El canto del cisne
EL CONCEPTO de la informaci¨®n que tienen los responsables de Televisi¨®n Espa?ola qued¨® claramente expuesto en la noche electoral: mientras Telemadrid, por ejemplo, daba cumplida informaci¨®n en directo de la conferencia de prensa del l¨ªder de la oposici¨®n, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, el Ente P¨²blico RTVE manten¨ªa un largo plano sobre Emilio Romero, Enrique Curiel, Jorge Vestryrige o Jes¨²s Hermida. Es evidente que la torpeza no es de sus profesionales -puesto que estaban en donde deb¨ªan estar-, sino de los responsables de una noche en que la desinformaci¨®n se adue?¨® de la casa.Si en los diarios, emisoras de radio y televisiones auton¨®micas se trataba de encontrar la verdad oculta de la mayor¨ªa absoluta, y para ello se modificaban ediciones, opiniones e informes en funci¨®n de la actualidad m¨¢s inmediata, TVE manten¨ªa el desconcierto total con la galanura de la obcecaci¨®n del bur¨®crata. Alguien, en alg¨²n lugar, ide¨® lo de las tertulias electorales y se ech¨® a dormir. Fue la soluci¨®n ideal para escuchar opiniones respetables, pero personales e ¨ªntransferibles, a la vez que se silenciaba todo lo dem¨¢s: desde las veladas acusaciones de Aznar aconsejando a sus huestes un recuento minuc¨ªoso de los votos, a las duras chanzas autoconmiserativas de Su¨¢rez sobre el talante informativo de la propia TVE.
Las ¨²ltimas elecciones pol¨ªticas sin televisiones privadas han supuesto el canto del cisne de una televisi¨®n estatal que no ha sabido cumplir con el ¨²nico cometido encomendado: informar, ser cronista de una noche para la que no se regatearon esfuerzos t¨¦cnicos y humanos. Televisiones con bastante menor presupuesto, medios y tradici¨®n ganaron por amplia goleada bas¨¢ndose exclusivamente en las ansias de informar, y de hacerlo honestamente. Esta vez los responsables de TVE no necesitaron ejercer la manipulaci¨®n directa; fueron in¨²tiles en lo noticiable, y, con esta actitud, humillaron de nuevo a sus profesionales.
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