La izquierda italiana
ITALIA ES el ¨²nico pa¨ªs de Europa occidental en el que, dentro de un juego democr¨¢tico, no ha habido alternancia en el poder entre la izquierda y la derecha desde poco despu¨¦s de la II Guerra Mundial. La Democracia Cristiana (DC) ha ejercido una hegemon¨ªa pol¨ªtica constante. La izquierda, concretamente los socialistas, ha estado condenada a una posici¨®n subalterna, por diversas que fuesen las formas en que se presentase, incluidos los per¨ªodos en los que Craxi ocup¨® la jefatura del Gobierno. La fuerza del partido comunista (PCI), marginado del juego pol¨ªtico por su dependencia de Mosc¨² -seg¨²n la versi¨®n oficial-, facilitaba ese lugar privilegiado de la DC.Hoy, ese per¨ªodo de la pol¨ªtica italiana ha perdido los fundamentos que la han sostenido. Los cambios del PCI, que el nuevo dirigente, Occhetto, impulsa con audacia, tienden a crear las condiciones para su retorno a la esfera de gobierno. Todo lo que ocurre en la URSS, Polonia, Hungr¨ªa, la distensi¨®n Este-Oeste, vac¨ªan de sentido la exclusiva de anteriores d¨¦cadas. Pero existen enormes dificultades para que esas nuevas condiciones objetivas se trasladen al terreno de la pol¨ªtica concreta. La enorme capacidad de resistencia de la DC y el personalismo de Craxi impiden (o retrasan) el que pueda surgir en Italia una alternativa de izquierda a la eterna dominaci¨®n de la DC.
Recientemente, un hecho, a primera vista sin relaci¨®n con la lucha pol¨ªtica, repercutir¨¢ negativarriente en la izquierda italiana: el esc¨¢ndalo financiero que estall¨® en la sucursal de Atlanta (Estados Unidos) de la Banca Nazlonale del Lavoro (BNL). La concesi¨®n por dicha sucursal de un banco p¨²blico italiano de enormes cr¨¦ditos a Irak, sin dar cuenta de ello a la central en Roma, es condenable desde todos los puntos de vista. El presidente del BNL, Nerio Nesi, es una figura importante socialista, y aunque nadie le acus¨® de inmoralidad -ignoraba todo hasta el estallido del esc¨¢ndalo-, ha sido duramente criticado por no haber ejercido el control indispensable sobre una sucursal tan aventurera. Y ha tenido que dimitir.
Ello ocurre en el marco de una derechizaci¨®ni evidente. Con el retorno de Andreott¨ª a la jefatura del Gobierno, y de Foriani a la secretar¨ªa general (le la Democracia Cristiana, quedaron enterrados los proyectos renovadores de De Mita y vuelven los fantasmas m¨¢s turbios de la pol¨ªtica italiana. Partiendo de una visi¨®n progresista, la pol¨ªtica de Bettino Craxi de apoyo a Andreotti, despu¨¦s de haber puesto muchas zancadillas a De Mita, resulta poco comprensibile.
El esc¨¢ndalo de la BNI, afecta, como afirm¨¢bamos, a la izquierda italiana, porque Nesi, que pensaba dejar la presidencia del banco dentro de un a?o -una vez realizado un plan de fortalecimiento del cr¨¦dito p¨²blico que consideraba valioso para una pol¨ªtica progresista-, hab¨ªa anunciado su prop¨®sito de encabezar el ala m¨¢s vanguardista del partido socialista. Dada su autoridad, el proyecto de impulsar al partido hacia la izquierda pod¨ªa encontrar un ambiente favorable, sobre todo cuando crece el disgusto a causa de la colaboraci¨®n con la DC y con Andreotti. Pero despu¨¦s del golpe que ha sufrido, Nesi tardar¨¢ tiempo antes de poder desempe?ar un papel pol¨ªtico.
?Significa ello que se han cerrado una vez m¨¢s las posibilidades de una evoluci¨®n de la pol¨ªtica italiana hacia caminos nuevos? Algunos hechos son significativos: el ministro socialista Ruffolo adopta posiciones cada vez m¨¢s inclinadas hacia la izquierda, lo que puede indicar que esa corriente crece. Por otra parte, el desprestigio de Andreotti facilita al PCI arguinentar la necesidad de acabar con la hegemon¨ªa de la DC. La tesis de que en la lucha contra la DC se une la exigencia democr¨¢tica a la exigencia moral encuentran amplio eco. A la vez, ante la cuesti¨®n tan delbatida de la etapa estaliniana del PCI, la idea de crear una comisi¨®n conjunta de historiadores socialistas y, comunistas que estudie el pasado de ambos partidos, ha sido acogida favorablemente. Ello ayudar¨ªa a dejar el ayer en su lugar, en la historia, y a mejorar el clima en el seno de la izquierda.
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