Cine de causas

La impecable factura t¨¦cnica de la producci¨®n norteamericana Homer and Eddie, del sovi¨¦tico Andrei Konchalovsky, quien ayer por la tarde viajaba hacia San Sebasti¨¢n para recoger el premio, contrasta con la precariedad de medios que se advierte en la producci¨®n de la otra pel¨ªcula ganadora de la Concha de Oro, Naci¨®n clandestina, del boliviano Jorge Sanjin¨¦s.

Rodada en 16 mil¨ªmetros, en un trabajo que dur¨® tres a?os, y con un presupuesto de unos 70 millones de pesetas, Sanj¨ªn¨¦s ha pretendido contar, a trav¨¦s de la historia de un campesino aymara que vuelve a su comunidad del altiplano, "un regreso a la autoconciencia por los carninos del sufrimiento, el dolor y la muerte y una reflexi¨®n sobre la identidad cultural de Bolivia, el poder y la moral", seg¨²n dijo ayer a este peri¨®dico.

Sanjin¨¦s cree que el premio ser¨¢ positivo para la cultura de su pa¨ªs, por cuanto pueda servir a la difusi¨®n de una pel¨ªcula "que aporta una informaci¨®n distinta, m¨¢s objetiva, de la que se tiene en el exterior sobre Bolivia, pa¨ªs envuelto en el desprestigio internacional por el asunto del narcotr¨¢fico".

Sanjin¨¦s, de 53 a?os, pertenece al grupo de cineastas Ukamau, creado en 1962, con varios largometrajes de "un cine social, que al tiempo trata de proyectar el quehacer cultural y creativo del pa¨ªs". "Hacemos un cine de causas, con el que tambi¨¦n hemos denunciado el problema de la miseria. Bolivia es el pa¨ªs de Suram¨¦rica sobre el que m¨¢s impacto ha tenido la crisis econ¨®mica y la deuda externa. Tiene, por ejemplo, la m¨¢s alta mortalidad infantil de todo el continente". Televisi¨®n Espa?ola emiti¨® recientemente la pel¨ªcula de Sanjin¨¦s Sangre de c¨®ndor.