Cr¨ªticas a los te¨®logos progresistas en un documento que prepara el episcopado

La Comisi¨®n Episcopal para la Doctrina de la Fe prepara un documento sobre la investigaci¨®n teol¨®gica en el que se enjuicia de forma negativa, aunque sin citarla por su nombre, a la Asociaci¨®n de Te¨®logos Juan XXIII, de matiz progresista y que organiza anualmente en Madrid los congresos de teolog¨ªa.

En el documento, a¨²n en fase de borrador, se afirma que los te¨®logos tienen suficientes espacios de libertad en la Iglesia y no precisan constituirse civilmente, lo que ha hecho la citada asociaci¨®n.La desautorizaci¨®n del colectivo progresista es total, seg¨²n han coincidido en se?alar diversas fuentes eclesi¨¢sticas consultadas por este diario, que han a?adido que el texto es muy suave en la forma, aunque claro en sus objetivos.

Los obispos han evitado cualquier alusi¨®n directa a los sectores progresistas, tal como sucedi¨® el a?o pasado en el documento de esta misma comisi¨®n que llevaba por t¨ªtulo Sobre algunos aspectos de la situaci¨®n doctrinal en Espa?a.

En aquella ocasi¨®n, entre uno de los ¨²ltimos borradores y el texto final se elimin¨® la cita a la Asociaci¨®n de Te¨®logos Juan XXIII, a la que, de acuerdo con una de las ¨²ltimas versiones, se le pon¨ªa la condici¨®n de que no ¨ªnvitara a sus congresos anuales a personas "que no sean fieles a las ense?anzas de la Iglesia", o en caso contrario se desautorizar¨ªan por parte del episcopado estos congresos.

Desagrado patente

En el documento final no hubo alusi¨®n directa al colectivo de te¨®logos progresistas, como sucede en la actualidad con el nuevo documento, donde la c¨²pula del episcopado quiere dejar patente su desagrado por los oradores que participan en estas sesiones. En concreto, la alta jerarqu¨ªa desaconsej¨® a alguno de los asistentes al ¨²ltimo congreso, celebrado el pasado mes de septiembre en Madrid, su presencia como ponente.El desagrado de un sector de la jerarqu¨ªa para con los congresos es patente, aunque en los ¨²ltimos meses no haya habido ning¨²n tipo de di¨¢logo con los miembros de la asociaci¨®n, tal como era habitual -aunque sin resultados tangibles- en la ¨¦poca en que Fernando Sebasti¨¢n, arzobispo coadjutor de Granada, era el secretario general del episcopado.

En 1987 fue precisamente Sebasti¨¢n quien inform¨® a los superiores religiosos sobre la escasa ortodoxia de las sesiones. El amplio eco del congreso de teolog¨ªa, al que este a?o se han inscrito 1.500 personas, as¨ª como el conte?ido de. las ponencias han originado que el episcopado intentara que la Asociaci¨®n Juan XXIII se inscribiera can¨®nicamente, con lo que el control de sus actividades depender¨ªa de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica.