Armas y estrellas
DaimIer Benz se une al consorcio armamentista MBB para crear el mayor grupo europeo.
J. M. MART? FONT, El pasado d¨ªa 8 naci¨® el mayor grupo industrial de Europa. El Gobierno democristiano-liberal de la Rep¨²blica Federal de Alemania, finalmente, no tuvo m¨¢s remedio que ceder y aceptar la fusion de dos gigantes industriales Daimler Benz y Messerschmidt Bolker Blaem (MBB), despu¨¦s de un tira y afloja de casi cuatro a?os. Daimler Benz, famosa por los lujosos autom¨®viles distinguidos con la estrella de tres puntas, factura 65.500 millones de marcos al a?o y emplea a 320.000 personas. Ahora se ha hecho con la mayor industria aeron¨¢utica y de armamento de la RFA.
El Ministerio de Econom¨ªa se opuso a la fusi¨®n por considerar, con mucha raz¨®n, que el futuro grupo, al margen de su inmenso poder¨ªo, monopolizar¨ªa el mercado aeron¨¢utico y de armamento.Edzard Reuter, el m¨¢ximo ejecutivo de Daimler Benz, un hombre al que se consideraba ligado a la socialdemocracia cuando, se hizo cargo del gigante industrial, ten¨ªa una carta bajo la manga para enfrentarse a la prohibici¨®n de la comisi¨®n antimonopolios del Gobierno: asumir las supuestas p¨¦rdidas del proyecto Airbus que Bonn pagaba a MBB aplicando un sistema de cambios fijos.
La historia arranca en 1985. El entonces ministro de Econom¨ªa, Martin Bangemann, empez¨® a buscar un consorcio industrial que quisiera hacerse cargo de la empresa p¨²blica MBB. El d¨®lar se encontraba entonces en su momento m¨¢s alto, por encima de los tres marcos, y las subvenciones para cubrir las p¨¦rdidas generadas por el proyecto Airbus parec¨ªan no tener fin. Para entonces Daimler estaba a¨²n en tercer lugar del ranking industrial de la RFA, por detr¨¢s de Siemens y Volkswagen.
Pero al a?o siguiente Daimler compr¨® AEG, que ten¨ªa en aquel momento 78.000 empleados y un volumen de negocio de 11.000 millones de marcos, y se aup¨® de golpe al primer higar de la industria alemana, con 320.000 empleadoay una facturaci¨®n a nivel mundial de 65.500 millones de marcos.
Conscientes de su poder¨ªo, y con la intenci¨®n de llegar mucho m¨¢s lejos, el consejo de administraci¨®n de Daimler Benz, presidido por Alfred Herrhausen, uno del los hombres m¨¢s importantes del Deutsche Bank, instituci¨®n con una importante presencia en la firma, nombr¨® a Reuter para que dirigiera el grupo, y ¨¦ste empez¨® ya a mostrar su inter¨¦s por la adquisici¨®n de MBB. No tuvo que esperar mucho a que llegara la oportunidad. En 1980 empez¨® la privatizaci¨®n de Matra, el consorcio franc¨¦s de armamento y Daimler compr¨® un 4% y MBB un 6%. Comenz¨® el acercamiento.
Para entonces los hombres del Ministerio de Econom¨ªa llegaron a una terror¨ªfica conclusi¨®n: las ganancias que MBB obten¨ªa por la construcci¨®n de aviones militares, procedentes en gran parte de las arcas del Ministerio de Defensa, serv¨ªan para pagar, las p¨¦rdidas producidas por el Airbus, que sal¨ªan del mismo ministerio. Sin embargo, la comisi¨®n antimonopolios se?al¨® que la fusi¨®n era "jur¨ªdica, y econ¨®micamente problem¨¢tica" porque producir¨ªa una "dominaci¨®n del mercado".
Pulso al Gobierno
Reuter forz¨® entonces por primera vez el brazo del Gobierno al anunciar su intenci¨®n de asociarse con United Technologies, una empresa norteamericana que ocupaba el octavo lugar mundial en el sector de navegaci¨®n a¨¦rea y astron¨¢utica.
En abril de este a?o se inici¨® el ¨²ltimo asalto. El primer golpe lo dio el Gobierno al anunciar la comisi¨®n antimonopolios que prohib¨ªa la fusi¨®n, entre: otras cosas, por considerar que, ¨¦sta "intensificar¨ªa, iniciar¨ªa o posibilitar¨ªa la dominaci¨®n del mercado en los sectores de veh¨ªculos industriales, aviones militares y sat¨¦lites de investigaci¨®n cient¨ªfica".
Pero Reuter no se dio por vencido. Recurri¨® el dictamen de la que en comisi¨®n y consigui¨® que en agosto el Gobierno federal hiciera una contrapropuesta en la que aceptaba la fusi¨®n con una serie de condiciones, entre las que destacaba la petici¨®n de que el Deutsche Bank se separara de Daimler, lo que tampoco satisfizo a Reuter. A continuaci¨®n dimiti¨® el jefe de la comisi¨®n antimonopolios, Imenga.
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