Jasna Gora se estremeci¨® en lo m¨¢s profundo, casi como cuando rechaz¨® la invasi¨®n de los suecos por el siglo XVII -gesta inmortalizada por el autor de Quo Vadis, Sienkiewicz, en la tercera parte de su trilog¨ªa titulada El Diluvio- Se trataba de un acontecimiento ¨²nico, por primera vez un primer ministro iba con flores a Mar¨ªa, con flores a porf¨ªa, para rendir homenaje a Nuestra Se?ora de Czestochowa en su fiesta patronal. Rodeado de obispos y cardenales y una multitud de peregrinos de por lo menos 300.000 personas, el primer ministro Mazowiecki reconoci¨® p¨²blicamente su fe cat¨®lica y al propio tiempo se hizo m¨¢s popular a¨²n si cab¨ªa. Los fieles, que ni siquiera se hab¨ªan percatado de la presencia del mandatario en el monasterio, comentaron a esta cronista que "si ha venido, mejor, sobre todo para ¨¦l".La planicie que se abre al pie de las invencibles murallas estaba llena de curas con sotana, monjas con guitarra, inv¨¢lidos, j¨®venes que cantaban "la vida es maravillosa, el se?or me ama", y portaban cruces de flores, ramos de plantas que dejaban a los pies de la Virgen.
Desde muy lejos se pod¨ªa divisar la imagen de nuestra se?ora, un bell¨ªsimo icono del siglo XV, que hab¨ªa sido descubierta para regocijo de los peregrinos que en esta ocasi¨®n renovaron sus votos. Lo m¨¢s florido y cat¨®lico de Polonia estaba reunido ayer en esta localidad, cuya principal avenida, precisamente llamada de Nuestra Se?ora, se nutr¨ªa de paseantes que aprovechaban, c¨®mo no, para fisgar en las tiendas y tratar de conseguir aqu¨ª lo que no pod¨ªan obtener en sus comercios natales. Y todos tan contentos.
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