El coste de la liberalizaci¨®n
La creaci¨®n del mercado interior de los servicios financieros en el seno de la Comunidad Europea, establecido en el informe Checchini, constituye el hilo argumental del presente art¨ªculo, en el que su autor analiza las consecuencias de este fen¨®meno de liberalizaci¨®n que implicar¨¢, entre otras cuestiones, un mayor grado de competencia bancaria, as¨ª como la posibilidad de acceder a servicios financieros m¨¢s eficaces y a una utilizaci¨®n ¨®ptima del ahorro y de la inversi¨®n.
El informe Checchini, relativo al coste de la no Europa, establece que la creaci¨®n del mercado interior de los servicios financieros de la Comunidad va a tener una importancia considerable en Espa?a, en cuanto se puede producir una reducci¨®n de los precios de los servicios financieros muy importante, especialmente en bolsa, banca y seguros.En primer lugar se va a producir una liberalizaci¨®n del sistema financiero, ya que de forma progresiva se eliminar¨¢n en Espa?a cualquier tipo de obst¨¢culos a los controles de cambio y a los movimientos de capitales.
Esta liberalizaci¨®n, que ya es un hecho en pa¨ªses como el Reino Unido, Dinamarca, RFA, B¨¦lgica, Holanda y Luxemburgo, se ha retrasado en pa¨ªses como Espa?a, Grecia, Portugal e Irlanda, por tener m¨¢s dificultades en integrarse en el sistema. La desaparici¨®n de los controles va, a coincidir con la finalizaci¨®n de las limitaciones previstas en el Tratado de Adhesi¨®n, referentes esencialmente a las inversiones espa?olas en el extranjero.
Para Espa?a, el espacio financiero unificado no ser¨¢ realidad de forma total hasta 1992. Para los dem¨¢s pa¨ªses, el 1 de julio de 1990 es la fecha clave, aunque no se haya aprobado la directiva relativa a la retenci¨®n en fuente que hace unos meses la Comisi¨®n Europea consideraba b¨¢sica.
Movimiento de capitales
La consecuencia m¨¢s directa de esta liberalizaci¨®n ser¨¢ efectiva en los movimientos de capitales a corto plazo, ya que implicar¨¢ la posibilidad de acceder a servicios financieros m¨¢s eficaces y a una utilizaci¨®n ¨®ptima del ahorro y de la inversi¨®n. El precio oficial del dinero lo determinar¨¢ el mercado y las medidas de pol¨ªtica monetaria perder¨¢n parte de su eficacia.
En conclusi¨®n, la liberalizaci¨®n implicar¨¢ un mayor grado de competencia entre las entidades bancarias y de servicios financieros, tanto en los servicios como en los precios. Para que esta competencia se haga en condiciones normales tendr¨¢n que desaparecer las limitaciones existentes en la actualidad, como, por ejemplo, las relativas a la obtenci¨®n de cr¨¦dito en el exterior, o las obligaciones impuestas a los bancos de inmovilizar una parte de su activo en efectos p¨²blicos, que pudiera ser discriminatorio frente a bancos de terceros pa¨ªses comunitarios, que no est¨¢n sometidos a las mismas condiciones.
De acuerdo con la tendencia internacional, especialmente apreciable en los mercados norteamericano y japon¨¦s, la Comunidad ha previsto una segunda directiva que va a suponer la desregularizaci¨®n de todo el sistema. Se van a poder ofrecer servicios financieros en toda la comunidad y los bancos podr¨¢n operar en cualquier pa¨ªs comunitario con una sola licencia.
La consecuencia pr¨¢ctica de la desregularizaci¨®n comunitaria ser¨¢ un incremento de la competencia entre los bancos de distintos pa¨ªses. Tambi¨¦n se han previsto normas de armonizaci¨®n intentando que la competencia no tenga efectos perniciosos. Por ejemplo, se van a encarecer los recursos propios debido al establecimiento de un ratio de solvencia del 8%, se producir¨¢ una consolidaci¨®n de la actividad contable y financiera dentro de un grupo de bancos, se precisar¨¢ la definici¨®n de fondos propios, se definir¨¢n las funciones de los bancos de negocios, etc¨¦tera.
En el caso espa?ol este incremento de la competencia se puede traducir en un encarecimiento del coste del pasivo, ya que ni las empresas ni los particulares estar¨¢n dispuestos, en el marco de un sistema liberalizado, a una remuneraci¨®n m¨ªnima de sus dep¨®sitos, si el mercado europeo les ofrece una remuneraci¨®n mayor, teniendo en cuenta que la tasa de inflaci¨®n es del 6%. Especialmente importante puede ser esta tendencia en lo que se refiere a la tesorer¨ªa de las grandes empresas, que pueden acudir directamente al interbancario en caso de necesidades de tesorer¨ªa.
El incremento del coste del pasivo no deber¨ªa ser la ¨²nica consecuencia de la desregularizaci¨®n, ya que en Espa?a puede ocurrir lo mismo que ocurri¨® en EEUU, donde se produjo una disminuci¨®n de los recursos por la v¨ªa del activo, al tener que competir los bancos de dep¨®sito en los tipos al prestar el dinero. En definitiva, la consecuencia podr¨ªa ser que las cuentas de resultados de los bancos pudieran sufrir, disminuyendo el beneficio neto, debido a que el margen de intermediaci¨®n podr¨ªa reducirse de forma sensible. En Estados Unidos las grandes empresas se dirigieron a los merchant banks para que, por la v¨ªa de la securization, remunerasen su tesorer¨ªa y obtuvieran dinero del mercado en condiciones m¨¢s competitivas. De esta forma se crearon el llamado commercial paper, los certificados de dep¨®sito, el negociable order of withdrawal o the money marketfunds, etc¨¦tera.
