Arrigo Sacchi: "El Mil¨¢n, con el equipo completo, ganar¨ªa 10 veces sobre 10 al Real Madrid"

El Mil¨¢n pretende ganar la batalla psicol¨®gica al Real Madrid en la vigilia del partido de San Siro. Todas las manifestaciones de las dos cabezas visibles de la entidad, el presidente, Silvio Berlusconi, y el t¨¦cnico, Arrigo Sacchi, est¨¢n dirigidas a confirmar la supremac¨ªa de su equipo. Aunque en todo momento se asume la calidad y la tradici¨®n del Real Madrid, a nadie del Mil¨¢n le est¨¢ permitido ofrecer fisuras an¨ªmicas. El asunto llega tan lejos que Sacchi -siempre cauto y reservado- dijo ayer. "El Mil¨¢n, con el equipo completo, ganar¨ªa al Madrid 10 veces sobre 10".

Sacchi se hab¨ªa mostrado algo m¨¢s prudente momentos antes. La profusi¨®n de lesionados disminuye el valor del Mil¨¢n, como reconoci¨® el t¨¦cnico italiano despu¨¦s de un entrenamiento en el que no se permiti¨® la presencia de los periodistas. El Mil¨¢n es un equipo que necesita de la plenitud de sus hombres para plasmar en la cancha su acostumbrada estrategia de riesgo y exigencia f¨ªsica. Sacchi afirm¨® que, en condiciones normales, su equipo es mejor individual y colectivamente.Las limitaciones de este Mil¨¢n convalenciente aumentan la necesidad de reafirmaci¨®n psicol¨®gica que manifiestan Sacchi y Berlusconi. Todo era dorado y sonriente ayer en Milanello, el centro de entrenamiento del equipo. Silvio Berlusconi, que lleg¨® en helic¨®ptero a las instalaciones, mantuvo una larga conversaci¨®n con sus jugadores. Luego se avino resplandeciente y sutil a una charla con los periodistas. "Yo pago, ¨¦l habla [por Sacchi]", dijo de primeras, pero luego se mostr¨® locuaz y siempre confiado.

Su incidencia en los aspectos an¨ªmicos fue absoluta, como ocurri¨® despu¨¦s con Sacchi. "El Madrid est¨¢ en una situaci¨®n muy delicada, probablemente m¨¢s dif¨ªcil que la nuestra. Sus enfrentamientos con el Mil¨¢n han generado una gran frustraci¨®n en la entidad. En mi opini¨®n, esta circunstancia nos da una considerable ventaja psicol¨®gica", dijo el presidente del Mil¨¢n.

Berlusconi neg¨® previamente cualquier injerencia suya en el trabajo de Sacchi. "Yo ocupo una funci¨®n; ¨¦l, otra. Cada uno cumple con su trabajo. Ahora bien, mi relaci¨®n con el equipo no es la del principal representante de la sociedad. Procuro ser el hermano mayor y el consejero de los jugadores".

Muestras de aplomo

Arrigo Sacchi tambi¨¦n ofreci¨® abundantes muestras de aplomo y confianza. A su llegada a la sala de prensa, salud¨® uno a uno a todos los periodistas. Incluidos los espa?oles. Y a todos reserv¨® una sonrisa amplia y satisfecha. Inmediatamente despu¨¦s, ofreci¨® la alineaci¨®n que presentar¨¢ hoy en San Siro. Todos estos signos trataban de proyectar una sensaci¨®n de fortaleza y seguridad en las fuerzas del equipo italiano. De hecho, hab¨ªa manifestado 24 horas antes: "Miraremos al Madrid a los ojos y sin miedo". Esa cont¨ªnua referencia al miedo, esc¨¦nico o no, se ha extendido por todos los rincones del club italiano. Justo es decir que lo utilizan en t¨¦rminos favorables, sin ambiguedad.El t¨¦cnico se?al¨® que el partido se inclinar¨ªa hacia el equipo que mejor respetase su estilo natural de juego. "El Mil¨¢n debe creer en su juego y desplegarlo en todo momento. Si no lo logramos, o perdemos confianza en nuestro estilo, seremos incapaces de manejar al adversario. El miedo te bloquea y te limita en la cancha". Nuevamente sali¨® a relucir la referencia al miedo.

En la comparaci¨®n entre las dos escuadras, Sacchi consider¨® que su equipo es superior en todos los aspectos al Madrid, pero reconoci¨® la erosi¨®n que ha provocado la larga relaci¨®n de lesionados. En las circunstancias actuales, Sacchi aventur¨® dos partidos muy igualados. "Dif¨ªcilmente se pueden resolver estas eliminatorias en 90 minutos. Por eso he exigido paciencia y frialdad a los jugadores".

Tanto Sacchi como Berlusconi coincidieron en se?alar que Van Basten es el jugador que puede protagonizar la noche. "Me recuerda la aparici¨®n de Gullit en la final de la Copa de Europa. Apenas estaba recuperado, pero su determinaci¨®n y deseos de constatar la grandeza de su juego le ayudaron a superar todos los obst¨¢culos. Van Basten est¨¢ en ese momento crucial. Ahora tiene el car¨¢cter y la madurez que no ten¨ªa cuando lleg¨® al Mil¨¢n hace dos a?os", declar¨® Arrigo Sacchi.