Ana Bautista
Una campeona que no estar¨¢ en Barcelona 92
Ana Bautista descubri¨® de repente que era famosa cuando ayer lleg¨® a Madrid desde Hannover (RFA), donde el pasado fin de semana logr¨® cuatro medallas en la Copa de Europa de gimnasia r¨ªtmica. La gente la paraba por la calle y le dec¨ªa: "Te vimos en televisi¨®n, enhorabuena, lo hiciste muy bien", y los periodistas la persegu¨ªan para saber algo m¨¢s de esta chica de 17 a?os que en s¨®lo 48 horas se ha convertido en toda una campeona ganando a las reinas de la gimnasia, las b¨²lgaras y las sovi¨¦ticas."Todo el mundo piensa que las chicas que nos dedicamos a la gimnasia somos un poco masoquistas y un poco raras. Siempre nos preguntan '?pero os compensa tanto sacrificio?'. Claro que nos compensa, no somos tontas, y cuando no sea as¨ª, yo al menos, lo dejar¨¦". Ana, desde luego, no responde a la imagen de gimnasta sometida a la dictadura de una federaci¨®n y de una entrenadora. Ana sabe lo que quiere. "La gimnasia es un deporte muy duro. Si te dedicas a ella y quieres llegar al m¨¢s alto nivel posible, tienes que renunciar a muchas cosas y has de cambiar tu vida. Yo me entreno nueve horas diarias, s¨®lo descanso los domingos y tengo que llevar una dieta alimentaria muy rigurosa. No es que pase hambre, pero no puedo comer lo que come todo el mundo. Y basta que te digan que no pruebes algo para que te apetezca eso".
Ana pesa 42 kilos y mide 1,55 metros. "Ahora la gimnasia atraviesa un momento en el que te tienes que cuidar mucho porque las jueces no s¨®lo valoran la t¨¦cnica, sino tambi¨¦n la est¨¦tica". Ana confiesa haber renunciado a una parcela de su vida privada: "Tengo 17 a?os y no he salido nunca con un chico" Tambi¨¦n ha perdido el contacto diario con su familia desde que en 1986 abandon¨® Tenerife, su ciudad natal, y se vino a Madrid becada por la federaci¨®n. "Mis padres est¨¢n contentos con lo que hago. Fue mi padre, que era ciclista [Amador Bautista, del Teka], quien me anim¨® para que hiciera un deporte. Pero fue mi madre la que eligi¨® la gimnasia. En principio pens¨® en la deportiva, pero en Tenerife la ¨²nica que se practicaba era la r¨ªtmica. Y yo ahora no me arrepiento de la elecci¨®n".
La campeona espa?ola, que lleva guardadas desde el domingo en un bolsillo de sus bermudas una medalla de oro, otra de plata y dos de bronce, piensa que quiz¨¢ haya llegado ya para ella el momento del adi¨®s, aunque la federaci¨®n intenta convencerla para que siga un poco m¨¢s. "Dentro de un a?o, con 18 a?os, ser¨¦ vieja. No puedo ir a Barcelona porque entonces ser¨¦ una anciana para este deporte. Ahora que he conseguido lo que nunca hab¨ªa logrado una gimnasta espa?ola quiz¨¢ sea el momento de irme".
Antes de tomar una decisi¨®n definitiva, Ana participar¨¢ en el Mundial de gimnasia r¨ªtmica que en los ¨²ltimos d¨ªas del mes de septiembre se celebrar¨¢ en Sarajevo, y al hacer el equipaje meter¨¢ en su bolsa una imagen de san Pancracio: "Es mi amuleto, me da suerte, por eso siempre lo llevo conmigo y le pongo, antes de cada competici¨®n, una ramita de perejil".
Como ya es una campeona, espera que no le suceda lo que le ocurri¨® en Hannover en el Campeonato de Europa. "No estaba preparado el himno espa?ol porque nadie esperaba que lograra una medalla, y cuando llamamos al consulado para pedirlo nos preguntaron que para qu¨¦. Cuando contamos que lo necesit¨¢bamos por si ganaba una medalla de oro, un se?or del consulado nos dijo ri¨¦ndose: 'Si logras una medalla de oro, voy yo mismo y te lo tarareo, pero con las b¨²lgaras y las sovi¨¦ticas no lo conseguir¨¢s". Al final, la organizaci¨®n logr¨® un himno: "Sonaba muy extra?o, pero aun as¨ª me emocion¨¦ al o¨ªrlo".
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