Mulos y cabestros
Las mulas no eran tales, que eran caballos; ni los cabestros se prestaban a cumplir su funci¨®n. Y tambi¨¦n los toros de Felipe Bartolom¨¦ olvidaron su cometido, mutando fortaleza por invalidez y bravura por soser¨ªa.
Media corrida y m¨¢s de hora y media para que all¨ª no ocurriese nada, salvo lo anced¨®tico de los que como queri¨¦ndose burlar de que el toro no era toro, llegaron a sentarse encima de ¨¦l mismo cuando lo arrastraban.
Y la fiesta se muere para el aficionado cada d¨ªa m¨¢s, porque se celebra sin toros. A muchos los afeitan, otros son descastados, y los m¨¢s se derrumban sin fortaleza, y as¨ª no hay nada que hacer. Ni a¨²n intent¨¢ndolo, como lo intent¨® con todas sus fuerzas Joselito, que consigui¨® que a rega?adientes el toro siguiera su muleta, con muletazos de m¨¦rito. Joselito es hoy un torero seguro, capaz de presentar la muleta con verdad y sin que el toro le tropiece los enga?os.
Bartolom¨¦ / Robles, Joselito, Cepeda
Cinco toros de Felipe Bartolom¨¦, flojos; 5?, sobrero de Roc¨ªo de la C¨¢mara, deslucido. Julio Robles: silencio en los dos. Joselito: ovaci¨®n y saludos; aviso y gran ovaci¨®n y saludos. Fernando Cepeda: silencio; oreja. Plaza de Logro?o, 21 de septiembre. Primera corrida de feria.
Cepeda, en cambio, retrasa la muleta y al muletazo le faltan muchos ingredientes para ser completo. Cepeda templa, pero destorca, descarga la suerte, abusando a veces del pico de la muleta, aunque a los remates, por abajo les Imprime car¨¢cter de torer¨ªa y con el capote pone cadencla al lance.
El que cumple su funci¨®n a rajatabla es el presidente. El se?or C¨¢mara entiende que los tres tercios han de cumplirse con m¨¢s justicia que cicater¨ªa, por lo que Robles se encar¨® con ¨¦l cuando pidi¨® el cambio en la suerte de banderillas. Pero el presidente se mantuvo inflexible y Robles se ofusc¨® y actu¨® casi de oficinista. Los toros no le permitieron lucimiento, dejando entrever s¨®lo la lentitud y largura en tres naturales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.