Un buen trabajo

El montaje de La fille mal gard¨¦e por el Ballet del Teatro L¨ªrico Nacional es el primer trabajo de envergadura, dentro del repertorio cl¨¢sico, que la compa?¨ªa aborda, preparado por la maestra del Kirov, Nina Sohnovskaia, y el resultado es muy bueno. El conjunto de estructura esc¨¦nica, decorados, direcci¨®n art¨ªstica e interpretaci¨®n es serio, ajustado a los rasgos originales del ballet de Douberval -escenas y personajes realistas, tema popular, ballet de acci¨®n con l¨®gica teatral-, logrando un ¨¦xito global para la compa?¨ªa. La direcci¨®n orquestal, atenta al escenario, aument¨® la coordinaci¨®n. La escenografia, que con los trajes pone el punto de vistosidad a la sencillez de la puesta en escena, facilit¨® la din¨¢mica y claridad de la narraci¨®n. Finalmente, el brillo de su protagonista, Arantxa Arg¨¹elles, proporcion¨® categor¨ªa al ballet.La fille..., que se estren¨® en Burdeos poco antes de la Revoluci¨®n, ha permanecido joven en las compa?¨ªas cl¨¢sicas, como ballet innovador en su ¨¦poca y bonito y atractivo siempre. Con diferentes arreglos musicales, ha sido coreografiado por los grandes maestros (Vigano, Didelot, Taglioni, Petipa, Ashton). As¨ª, sus versiones se han enriquecido con influencias estil¨ªsticas y con aportes t¨¦cnicos y matices de sus int¨¦rpretes sobresalientes (Elssler, Zucchi, Karsavina, Alonso).

El argumento es sencillo: Mam¨¢ Simone quiere casar a su hija Lise con Alain, hijo de un adinerado agricultor. La imbecilidad del candidato contrasta con el atractivo de Col¨¢s, que corteja a Lise. Mientras se prepara el contrato, los enamorados, tras un gracioso equ¨ªvoco que favorece su encuentro, son sorprendidos por la madre, quien enseguida cede a sus s¨²plicas. En las escenas destaca la naturalidad. Los n¨²meros de baile, alegre y vivo, con profusi¨®n de saltos, bater¨ªa y giros, esconden su evidente dificultad en el deseo de incorporar la acci¨®n teatral al movimiento. En esto el cuerpo de baile se mantuvo ajustado y limpio, sin la rudeza y amaneramiento de tiempos anteriores.

Arantxa Arg¨¹elles y Ra¨²l Tino dieron la medida de su papel. Arg¨¹elles magn¨ªfica, con continuos destellos de gran bailarina, concedi¨® los giros m¨²ltiples, equilibrios soberanos y puntas virtuosas de sus grandes noches, pero sobre todo levant¨® su actuaci¨®n y construy¨® un personaje encantador, ayudada por una pantomima fresca y algo ingenua, inteligentemente impostada. Ra¨²l Tino elev¨® su list¨®n de bailar¨ªn con variaciones esforzadas, abiertas y seguras. Magn¨ªfico tambi¨¦n el Alain de Javier Serrano, bailar¨ªn de gran elevaci¨®n que calc¨® al papanatas infantiloide, personaje que rubrica el tono caricaturesco de la obra.