Esto hizo que muchos bancos comerciales aceptasen riesgos no excesivamente analizados, ya que estaban obligados a seguir realizando inversi¨®n crediticia, y no lograran la remuneraci¨®n adecuada al colocar el dinero que obten¨ªan; pero, sobre todo, implic¨® un aumento de los gastos de transformaci¨®n para servicios similares al intentar captar clientes, estando la remuneraci¨®n limitada legalmente.
Desintermediaci¨®n
En definitiva, esto supuso una disminuci¨®n del margen bancario neto sobre el total del activo, lo cual hizo que muchas entidades crediticias tuvieran una posici¨®n delicada, sobre todo porque muchos de ellos ten¨ªan cr¨¦ditos a largo plazo a un tipo no demasiado elevado, y a corto plazo el mercado hac¨ªa aumentar la remuneraci¨®n. La desintermediaci¨®n estaba servida.
Mientras tanto, los bancos de negocios pasaban por un per¨ªodo de bonanza ocup¨¢ndose de la remuneraci¨®n de la tesorer¨ªa, que, seg¨²n la regulaci¨®n Q y la Glass Steagall Act, los bancos de dep¨®sitos no pod¨ªan llevar a cabo.
Nosotros pensamos que la liberalizaci¨®n y desintermediaci¨®n, consecuencia de las directivas comunitarias, van a modificar los sistemas cl¨¢sicos de la banca espa?ola. Los bancos van a tener que remunerar los dep¨®sitos por la v¨ªa de la creaci¨®n de certificados de dep¨®sito, papel comercial o cuentas financieras, lo que supondr¨¢ un encarecimiento del coste del pasivo. Por el lado de los cr¨¦ditos, la competencia puede ser diferente en los diversos mercados.
Desde el punto de vista de la competencia, en los diversos mercados el impacto puede ser diferente en cada segmento. El mercado de los Estados, y en particular del Estado espa?ol, no est¨¢ sometido a competencia, aunque pudiera estarlo en el futuro. En cuanto al mercado de las empresas, pensamos que hay dos segmentos totalmente definidos. El mercado de las grandes empresas, m¨¢s o menos internacionalizado, en el que los bancos espa?oles deber¨ªan remunerar la tesorer¨ªa e incrementar los pr¨¦stamos sindicados en condiciones ventajosas.
La competencia, no obstante, va a ser muy grande en este segmento. Por el contrario, en el mercado de las peque?as y medianas empresas, basado en la cercan¨ªa y la confianza de la agencia bancaria, es donde el sector bancario deber¨ªa basarse. Las claves no solamente ser¨ªan la remuneraci¨®n de su pasivo, sino el fomento de la llamada banca a comisi¨®n, que ofrecer¨ªa toda una serie de servicios, con unos valores a?adidos importantes que hoy no son frecuentes: mergers and acquisitions, actividad internacional, ingenier¨ªa financiera, operaciones en securities, operaciones en ECU, etc¨¦tera. En definitiva, podemos asistir a una modificaci¨®n espectacular de la composici¨®n de la cuenta de resultados de las grandes entidades bancaris donde los ingresos no s¨®lo procedan de la intermediaci¨®n, sino del cobro de servicios.
En cuanto al mercado de los particulares, pensamos que por el momento no peligra, ya que en muchos casos el particular no analiza la remuneraci¨®n, sino que tiene en cuenta la cercan¨ªa. Un incremento de los servicios bancarios por la v¨ªa de la tecnolog¨ªa para que el particular pueda acceder desde su domicilio, o desde el cajero autom¨¢tico, a los servicios bancarios puede ser importante. En el mismo segmento, aunque a otro nivel, pensamos que en el futuro se van a abrir grandes posibilidades para la gesti¨®n de fortunas.
Un sector que puede resultar afectado por la desregularizaci¨®n es el del cr¨¦dito al consumo, ya que el incremento de las redes de dicho sector puede ser considerable a trav¨¦s de supermercados, concesionarios de autom¨®viles, grandes almacenes, etc¨¦tera.
Medidas a adoptar
Un mercado que est¨¢ sometido a innovaci¨®n continua es el de las organizaciones financieras, donde tanto la reforma de los mercados como su globalizaci¨®n, incluso su modernizaci¨®n por la v¨ªa de los mercados de futuros, implicar¨¢ modificaciones importantes en nuestro pa¨ªs y pudiera incidir en los tipos.
Por ¨²ltimo, creemos que la actividad de merchant bank deber¨ªa desarrollarse en seria competencia con las grandes casas de Tokio, Nueva York y Londres, especialmente en cuanto a la actividad internacional, securities, fondos de pensiones, etc¨¦tera.
Evidentemente, todo esto supone una modernizaci¨®n bancaria importante en la que las comisiones se reduzcan, haya que ofrecer servicios especiales y el incremento de la tecnolog¨ªa sea la ¨²nica v¨ªa de subsistencia.
En definitiva, la actividad bancaria en Espa?a va a someterse a un proceso de mutaci¨®n. La respuesta de la banca espa?ola pasa por la diversificaci¨®n de sus servicios, la internacionalizaci¨®n de la actividad, la reducci¨®n del coste de transformaci¨®n mediante la mejora tecnol¨®gica, etc¨¦tera.
En definitiva, dar el paso para competir en un espacio unificado. Estamos convencidos de que la banca espa?ola va a competir en un entorno europeo y que, al igual que va a pasar con la econom¨ªa espa?ola, la apertura a otros mercados va a ser un reto y no una amenaza.
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