Desde la negra provincia

El galardonar a Miguel S¨¢nchez-Ostiz, el premio Herralde de novela confirma una vez m¨¢s su imagen de marca: m¨¢s que descubrir nuevos escritores, los redescubre. Pues aunque este concurso haya revelado algunos valores in¨¦ditos -el caso de Adelaida Garc¨ªa Morales es el m¨¢s claro- por lo general recoge, premia e impulsa a buenos escritores con obra ya comenzada, pero que por distintas razones no han llegado todav¨ªa a traspasar la barrera hacia el gran p¨²blico. Los casos de ?lvaro Pombo, F¨¦lix de Az¨²a, Javier Mar¨ªas o Molina Foix configuran as¨ª una marca de identidad, confirmada por algunas otras presencias como las de Javier Tomeo o Soledad Pu¨¦rtolas. Miguel S¨¢nchez-Ostiz ha pasado desde ahora a formar parte de esta cohorte. Su primer libro data de 1979, justo hace un decenio, y desde entonces ha publicado un total de 10: cuatro libros de poes¨ªa, cuatro novelas, un diario y una recopilaci¨®n de art¨ªculos.Estamos pues ante un escritor ya hecho, insuficientemente conocido hasta ahora, pero de una evidente magnitud. Su elegancia expresiva, su cuidado y minucia estil¨ªstica, la amplitud de su cultura, la singularidad y extensi¨®n de sus lecturas, desde los cl¨¢sicos hasta los escritores franceses del fin de siglo, de Baroja a Marcel Proust, de Paul Morand y Stevenson asta Paul Celan, todo ello configura la presencia de un escritor de raza.

S¨¢nchez-Ostiz utiliz¨® la frase "la negra provincia de Flaubert" para definir su posici¨®n como escritor, que nace de las m¨¢s profundas ra¨ªces de su tierra navarra y se abre al mundo desde una radical insatisfacci¨®n provinciana. De lo peque?o a lo m¨¢s universal, su prosa viaja, sus argumentos deambulan entre un vago e inconcreto pasado que no se resigna del todo a serlo, y una modernidad dif¨ªcil. Su estilo es elegante, sereno, preciso y po¨¦tico y sus estructuras abiertas y porosas como en una mezcla de los citados Baroja y Marcel Proust.