El Consejo de Ministros de la CE no llega a un acuerdo sobre el control de las fusiones

ENVIADO ESPECIALEl Consejo de Ministros de Mercado Interior de la CE se enfrasc¨® ayer en una maratoniana negociaci¨®n, que concluy¨® pasada la medianoche, para intentar llegar a un acuerdo pol¨ªtico sobre el control de grandes fusiones y concentraciones de empresas.

El l¨ªmite de 650.000 millones de pesetas de facturaci¨®n anual, a partir del cual la Comisi¨®n Europea tendr¨¢ competencias para intervenir parece asumido por todos. El problema es el paso autom¨¢tico o no, despu¨¦s de 1992, a un nivel inferior de 260.000 millones. La reuni¨®n de ayer no alcanz¨® un acuerdo global, aunque se avanz¨® en bastantes puntos y los doce llegaron al compromiso de que los t¨¦cnicos de cada uno de los pa¨ªses miembros estudien la viabilidad de las propuestas.

Espa?a plante¨® un trato diferencial para la empresa p¨²blica. Obsesionada por la venta de Enasa, pide que no se tenga en cuenta la cifra de negocios del INI, el holding propietario, sino la de la empresa afectada.

Las diferencias, aparentemente de matiz, siguen siendo decisivas por lo que, a juicio de la Comisi¨®n y de varios pa¨ªses, es a¨²n prematuro vislumbrar un acuerdo. El tope de 650.000 millones de pesetas de facturaci¨®n conjunta (5.000 millones de ECU), impuesto por la RFA y el Reino Unido para minimizar el intervencionismo de la Comisi¨®n, parec¨ªa aceptado por todos. Igual que las otras dos condiciones de un 30% de actividad fuera del pa¨ªs en el que se produce la fusi¨®n y de un m¨ªnimo de 42.500 millones de pesetas de facturaci¨®n obtenida dentro de la Comunidad.

Rebaja del tope

Italia y B¨¦lgica, secundadas por la Comisi¨®n y otros pa¨ªses, exigen el paso a 2.000 millones de ECU (260.000 millones de pesetas) como tope a partir de 1992. La posici¨®n italiana, de donde pa¨ªs del que proceden buena parte de los compradores europeos de empresas, parece justificada por las dificultades para implantar una normativa nacional en la materia.

Espa?a, seg¨²n Pedro Solbes, es partidaria de "dejar las espadas en alto" en cuanto a la rebaja o no del tope, pero no se inclina porque ese l¨ªmite pueda ser revisado en el futuro por mayor¨ªa. La RFA y el Reino Unido piden incluso que esa cifra sea un m¨ªnimo de partida. Espa?a, seg¨²n manifestaron miembros de la delegaci¨®n encabezada por el secretario de Estado para la CE, Pedro Solbes, se alinea, parad¨®jicamente, con los intervencionistas. "La obsesi¨®n del Gobierno", dijeron estas fuentes, "es evitar dificultades futuras a la venta de Enasa".