Miedo en N¨¢poles ante los resultados de la investigaci¨®n sobre la sangre de san Genaro
Los napolitanos est¨¢n temblando porque el mes pr¨®ximo dos expertos de medicina, tras casi cuatro a?os de investigaci¨®n, deber¨¢n dar un veredicto cient¨ªfico sobre la veracidad o falsedad de las famosas ampollas de sangre atribuidas a san Genaro y que dos veces al a?o se lic¨²an milagrosamente.
La decisi¨®n de pedir un juicio a la ciencia la tom¨® el arzobispo y cardenal de N¨¢poles, Michel Giordano, y encarg¨® hacer un an¨¢lisis con m¨¦todos rigurosamente cient¨ªficos a Pier Luigi Balma Bollone, catedr¨¢tico de Medicina Legal de la universidad de Tur¨ªn, y a Felice d'Oriofrio, m¨¦dico cl¨ªnico de N¨¢poles.La misi¨®n que el cardenal dio a ambos cient¨ªficos fue la de examinar si la sangre de las ampollas era verdadera sangre: humana u otra cosa, si dicha sangre perteneci¨® a san Genaro y si algunos huesos que han quedado del santo napolitano son tambi¨¦n aut¨¦nticos. Por ahora, los dos expertos han mantenido un secreto total sobre sus investigaciones, mientras que en N¨¢poles cada d¨ªa que pasa crece el inter¨¦s, el miedo y en algunos casos la rabia. Porque los verdaderos devotos de san Genaro no vieron con buenos ojos la decisi¨®n de la curia de N¨¢poles. Ellos se preguntan qu¨¦ necesidad ten¨ªa el cardenal de "menear el asunto", cuando, seg¨²n ellos, s¨®lo los "ateos" no creen en el milagro y seguir¨¢n sin creer aunque los m¨¦dicos lo confirmasen. Y, al rev¨¦s, los devotos seguir¨¢n creyendo a pie juntillas aunque el veredicto fuera negativo.
Venganza del santo
Temen estos devotos, al rev¨¦s, que el santo, que ya fue devaluado por el papa Pablo VI de la categor¨ªa nacional a regional, pueda vengarse del hecho de que hasta la curia haya podido sospechar de ¨¦l y de sus milagros "haciendo alguna de las suyas". Y es que los napolitanos creen a pie juntillas que cuando el santo, enfadado, no ha hecho el milagro- y ha sido pocas veces-, era la demostraci¨®n de que estaba enojado por algo que N¨¢poles hab¨ªa hecho de malo o para anunciar alguna cat¨¢strofe. Como en los a?os terribles de la peste y m¨¢s recientes del terremoto.Ya no hab¨ªa gustado a los seguidores del santo que Maradona hubiese osado hacerle la competencia y que sus hinchas le hubiesen levantado altarcitos por las calles, poniendo juntas las im¨¢genes de san Genaro y las fotos del futbolista. Y menos a¨²n que alguien, como le pas¨® a un taxista, llegase a decir que le hab¨ªa pedido a Dieguito un milagro que el santo no le hab¨ªa concedido y que el futbolista en seguida se lo realiz¨®. "Es casi un dios", hab¨ªa comentado el taxista, extasiado.
Hay quien asegura, desde m¨¢s arriba, que dichos an¨¢lisis no servir¨¢n para nada, porque a los expertos no se les ha permitido analizar directamente la presunta sangre del santo, porque no est¨¢ "permitido abrir las ampollas". Por ahora, los dos m¨¦dicos se han limitado a decir que la sangre parece ser "humana" y que los presuntos huesos del santo son ciertamente de "una persona humana de g¨¦nero masculino". Los napolitanos esperan entre indiferentes, incr¨¦dulos y hasta incazzati, es decir, bastante cabreados.
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