La Ciudad de los prodigios
La arquitectura y sus propios habitantes salvan a San Francisco de la cat¨¢strofe
San Francisco, la perla de California, ha sobrevivido a violentos terremotos. La avanzada arquitectura de sus edificios -construidos a prueba de temblores- y la educaci¨®n de sus habitantes para reaccionar ante un se¨ªsmo son las causas que han impedido a la naturaleza cobrarse m¨¢s de 250 v¨ªctimas. Back Helin, de 57 a?os, fue rescatado anoche en condiciones cr¨ªticas, tras 116 horas bajo los escombros de la autopista 880. En esta ciudad prodigiosa, que ha recuperado el pulso a los cinco d¨ªas del cataclismo, la vida contin¨²a a la espera del big one, el gran terremoto que aseguran que la destruir¨¢, si sus habitantes lo permiten.
La mayor parte de los rascacielos de San Francisco y casi todas las casas de sus alrededores est¨¢n construidos con t¨¦cnicas antis¨ªsmicas que impiden que los temblores de tierra da?en sus cimentaciones. ?ste es, sin duda, el principal factor por el que San Francisco sigue erguido y orgulloso, mirando al Pac¨ªfico, despu¨¦s del violento terremoto del pasado martes, cuya magnitud alcanz¨® los 6,9 puntos en la escala de Richter, el term¨®metro s¨ªsmico creado por el doctor Charles S. Richter en 1930.Las nuevas t¨¦cnicas arquitect¨®nicas han demostrado una vez m¨¢s que San Francisco est¨¢ construido a prueba de terremotos. Casi todos los edificios, carreteras, fuentes y casas particulares que han sufrido da?os eran antiguos o no contaban con estructuras el¨¢sticas que absorbieran el movimiento sin sufrir da?os.
La autopista interestatal 880 de Oakland y las casas de la Marina, el barrio portuario de San Francisco, as¨ª como las construcciones de madera de Santa Cruz, se derrumbaron y resquebrajaron cuando la tierra comenz¨® a moverse.
El Golden Gate
El Golden Gate, el famoso puente rojo de la bah¨ªa y orgullo de este pa¨ªs, y los rascacielos del centro de la ciudad no sufrieron da?os, ni tampoco las casas de los barrios m¨¢s ricos, como el de Pacific Hights, construido por las clases altas de la ciudad poco despu¨¦s de que el terremoto de 1906 les dejara en la calle. Aquel sentimiento de "no nos volver¨¢ a ocurrir jam¨¢s" ha sido lo que ha permitido a esta ciudad prepararse para cualquier contingencia.California, San Francisco, ha trabajado durante a?os y a?os en prepararse ante la eventualidad de un terremoto de gran magnitud. El Estado federal comenz¨® un programa en 1970 para reforzar los puentes de las bah¨ªas y los peraltes de sus autopistas. La interestatal 880 no fue reforzada y se hundi¨®, atrapando, como si de una gran losa se tratara, a 100 veh¨ªculos: todos sus ocupantes perecieron y sus cuerpos no ser¨¢n rescatados en varias semanas.
James Drago, un portavoz del departamento de Transportes de California, ha declarado que el pasado mes de enero se hab¨ªa puesto en marcha un plan de cuatro a?os para reforzar las columnas de algunos puentes y de algunas autopistas. El coste de las obras de este programa es de 65 millones de d¨®lares. La I-880 no estaba en la lista.
La interestatal 880 o Nimitz Freeway, como se la conoce en Oakland, comenz¨® a construirse en 1949 y las obras finalizaron en 1954. Su constructor, Hampon Roberts, de 72 a?os, ha recordado ahora que "la autopista se construy¨® con los mejores materiales antis¨ªsmicos de la ¨¦poca". Roberts, que recuerda ahora que las autoridades autorizaron los planes sin problemas, se ha declarado "muy triste y preocupado" por lo que ha ocurrido con su autopista.
Suelos inestables
Muchos arquitectos, sin embargo, creen que las condiciones geol¨®gicas de los suelos californianos son muy inestables y que los terremotos act¨²an de diferente modo, independientemente de las estructuras arquitect¨®nicas de los edificios. Eso ha ocurrido en el barrio de la Marina de San Francisco. Se trata de una zona robada al Pac¨ªfico tras el terremoto de 1906. La construcci¨®n de este barrio es muy sencilla. Se cre¨® un lago artificial, se vaci¨® y se rellen¨® de una tierra gris que el martes volvi¨® a la superficie. M¨¢s de 60 casas deber¨¢n ser derribadas en este barrio, cuya calle principal se denomina Cervantes, y donde se halla ubicado el consulado general de Espa?a, que ayer continuaba con el agua, la luz y el tel¨¦fono cortados.El comportamiento de los habitantes de San Francisco a la hora de reaccionar ante el terremoto tambi¨¦n ha sido un factor fundamental para evitar una tragedia. Un solo ejemplo: durante el se¨ªsmo, y pese a que el estadio de Candlepike Park estaba abarrotado, no se produjo el p¨¢nico cuando los grader¨ªos comenzaron a moverse. Un hincha de los
Giants de San Francisco se apresur¨® a improvisar una pancarta en la que se le¨ªa: "Si esto tiembla ahora, esperar a que los Athletics empiecen a batear".
El partido se suspendi¨® y los 60.000 espectadores abandonaron el estadio sin prisas. La serenidad caracteriz¨® el comportamiento de todos los habitantes de San Francisco. Es precisamente la serenidad el consejo m¨¢s importante de cuantos se intentan inculcar a los participantes de los constantes simulacros de terremotos que vive esta ciudad durante el a?o.
Normas de evacuaci¨®n
Las gentes de Frisco (como denominan a San Francisco sus propios habitantes) saben c¨®mo deben evacuar un edificio; todos tienen linternas a mano y radios con las que escuchar las recomendaciones oficiales durante las situaciones de emergencia. Pero, pese a los edificios y a los ejercicios, incluso pese al terremoto del martes, San Francisco espera pacientemente la llegada del big one, el gran terremoto que los ge¨®logos anuncian desde 1906 y cuya leyenda asegura que destruir¨¢ por completo San Francisco.El se¨ªsmo del martes fue, seg¨²n los especialistas, un efecto posterior del cataclismo de 1906. Fue una recolocaci¨®n de la falla de San Andr¨¦s. Mientras esperan la llegada de este gran terremoto, los habitantes de San Francisco intentan recuperar su vida normal y seguir prepar¨¢ndose y evitar que el big one sea tan devastador como dice la leyenda.
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