El Estado gastar¨¢ m¨¢s este a?o en investigaci¨®n militar que tecnol¨®gica o cient¨ªfica por primera vez
Espa?a gastar¨¢ este a?o por primera vez m¨¢s dinero en la investigaci¨®n militar que en la tecnol¨®gica o cient¨ªfica. El programa 542.C de los Presupuestos Generales del Estado para 1989, correspondiente al Ministerio de Defensa, es, con casi 50.000 millones de pesetas, el m¨¢s cuantioso de cuantos se dedican a la investigaci¨®n, por delante de los destinados al desarrollo tecnol¨®gico o cient¨ªfico, que lo aventajaban hasta 1988. El Centro Unesco de Catalu?a ha patrocinado el primer estudio exhaustivo sobre la investigaci¨®n militar en Espa?a, cuyo autor es Vicen? Fisas Armengol.
Hasta hace pocos a?os, los fondos destinados en Espa?a a investigaci¨®n y desarrollo (I+D) eran de los m¨¢s bajos de Europa. Todav¨ªa en 1985 nuestro pa¨ªs ocupaba el antepen¨²ltimo lugar entre los miembros de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE), seg¨²n fuentes de la misma, con un porcentaje tres veces inferior al de Italia o B¨¦lgica. El esfuerzo realizado por la Administraci¨®n ha modificado sustancialmente este panorama y Espa?a ha pasado, en s¨®lo tres a?os, de gastar el 0,53% de su producto interior bruto (PIB) en I+D en 1985, a gastar el 0,35% en 1988, con la previsi¨®n de llegar al 1,20% en 1991. En n¨²meros redondos, el gasto total en investigaci¨®n realizado por Espa?a ascendi¨® a 300.000 millones de pesetas el pasado a?o.
El fuerte crecimiento de los recursos dedicados a la investigaci¨®n civil a partir de 1985, un 20% anual, no ha supuesto, sin embargo, ni la mitad del espectacular aumento experimentado por la I+D militar, un 43,4% anual. Si en 1985 la investigaci¨®n militar supon¨ªa s¨®lo un 15,5% de la investigaci¨®n total de la Administraci¨®n, este a?o sobrepasa el 27% del total. En opini¨®n de Vicen? Fisas, dichos datos "avalan la afirmaci¨®n, cada vez m¨¢s ex tendida, de que se est¨¢ produciendo inexorablemente una progresiva militarizaci¨®n del esfuerzo cient¨ªfico en Espa?a".
288.000 millones hasta 1993
El estudio La militarizaci¨®n de la ciencia (los programas de investigaci¨®n militar en Espa?a, 1982-1992) se limita a la ¨ªnvestigaci¨®n militar financiada con cargo al Ministerio de Defensa, dentro de los Presupuestos Generales del Estado, ya que no hay cifras fiables sobre lo que gastan en I+D las empresas, tanto p¨²blicas como privadas. El autor estima que las empresas invierten en investigaci¨®n en torno al 5% de su facturaci¨®n total, lo que supone entre 10.000 y 15.000 millones de pesetas anuales, aunque buena parte de este dinero corresponder¨ªa a subvenciones de la Administraci¨®n. S¨®lo el Ministerio de Industria, a trav¨¦s del Centro para el Desarrollo Tecnol¨®gico e Industrial (CDTI), concedi¨® en 1985 subvenciones por valor de 780 millones de pesetas para proyectos de uso militar.
La ley de Dotaciones de las Fuerzas Armadas prev¨¦ un gasto de 288.682 millones de pesetas en I+D militar a lo largo del sexenio 1988-1993, frente a los s¨®lo 16.547 millones del periodo 1981-1987. Defensa dedicar¨¢ a la investigaci¨®n en el actual per¨ªodo el 10% de sus inversiones, frente al 1 % del per¨ªodo anterior. Como consecuencia de ello, el programa de investigaci¨®n de las Fuerzas Armadas de este a?o casi duplica el presupuesto del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), m¨¢ximo organismo de investigaci¨®n civil que hay en Espa?a.
Para Fisas, el origen de esta revoluci¨®n en los gastos militares se halla en la decisi¨®n del Gobierno, aplicada sobre todo a partir de 1986, de participar en un buen n¨²mero de proyectos multinacionales desde la primera fase de los mismos: la de investigaci¨®n y desarrollo. El m¨¢s importante de ellos es, sin duda, el Avi¨®n de Combate Europeo (ACE), que, por s¨ª s¨®lo, absorber¨¢ 155.000 millones hasta 1999.
El notable crecimiento de los fondos destinados a la investigaci¨®n militar p¨²blica, que ha doblado su participaci¨®n en el PIB en s¨®lo un a?o -0,6% en 1988; 0,12% en 1989- coloca a Espa?a entre los pa¨ªses de la OCDE que m¨¢s gastan proporcionalmente en este campo; al nivel de la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA) y por delante de Holanda, Italia o Canad¨¢.
Fisas rechaza la tesis de que los frutos de la investigaci¨®n militar acaban siempre revirtiendo en la industria civil y recuerda que pa¨ªses como EE UU o el Reino Unido, que tienen muy militarizada su investigaci¨®n, han perdido cuotas de mercado en favor de Jap¨®n, que apenas dedica fondos a la I+D militar.
En Espa?a no se da a¨²n la estrecha relaci¨®n que existe en EE UU entre el Pent¨¢gono, la industria de Defensa y la Un¨ªversidad. Sin embargo, hay ya una incipiente cooperaci¨®n entre dichas instituciones. Como ejemplo, est¨¢ la investigaci¨®n que encarg¨® en 1988 la empresa p¨²blica Construcciones Aeron¨¢uticas, SA (CASA) a dos departamentos de la universidad de Zaragoza.
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