La infiltraci¨®n del narcotr¨¢fico en el Ej¨¦rcito colombiano impide capturar a los "capos"
La infiltraci¨®n del narcotr¨¢fico en las fuerzas armadas colombianas es la raz¨®n principal de que todav¨ªa no hayan podido ser detenidos los principales jefes de las mafias de la coca¨ªna, en opini¨®n del fiscal general de la naci¨®n, Alfonso G¨®mez M¨¦ndez, primera autoridad de Justicia en el pa¨ªs. La guerra que se libra aqu¨ª adquiri¨®, mientras tanto, una mayor violencia durante el pasado fin de semana con una ola de bombas en todo el pa¨ªs y el ataque con un cohete de fabricaci¨®n casera contra la Embajada de Estados Unidos.
El procurador G¨®mez M¨¦ndez, cuyo antecesor fue asesinado el a?o pasado por pistoleros al servicio de narcotraficantes, manifest¨® a EL PA?S que "la infiltraci¨®n en el Ej¨¦rcito es la ¨²nica explicaci¨®n de que los capos no hayan podido ser detenidos". Alfonso G¨®mez explic¨® que esta infiltraci¨®n se hace fundamentalmente mediante la compra de oficiales de diversa graduaci¨®n y anunci¨® que la procuradur¨ªa realiza en estos momentos diversas investigaciones al respecto.En opini¨®n del alto funcionario "el narcotr¨¢fico no podr¨ªa sobrevivir sin dos pilares b¨¢sicos: su penetraci¨®n en el Ej¨¦rcito y en la clase pol¨ªtica". A?ade que en este ¨²ltimo campo existe "una complicidad de cuerpo" por parte de los pol¨ªticos para ocultar a aquellos que tienen tratos con el narcotr¨¢fico, por lo que el descubrimiento de la verdad se hace m¨¢s dificil.
Una de las m¨¦didas b¨¢sicas propuestas por G¨®mez M¨¦ndez para acabar con esta corrupci¨®n es el levantamiento del secreto bancario en el exterior para la investigaci¨®n de cuentas procedentes del narcotr¨¢fico a nombre de funcionarios colombianos.
El procurador es una de las personas m¨¢s protegidas de toda Colombia en estos d¨ªas en que toda la actividad pol¨ªtica y econ¨®mica se realiza a la sombra de las metralletas de los guardaespaldas. Pero no es suficiente eso para detener la criminalidad dirigida por las maflas de la droga.
Si hab¨ªa un edificio protegido en Bogot¨¢ ese era el de la Embajada de Estados Unidos, un inexpugnable b¨²nker de cernento situado en el centro de la ciudad y rodeado d¨ªa y noche por guardias armados. Entrar en esa sede con cualquier excusa es una verdadera odisea y pasar por sus alrededores, un atrevimiento. Algunos vecinos present¨ªan ya el peligro que representaba vivir all¨ª y desde hace semanas se encontraban a la venta muchos de los pisos pr¨®ximos a la representaci¨®n diplom¨¢tica norteamericana.
El primer aviso lleg¨® en la noche del domingo cuando un cohete lanzado desde alg¨²n lugar cercano estall¨® contra tina de las paredes de la Embajada sin causar v¨ªctimas y s¨®lo da?os materiales peque?os. El ataque ocurri¨® en medio de una cadena de explosiones en Bogot¨¢ que provoc¨® da?os. en tres bancos y numeros edificios pr¨®ximos.
En Cali, sede de unos de los c¨¢rteles de la coca¨ªna, un vigilante perdi¨® la vida al estallar una de las bombas que sembraron el p¨¢nico y el desconcierto durante el fin de semana en una ciudad que hasta ahora no se hab¨ªa visto afectada por la violencia. El s¨¢bado fue asesinado por desconocidos en Buenaventura un periodista que trabajaba como colaborador del diario El Expectador, atacado por los narcotraficantes hace tres semanas.
Lo impresionante de este vendaval de violencia es que se produzca en lo que sin duda en estos momentos es uno de los pa¨ªses m¨¢s vigilados del mundo. El patrullaje mibtar en Bogot¨¢ recuerda al que se puede dar en una ciudad acc,sada por un ej¨¦rcito enemigo a sus puertas. Los controles y el tr¨¢nsito constante de veh¨ªculos artillados han reducido la actividad nocturna al m¨ªnimo.
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