Los armadores piden ayuda para amarrar la flota congeladora

La cooperativa de armadores de pesca del puerto de Vigo, que engloba a la mayor parte de los barcos congeladores, ha solicitado a la Administraci¨®n espa?ola y comunitaria la aplicaci¨®n de ayudas para la paralizaci¨®n temporal de esta flota ante los problemas de precios existentes en el mercado nacional.

Esta medida supondr¨ªa el paro rotatorio de unos 40 barcos, lo que permitir¨ªa mejorar los precios siempre que se limitasen tambi¨¦n las entradas de pescado desde terceros pa¨ªses.La flota congeladora espa?ola est¨¢ compuesta por algo m¨¢s de 200 embaraciones que faenan en caladeros lejanos de Malvinas, Namibia y en la zona del Atl¨¢ntico norte, con unas capturas totales en torno a las 250.000 toneladas, especialmente de calamar, pota y merluza.

Seg¨²n Jos¨¦ Ram¨®n Fuertes, director de la cooperativa de armadores de Vigo que aglutina a 156 embarcaciones, en este mercado han coincidido dos problemas. Por un lado, hay un exceso de barcos para los caladeros actuales que, lejos de aumentar, se mantiene en descenso. Adem¨¢s, se han realizado importaciones masivas a bajos precios.

Para resolver este problema, en primer lugar se propone una paralizaci¨®n temporal de parte de la flota de forma rotatoria, afectando en cada periodo a unos 40 barcos que deber¨ªan recibir la ayuda comunitaria. Las autoridades pesqueras, por el momento, han guardado silencio ante esta petici¨®n. Actualmente permanecen parados en puerto una docena de embarcaciones. Como segunda medida, se insta a la Administraci¨®n comunitaria y espa?ola a tomar medidas para reducir las importaciones masivas y a bajos precios.

En calamar, en los nueve primeros meses del a?o se importaron m¨¢s de 16.000 toneladas de producto estadounidense, muy por debajo de los precios de referencia. Este incremento de las ventas ha sido paralelo a la expulsi¨®n de la flota epa?ola de sus caladeros. Los stocks nacionales superan las 30.000 toneladas. En pota, las importaciones, tambi¨¦n a bajos precios se hacen desde la URSS y Polonia, lo que ha dado lugar a fuertes excedentes en el mercado interior. Los armadores espa?oles han solicitado a la CE la aplicaci¨®n de cla¨²sulas de salvaguarda para evitar la entrada de productos a bajos precios. Finalmente, en merluza, los armadores solicitan la aplicaci¨®n de contingentes a la baja para frenar unas importaciones, especialmente desde Argentina, Sud¨¢frica y Chile, que pasaron de 14.000 toneladas en 1985 a 74.000 toneladas en 1988.