Estados Unidos no se opone a una Alemania unida, siempre que sea miembro de la OTAN

Estados Unidos no comparte el temor de algunos de sus aliados europeos ni el de la Uni¨®n Sovi¨¦tica sobre una eventual reunificaci¨®n alemana, siempre que ¨¦sta se produzca sobre la base de una Alemania no neutralista y que acepte los valores democr¨¢ticos de Occidente, seg¨²n se desprende de recientes declaraciones de los m¨¢ximos responsables de la pol¨ªtica exterior norteamericana.

Los recientes acontecimientos en Europa del Este han vuelto a poner sobre el tapete en Washington la llamada cuesti¨®n alemana. Y las manifestaciones masivas en Alemania oriental a favor de la reforma pol¨ªtica y la democracia han obligado al presidente George Bush y al secretario de Estado, James Baker, a pronunciarse concretamente sobre el tema.Bush, un veterano de la campa?a del Pac¨ªfico en la Il Guerra Mundial, declar¨® ayer The New York Times que no compart¨ªa los temores europeos sobre "una Alemania reunificada". Sin embargo, esa declaraci¨®n parte de una hip¨®tesis: que esa Alemania reunificada se mantenga dentro de la Alianza Atl¨¢ntica y no alimente tentaciones neutralistas. La preocupaci¨®n de Washington de que la RFA estuviera dispuesta en el futuro a canjear la reunificaci¨®n de la naci¨®n alemana por una declaraci¨®n de neutralidad es omnipresente y qued¨® evidenciada una vez m¨¢s el pasado lunes en una conversaci¨®n telef¨®nica mantenida por Bush y el canciller federal Helmut KohI, en la que el dirigente alem¨¢n volvi¨® a tranquilizar a Bush sobre las intenciones de Bonn.

De esa seguridad dada por Kolh part¨ªa la premisa de Bush en sus declaraciones a The New York Times. "No comparto", dijo Bush, Ia preocupaci¨®n de algunos l¨ªderes europeos (principalmente Margaret Thatcher y Fran?ois Mitterand) sobre una Alemania reunificada porque creo que el compromiso de Alemania con la Alianza, y su reconocimiento de la importancia de la OTAN, son inconmovibles." El presidente norteamericano expres¨® su convicci¨®n, quiz¨¢s porque este pa¨ªs nunca fue invadido desde su independencia, de que la RFA nunca emprender¨ªa "una senda neutralista que le creara dificultades con sus socios de la OTAN".

Bush se mostr¨® partidario de dar tiempo al tiempo y no apresurarse en el tema de la reunificaci¨®n. "Es un tema que toma tiempo y precisa de una evoluci¨®n prudente", dijo.

Las declaraciones de Bush se producen a los pocos d¨ªas de que su responsable de pol¨ªtica exterior, James Baker, expusiera las condiciones norteamericanas para permitir una reunificaci¨®n de las dos Alemanias. "La reconciliaci¨®n de los dos Estados alemanes a trav¨¦s de la autodeterminaci¨®n s¨®lo podr¨¢ conseguirse en paz y libertad", dijo Baker. "La normalizaci¨®n (un eufemismo de reunificaci¨®n) debe producirse sobre la base de los valores occidentales y su resultado debe ser un pueblo integrado en la comunidad de naciones democr¨¢ticas europeas".

Recientemente, dos de los m¨¢ximos especialistas de pol¨ªtica exterior de este pa¨ªs se han pronunciado sobre la cuesti¨®n alemana. El ex secretario de Estado Henry Kissinger, un nativo de la Alemania del III Reich, expres¨® su preocupaci¨®n por lo que denomin¨® un renacimiento de las tendencias nacionalistas en las dos Alemanias. Por su parte, el antiguo asesor de seguridad nacional del presidente Jimmy Carter, Zbnigniew Brzezinski, abog¨® por la creaci¨®n de nuevas estructuras en Europa que acomoden "una Alemania eventualmente reunificada", y en su opini¨®n "confederada". Brzezinski, un nativo de Varsovia que conoce como pocos el tema de Europa oriental, se hizo eco de los recelos franceses, polacos, checos y sovi¨¦ticos hacia una nueva Alemania unida y se mostr¨® partidario de llegar a acuerdos de seguridad entre la OTAN y el Pacto de Varsovia con el fin de que "una Alemania reunificada no pueda suponer una amenaza ni para el Este ni para el Oeste".