"Me preocupa la relaci¨®n entre 'etarras' e independentistas canarios"

Lorenzo Olarte, ¨²nico presidente centrista de una comunidad aut¨®noma, celebr¨® hace poco el segundo cumplea?os del ensayo canario, un Gabinete de coalici¨®n de centro derecha y nacionalista formado por su partido, el CDS, y otras tres fuerzas, las Agrupaciones Independientes de Canarias (AIC), el Partido Popular y la Agrupaci¨®n Herre?a Independiente (AHI). "Me preocupa cualquier relaci¨®n entre etarras e independentistas canarios", dice respecto al traslado de presos de ETA al archipi¨¦lago.

Personalmente ha cubierto ya m¨¢s de siete meses gobernando siete islas despu¨¦s de que su correligionario Fernando Fern¨¢ndez Mart¨ªn perdiera una moci¨®n de confianza por el pleito universitario.Hasta ahora Olarte ha logrado sobrevivir a la poderosa oposici¨®n del PSOE -primer partido del archipi¨¦lago-, haciendo as¨ª abrigar esperanzas, en v¨ªsperas electorales, a una hipot¨¦tica alternativa a Felipe Gonz¨¢lez, quien no ha puesto a¨²n fecha a la audiencia que le solicitara. Olarte debe, quiz¨¢, a su profesi¨®n de abogado una fama bien ganada de litigante frente a Madrid, primero en la famosa guerra de los arbitrios y ahora a causa de la dispersi¨®n de presos etarras, que, en su opini¨®n, fomentar¨¢ el independentismo.

Pregunta. ?Qu¨¦ debe hacer el CDS en las pr¨®ximas elecciones?

Respuesta. No debe realizar giro alguno, s¨ª reafirmar su voluntad centrista y progresista. En las europeas TVE trat¨® de perjudicar al CDS, sembrando en la opini¨®n p¨²blica la idea de que era como votar a la derecha.

P. El ministro de Justicia le ha criticado por su rechazo al traslado de presos de ETA a Canarias. ?Qu¨¦ opina usted?

R. Enrique M¨²gica se ha equivocado. La dispersi¨®n de etarras, tal como se ha planteado, es una chapuza. Una chapuza de singulares dimensiones. El reciente conflicto con los funcionarios de prisiones, que empez¨® en Las Palmas a ra¨ªz del desgraciado suceso del paquete bomba, que mat¨® en agosto a la madre de un funcionario, es un claro ejemplo de ello. Los funcionarios tienen perfecto derecho a negarse a ser directos objetivos del terror. La presencia de etarras en las prisiones del archipi¨¦lago puede ser extraordinariamente perjudicial. En las pasadas elecciones, Herri Batasuna mont¨® su campa?a electoral, apoyada por Antonio Cubillo (l¨ªder independentista) y su gente, con carteles de los etarras presos en las islas. Esto, en Canarias es ins¨®lito. Me preocupa, bastante m¨¢s que al se?or M¨²gica, cualquier relaci¨®n entre etarras e independentistas canarios.

20.000 millones

P. Existe una imagen suya de opositor a Madrid, quiz¨¢ por su negativa de comienzos de a?o al desarme arancelario con la Comunidad Europea (CE), que se recuerda como el borrellazo. ?Es o no es una imagen falsa?

R. Quien me conozca bien sabe que soy enemigo de la confrontaci¨®n. Lo que pas¨® entonces es que la Administraci¨®n central se equivoc¨® jur¨ªdica y pol¨ªticamente en el pulso que mantuvo con nosotros. Se nos quiso aplicar un precepto constitucional (intervenci¨®n de competencias por parte del Estado ante una supuesta desobediencia de Canarias) que habr¨ªa provocado una aut¨¦ntica revoluci¨®n pol¨ªtica en el archipi¨¦lago. Jos¨¦ Borrell, secretario de Estado de Hacienda, vino y se impuso la cordura. La consecuencia fue bien clara: Canarias logr¨® cerca de 20.000 millones de pesetas para los Cabildos y Ayuntamientos, cuya primera entrega de 3.450 millones de pesetas ha sido satisfecha ya.

P. ?Cu¨¢l es la causa de la actual recesi¨®n tur¨ªstica en las islas?

R. La Espa?a receptora de turistas, y no s¨®lo Canarias, atraviesa ese bache. Las causas son varias: la fuerza de la peseta, un invierno pl¨¢cido en Europa y tambi¨¦n, c¨®mo no, la inseguridad ciudadana en algunas zonas. En las islas hemos reaccionado con un plan de choque, que contempla acciones de cara al exterior y planes insulares de ordenaci¨®n (el de Lanzarote ser¨¢, en breve, el primero) de cara al a?o 2000. Queremos corregir una ligereza del anterior Gobierno socialista canario, que posibilit¨® un crecimiento exagerado de la oferta, haci¨¦ndonos caer en manos de los operadores tur¨ªsticos, que imponen su ley y sus precios.