Un informe de la CE afirma que en Espa?a existe el menor nivel de sindicaci¨®n de los 'doce'

Un estudio encargado por la Comisi¨®n de las Comunidades Europeas a un grupo de expertos restringe a un 11% el porcentaje de trabajadores espa?oles que est¨¢n afiliados a alguna central sindical. Supone el m¨¢s bajo ¨ªndice de sindicaci¨®n de los 12 pa¨ªses comunitarios, muy alejado de que existe en el resto de los Estados miembros de la CE, salvo en el caso de Francia, pa¨ªs al que se atribuye un porcentaje entre el 12% y 16%. Esa estimaci¨®n sobre la afiliaci¨®n en Espa?a est¨¢ muy distante de la que tienen las propias centrales, que la sit¨²an cercana al 20%.

En el conjunto de la Comunidad Europea la cifra m¨¢s alta de sindicaci¨®n corresponde a Dinamarca, donde un 82% de los trabajadores est¨¢n afiliados, seguida de B¨¦lgica (75%), Irlanda (55%), Luxemburgo (49%), Reino Unido (46,1%), Italia (45,5%), RFA (43%), Grecia (35%), Portugal (30%-35%) y Pa¨ªses Bajos (27%). Estos datos se contienen en el informe encargado por la Comisi¨®n Europea, pero se ignoran en el resumen presentado ayer en la Universidad Internacional Mend¨¦ndez Pelayo en la primera sesi¨®n del seminario sobre La Europa social.El objetivo del citado texto es comparar las legislaciones laborales de los pa¨ªses de la CE, y en ¨¦l se destaca que Espa?a es el ¨²nico Estado miembro donde intervienen los comit¨¦s de empresa en la negociaci¨®n colectiva, mientras que en el resto los protagonistas son los sindicatos y los empresarios. Tambi¨¦n es singular que en Espa?a la participaci¨®n de los trabajadores en los comit¨¦s de direcci¨®n o vigilancia de las empresas se limite al ¨¢mbito del sector p¨²blico.

Luis Fina, que ha dirigido este estudio, destac¨® que en todos los pa¨ªses comunitarios la negociaci¨®n colectiva es el mecanismo fundamental para determinar las condiciones de trabajo, aunque tienen un papel relevante los instrumentos legislativos. Todo lo dem¨¢s son diferencias.El profesor Federico Dur¨¢n, quien tambi¨¦n ha trabajado en el informe, es partidario de la unificaci¨®n europea en los sistemas de regulaci¨®n del mercado laboral y de las condiciones de trabajo, "sin asustarse con el t¨¦rmino unificaci¨®n". Puesto que est¨¢ convencido de que las dificultades son pol¨ªticas, es partidario de que los Gobiernos adopten una respuesta pol¨ªtica a los conocidos criterios del Gobierno del Reino Unido.

Derechos sociales

?lvaro Espina, secretario general de Empleo, coincide con Federico Dur¨¢n en equiparar incluso los contratos de trabajo y argumenta que no es conceb¨ªble el que resulte imprescindible para el mercado anterior armonizar en detalle los contratos de compra-venta de acciones en las bolsas o el calibre de los tomates y que, en cambio, los aspectos fundamentales del contrato de trabajo resulten por completo diferentes en los 12 pa¨ªses.En su opini¨®n, todos los trabajadores de la Comunidad Europea deben tener equiparados, entre otros, los derechos a un salario justo, al l¨ªmite m¨¢ximo de jornada y m¨ªnimo de descanso, tutela judicial, cobertura de la Seguridad Social y asistencia en circunstancias de necesidad por carencia de ingresos econ¨®micos.