Ernst J¨¹nger anuncia que su ¨²ltimo libro, 'La tijera', ser¨¢ la conclusi¨®n de su obra

Ernst J¨¹nger fue investido ayer doctor honoris causa por la universidad del Pa¨ªs Vasco, en un acto celebrado en el aula magna del campus de Lejona. Enrique Ojembarrena, profesor titular de Literatura Contempor¨¢nea de dicha universidad, fue el padrino del escritor alem¨¢n y ley¨® un discurso explicativo de los m¨¦ritos que concurren en el autor de Los acantilados de m¨¢rmol. J¨¹nger destac¨® en su respuesta su contacto con el idioma espa?ol a trav¨¦s de Cervantes y anunci¨® que su nuevo libro, La tijera, de pr¨®xima aparici¨®n en la Rep¨²blica Federal de Alemania, ser¨¢ la conclusi¨®n de su obra.

Despu¨¦s de realizar un somero an¨¢lisis del valor que la repetici¨®n y la revisi¨®n tienen en su obra, Ernst J¨¹nger concluy¨® su intervenci¨®n en el acto de investidura afirmando que "alguna vez habr¨¢ que poner punto final, y estupendo ser¨ªa lograr mediante una s¨ªntesis una superaci¨®n de las dudas y contradicciones". Logro que afirm¨® haber intentado en su ¨²ltima obra, de pr¨®xima publicaci¨®n en la RFA, titulada La tijera. Una obra "que pretende averiguar si no estar¨¢n actuando en los acontecimientos del mundo tambi¨¦n fuerzas de sentido, fuerzas acaso divinas, a pesar de las muchas confusiones y de los muchos infortunios de nuestros d¨ªas".

Voz ¨²nica

Enrique Ojembarrena resalt¨® que "a lo largo del siglo XX Ernst J¨¹nger ha resistido las propuestas que le han sido hechas por la ortodoxia dial¨¦ctica de los distintos grupos pol¨ªticos e ideolog¨ªas que van desde la extrema izquierda a la extrema derecha, y ha proporcionado una voz ¨²nica, libre e independiente a nuestra ¨¦poca. Una voz fiel continuadora de los valores espirituales imperecederos que partiendo de Grecia y del Oriente culminan en Nieztsche, Heidegger, Beethoven, Wagner, H?lderlin y Rilke, y ahora en ¨¦l mismo".J¨¹nger contest¨® con un discurso cort¨¦s y de agradecimiento, en el que resalt¨® su precoz contacto con la literatura espa?ola a trav¨¦s de Cervantes y lament¨® no haber aprendido el idioma castellano. Para m¨ª, dijo, "no haberlo aprendido es una de esas omisiones de las que se compone la vida".