La resistencia de la banca al recorte de la deuda pone en peligro la aplicaci¨®n del Plan Brady

La deuda externa de los pa¨ªses en desarrollo se est¨¢ erigiendo otra vez en la protagonista de la asamblea anual de? Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM). Aunque oficialmente el Plan Brady sigue su curso y se cuenta con el ¨¦xito obtenido por M¨¦xico, las crecientes y cada vez m¨¢s ¨¢speras cr¨ªticas de las entidades financieras de los acuerdos sobre reducci¨®n de deuda y aportaci¨®n de nuevos cr¨¦ditos ponen en entredicho la estrategia dise?ada por el secretario de] Tesoro de EE UU, Nicholas Brady, y respaldada por todas las grandes instituciones multilaterales.

La luz de alarma se encendi¨® el s¨¢bado pasado, al empezar a conocerse el contenido de una ¨¢spera reuni¨®n mantenida por Brady con los presidentes de los principales bancos comerciales de Estados Unidos: John Reed, del Citicorp; William Butcher, del Chase Manhattan; Lewis Preston, de J.P.Morgan; Andrew Clausen, del Bank of America; Walter Shipley, del Chemical Bank Corporation; John McGillicuddy, del Manufacturers Hanover y Barry Sullivan, del First Chicago, expresaron al secretario del Tesoro su malestar por las crecientes presiones que recibe la comunidad bancaria desde los Gobiernos y las instituciones multilaterales, como el Fondo Monetario Internacional, para que acelere la negociaci¨®n con los endeudados.

Las provisiones

La cuesti¨®n subi¨® de tono, seg¨²n fuentes bancarias, cuando algunos banqueros manifestaron abiertamente su oposici¨®n a negociar nuevos pactos de reducci¨®n de deuda y exigieron que el Fondo Monetario, adalid del Plan Brady, redujera las deudas de sus acreedores en un proporci¨®n al menos igual que la aceptada en cada caso por la banca. Lewis Preston, de J.P.Morgan, tom¨® el liderazgo de la revuelta al anunciar que su banco hab¨ªa decidido provisionar el 100% de los cr¨¦ditos concedidos a pa¨ªses morosos, y que desde esa posici¨®n de seguridad seguir¨ªa exigiendo el pago ¨ªntegro de los intereses y la devoluci¨®n de la totalidad del capital. " Si no se nos paga, que no ida ni un cr¨¦dito m¨¢s", remach¨® Preston.

La situaci¨®n creada por esa sublevaci¨®n de los banqueros impregn¨® desde entonces la mayor¨ªa de las declaraciones y comunicados oficiales. El domingo, Brady hizo un nuevo llamamiento p¨²blico a la banca comercial para que ¨¦sta no se descolgara del programa de reducci¨®n de deuda. El lunes, el diario financiero American Banker habl¨® de "una patada en los dientes al Plan Brady". El bolet¨ªn del Fondo Monetario Internacional public¨® despu¨¦s una declaraci¨®n de una fuente de la Administraci¨®n brasile?a: "Lo que viene a decir J.P.Morgan es: iros al infierno".

Ayer, en la inauguraci¨®n oficial de la asamblea anual conjunta de los gobernadores del FMI y del Banco Mundial, Michel Camdessus, director del Fondo, formul¨® una rotunda respuesta a las pretensiones de los bancos: "Repito que la financiaci¨®n [a los pa¨ªses endeudados] debe ser suficiente y duradera. Los bancos no deben pensar que las reticencias de su parte conducir¨¢n a una mayor contribuci¨®n por parte de las organizaciones multilaterales. Ustedes, los gobernadores del Fondo, han insistido repetidamente en que no se proporcionar¨¢n cr¨¦ditos oficiales para sustituir deuda privada por p¨²blica: este mensaje no debe ser ignorado".

La intenci¨®n de los bancos podr¨ªa no centrarse tanto, en realidad, en la aportaci¨®n de m¨¢s fondos por parte de los organismos multilaterales. Su objetivo estar¨ªa, seg¨²n la opini¨®n de distintos analistas financieros, en la obtenci¨®n de generosas exenciones fiscales como compensaci¨®n a sus sacrificios en la negociaci¨®n con los pa¨ªses endeudados.

En este sentido, el comunicado del Grupo de los siete (los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales de las siete mayores potencias econ¨®micas) emitido este fin de semana se refer¨ªa de forma cr¨ªptica al problema: "[Los ministros y gobernadores] se?alan que han repasado, con vistas al mantenimiento de la seguridad y la solvencia del sistema financiero, su legislaci¨®n, impuestos y pr¨¢cticas contables con el prop¨®sito de eliminar innecesarios obst¨¢culos para las transacciones de reducci¨®n de deuda y que este repaso ha ayudado a clarificar procedimientos para facilitar tales operaciones".

Pero la Administraci¨®n de Estados Unidos, cuya comunidad bancaria soporta la mayor parte de los cr¨¦ditos a pa¨ªses morosos, se niega de momento a anunciar nuevas concesiones fiscales.

Este malestar de la comunidad bancaria ha eclipsado la consecuci¨®n por parte de Argentina de 1.500 millones de d¨®lares aportados por el Fondo Monetario para fortalecer sus reservas de divisas y respaldar sus operaciones exteriores. La importancia de ese acuerdo, ya redactado y cuya firma se efectuar¨¢ probablemente hoy, coincidiendo con la llegada a Washington del presidente Carlos Menem, radica en que supone un tratado de paz entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional y, de hecho, abre las puertas a la posterior negociaci¨®n con la banca privada. Venezuela tambi¨¦n ha aprovechado la asamblea del Fondo Monetario para difundir un variado men¨² de propuestas sobre las que intenta basar sus conversaciones con los bancos. Pero ¨¦stos prefieren esperar y reclamar compensaciones, ya que el tiempo parece estar, ahora, de su parte.