Christa Ludwig, 'mezzosoprano' de Karajan
La cantante critica la falta de personalidad de la joven generaci¨®n de int¨¦rpretes
Christa Ludwig, a los 61 a?os, bromea cuando dice que, como en el cuento, mantiene la voz comiendo tiza. Su edad supone para otras cantantes el silencio, pero ella sigue siendo maestra del lied, como lo demostr¨® ayer en un recital en el auditorio de Madrid. Ludwig ha sido la mezzosoprano de Karajan, y numerosas grabaciones han dejado maravillosa constancia de su trabajo con ¨¦l. Tambi¨¦n cant¨® con otros directores de la vieja generaci¨®n, como B?hm, a quienes echa de menos. Para ella, la t¨¦cnica congelada ha suplantado a la personalidad en los int¨¦rpretes de hoy d¨ªa. Afirma, en esta l¨ªnea, que los ordenadores han convertido a los discos en "productos deshonestos".
Pr¨®ximamente aparecer¨¢ su m¨¢s reciente grabaci¨®n, Los cuentos de Hoffman, con Pl¨¢cido Domingo y Edita Gruberova, dirigida por Seiji Ozawa. "Mi papel es breve", dice, "y para grabarlo acud¨ª al estudio y cant¨¦ mi parte a solas; all¨ª no estaba el director ni los dem¨¢s cantantes sino s¨®lo t¨¦cnicos de sonido midiendo aparatos. Volv¨ª m¨¢s tarde a escucharme y me dijeron: 'No se enfade si al principio no reconoce su voz'. Y la voz son¨® al principio como la de un pato. Culminado el proceso el resultado asombra, una vez mezclada mi voz con las de los dem¨¢s cantantes, una grabada en Par¨ªs, otra en Viena... pero la relaci¨®n humana, que creo tan necesaria, no se produjo ni siquiera con los t¨¦cnicos, que no me conoc¨ªan. Por eso creo que los discos, ahora, son de alguna manera deshonestos".Christa Ludwig parece sobrepasada por este asunto, aunque se refiere a ello con iron¨ªa y entre sonrisas, para no parecer una nost¨¢lgica. En lo que se refiere a la t¨¦cnica interpretativa piensa que la vieja generaci¨®n "no ten¨ªa miedo a la personalidad propia". "En estos d¨ªas", a?ade, "puedes escuchar a pianistas j¨®venes de t¨¦cnica perfecta, pero de los que no sabr¨ªas decir casi sin dudarlo: 'Ese es Horowitz'"
Varios directores
Los directores de orquesta con los que se ha identificado son, de entre los j¨®venes, James Levine, y de entre los de su ¨¦poca, B?hm, Bernstein y Karajan. De ¨¦ste dice: "Actu¨¦ tanto con ¨¦l que pienso, como cantante, que no hab¨ªa otro igual. Muchos le han criticado como persona pero preguntas que qui¨¦n les gustaba m¨¢s como profesional y dir¨¢n que Karajan. Otra cosa es que te ayudara m¨¢s o menos seg¨²n le cayeses mejor o peor".En cuanto a la permanencia de la voz, Ludwig asegura que su secreto est¨¢ en que nunca la ha forzado. "Todas las cantantes tenemos una gran crisis profesional en la vida. La m¨ªa fue a los 43 a?os, un per¨ªodo en el que lleg¨® todo junto porque tambi¨¦n me divorci¨¦. Y creo que supe superarla: dej¨¦ de actuar en papeles que podr¨ªan sobrepasarme".
Nacida en Berl¨ªn, Ludwig debut¨® en Franckfurt en 1946, y en su carrera se incluyen papeles como el de Cherubino, Marschallin, Octavio, ?boli o Leonora. Tambi¨¦n numerosos ciclos de canciones. A estas alturas, puede recordar momentos de su carrera que la acercaron a la felicidad. Por ejemplo, cuando en Salzburgo cant¨® al aire libre y al atardecer el d¨²o A, guarda, sorela, del Cos¨¬ fan tutte, con Elisabeth Schwarzkopf y dirigidas por Karl B?hm. A las ocho de la tarde, las campanas de las torres de la ciudad se unieron a las voces. Tambi¨¦n recuerda su deb¨² en Viena, con el Octavio de El caballero de la rosa, que en 1957 grab¨® con Karajan, y a otro personaje de esta ¨®pera, La Mariscala, que grab¨® con Bernstein en 1972.
De La Mariscala afirma que aprendi¨® muchas cosas sabias, como que cada cosa tiene su tiempo. Ludwig se enfrenta a una paradoja: "Siempre he estado obsesionada con la voz y eso no es suficiente. ?ste es el resumen de mi vida". Pero, por otro lado, se considera una afortunada, porque ha recibido y sigue recibiendo "el voltaje que descarga la audiencia mientras me comunico".
Babelia
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