Ambiente
"Controle su ambiente" no es, contra lo que podr¨ªa pensarse, la consigna de ning¨²n partido pol¨ªtico en liza electoral. Y es una l¨¢stima. Se trata de una frase publicitaria con la que unos grandes almacenes pretenden vendernos un aparato cuya utilidad no discuto pero que no sirve para evitar la contaminaci¨®n de las playas, la proliferaci¨®n de rascaculos del cielo, los incendios forestales o el uso de pesticidas peligrosos. Es triste que el mejor eslogan pol¨ªtico tenga un uso estrictamente comercial.A juzgar por un reciente programa de televisi¨®n, los s¨²bditos espa?oles est¨¢n dispuestos a defender su ambiente persiguiendo a los fumadores. Enfrentarse al vecino, haciendo de ¨¦l o de ella un chivo expiatorio, es, sin duda, mas f¨¢cil que enfrentarse a las multinacionales qu¨ªmicas, a las corporaciones municipales que malvenden el patrimonio natural a cambio de empleos transitorios y a los partidos que siguen prometiendo aumentar el tama?o del pastel para repartirlo mejor aunque el pastel sea de mierda. Reprender al fumador es mas gratificante que combatir contra las corporaciones financieras, ya que permite decir que uno lo hace por su bien. Uno nunca podr¨ªa decirles a los responsables de la central t¨¦rmica de Andorra que quiere cerrarles el negocio por su bien. El no fumador mesi¨¢nico adquiere con poco coste la sensaci¨®n de ser moralmente superior y de tener un papel en la funci¨®n; incluso una forma paternalista de ligar que sustituya al ya periclitado "?de qu¨¦ signo eres?". Nunca fue tan barato -se ahorra uno adem¨¢s el coste de las cajetillas- hacerse misionero. Se tiene adicionalmente la ilusi¨®n de ser europeo sin necesidad de aprender a decir "sorry" cuando se empuja a alguien por la calle.
Controle su ambiente. Pero no haga como el cristiano que repart¨ªa pastillas juanolas mientras esperaban salir a los leones. Dejar de fumar no debiera dispensarle de mirar con lupa a qui¨¦n vota, por ejemplo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.