Batalla naval electr¨®nica en aguas de Baleares
Un barco de la Armada participa por primera vez en unas maniobras completas de la OTAN
Durante cinco semanas, una flota de siete barcos de guerra de siete pa¨ªses de la OTAN lleva a cabo en el Mediterr¨¢neo una serie de maniobras que incluyen todo tipo de ejercicios navales, desde avanzad¨ªsimas operaciones de guerra electr¨®nica dirigida por ordenadores a sesiones rutinarias de tiro fijo y m¨®vil, defensa antia¨¦rea, detecci¨®n y lucha antisubmarina o abastecimiento de combustible en marcha. En estas maniobras participa la corbeta de la Armada espa?ola Descubierta, especializada en lucha antisubmarina, equipada con misiles Aspide y Harpoon, siendo la primera vez que un buque de guerra espa?ol toma parte durante todo el tiempo que duran unos ejercicios aliados de este tipo.
Mi¨¦rcoles 25 de octubre, 23.45 horas. La flota de siete barcos de guerra de la OTAN se dispone a atravesar el estrecho que separa las islas de Menorca y Mallorca, cuando los avanzados sistemas de detecci¨®n del buque que encabeza la formaci¨®n, la modern¨ªsima fragata brit¨¢nica Coventry, da la alerta al resto de las unidades.En las pantallas del radar aparecen dos objetos enemigos. En pocos minutos, y mientras todos los barcos est¨¢n preparados para repeler un eventual ataque, en las salas de control de los siete barcos se dispone de una detallada informaci¨®n. Los objetos enemigos, localizados en los radares y en los dem¨¢s sistemas de detecci¨®n, son los patrulleros de la Armada Espa?ola Rekalde y Villamil, que aparentemente van a atacar el convoy aliado.
Los ordenadores escupen inmediatamente una larga y detallada sucesi¨®n de datos y caracter¨ªsticas de los patrulleros. Su armamento, velocidad, ubicaci¨®n, antig¨¹edad, color, n¨²mero de tripulaci¨®n, capacidad operativa, autonom¨ªa. Todo.
Empieza el juego del rat¨®n y el gato, que se prolongar¨¢ hasta las tres de la madrugada. Cuando los patrulleros ratones, apostados, para un ataque por sorpresa, en la oscuridad y el silencio de la noche balear, se dan cuenta de que el supergato Coventry los hab¨ªa detectado, emprenden una r¨¢pida huida, buscando la protecci¨®n de islotes y rocas cercanos. Tratan de despistar los radares de la fragata a la espera de una nueva oportunidad para un ataque por sorpresa.
Pero su presencia nunca llegar¨¢ a constituir el m¨¢s m¨ªnimo peligro para la flota. Y no s¨®lo no volver¨¢n a intentar un ataque, sino que los avanzados sistemas de detecci¨®n de la Coventry acaban localizando el escondite de los patrulleros, a los que, pocos minutos despu¨¦s, env¨ªa con total precisi¨®n dos misiles Exocet, que van a buscar sus objetivos con exactitud inmisericorde.
Por si ese env¨ªo no fuera suficiente, todo est¨¢ preparado para que la fragata brit¨¢nica dispare otros misiles y torpedos. Y un helic¨®ptero Lynx a bordo, equipado con proyectiles contra barcos, torpedos, cargas de profundidad contra submarinos y ametralladoras, est¨¢ listo para intervenir.
Los restantes seis buques aliados van equipados con armamento y sistemas de detecci¨®n similares a los de la Coventry, aunque probablemente no tan modernos y eficaces. Todos est¨¢n preparados para la guerra electr¨®nica, lo que en la pr¨¢ctica equivale a decir que est¨¢n a salvo de un ataque por sorpresa como el que pretend¨ªan en aguas de Baleares los patrulleros enemigos.
El ejercicio de simulaci¨®n en aguas de Baleares se repiten en la madrugada varias veces. Pero siempre en este juego naval del rat¨®n y el gato, los barcos de guerra, sucesivamente, fueron implacables y no dieron la m¨¢s m¨ªnima oportunidad a los r¨¢pidos patrulleros.
Ficci¨®n cient¨ªfica
A la ma?ana siguiente, el enemigo a controlar es un submarino espa?ol, que durante dos horas pondr¨¢ a prueba los equipos de detecci¨®n y respuesta de la flota aliada. El submarino efectuar¨¢ una serie de ejercicios a mayor o menor profundidad, a mayor o menor distancia. Pero -como tambi¨¦n est¨¢ programado por el Alto Estado Mayor de la OTAN que controla todas estas maniobras desde el cuartel general de N¨¢poles- la flota naval consigue detectar, localizar y neutralizar el sumergible, poniendo a prueba con ¨¦xito los diferentes mecanismos de los barcos.
Desde la impresionante sala de operaciones de la Coventry, la guerra naval electr¨®nica parece ficci¨®n cient¨ªfica. Ordenadores y pantallas de radar, equipos de radio y comunicaciones, de escucha y de seguimiento, consolas de control de misiles y cientos de instrumentos electr¨®nicos ofrecen un paisaje cinematogr¨¢fico El comandante de la nave, ocho oficiales, 25 ingenieros altamente especializados y 82 marineros subalternos manejan con una precisi¨®n impecable el departamento clave de la fragata, en contacto permanente con el resto del convoy aliado, al que facilitan y del que reciben toda la informaci¨®n disponible en cada momento; un intercambio de informaci¨®n que se hace en ingl¨¦s y que tiene sus puntos m¨¢s d¨¦biles en el factor humano que representa el todav¨ªa muy escaso conocimiento de ese idioma patr¨®n por el que se rigen todos los sistemas de intercambio.
Como en el resto de las maniobras de esta fuerza naval de formaci¨®n inmediata de la OTAN (Navocformed), iniciadas el 9 de octubre en el Adri¨¢tico italiano, la simulaci¨®n en agua mediterr¨¢neas ha cumplido sobradamente los objetivos propuestos. La m¨¢quina naval aliada atrac¨® el viernes 27 en Alicante, desde donde sigui¨® sus rutinarios y precisos entrenamientos hasta el 14 de noviembre.
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